No hay descanso y el desespero no lo pueden ocultar. Una cascada de contratos se ha desatado a raíz de la destitución del alcalde titular de Chiriguaná, José Carmelo Galiano, y los encargados para reemplazarlo, muy presurosos, dispusieron de recursos de regalías para contratar obras que, según parece, antes de su despedida, el hoy exalcalde ya venía planeando sigilosamente.
Los compromisos adquiridos en campaña había que darles cumplimiento y los de la elección atípica también. Y como los candidatos a la Alcaldía de Chiriguaná no han querido publicar -como debería ser- de dónde salen y la cantidad de los recursos que están invirtiendo, es de suponer que todo sigue igual al pasado y la propuesta de cambio, una falsa ilusión. Continúan las dádivas, regalos, aportes, comidas, compra de “líderes” para capturar votos, en vez de las propuestas de solución a la problemática que atraviesa Chiriguaná, conocida por toda la ciudadanía, menos por ellos que siguen con discursos ya conocidos por su poco contenido. Además de la represión contra la publicidad política, distinta a la campaña patrocinada y apoyada por la administración.
Hay que advertir que las elecciones de octubre de 2023 ha sido la más votada en todo el histórico municipal, alcanzando una participación de más del 70 % y 17.105 votos válidos que refrendaron la mal llamada voluntad popular. La voluntad es un acto de autonomía, cualquier elemento externo que la afecte convierte a la persona en un ser dependiente. La realidad electoral de Chiriguaná nos indica esto último. Ha sido la constante: todos los alcaldes de época reciente han comprado el cargo; los caudales de dinero que invierten y después pagan con el presupuesto municipal son impresionantemente repudiables.
El hastío que circula en Chiriguaná
Las elecciones atípicas tienen como característica general una baja participación y el candidato de las maquinarias suele tener alguna ventaja por la capacidad de movilización, financiera y de la clientela que mantienen; en contrario, el desgaste de la imagen del candidato, la fatiga del electorado y el desinterés reduce la votación.
Si se compara el resultado en votos de la elección de 2023 con las atípicas de Aguachica y Gamarra del año anterior, se concluye que disminuyó la participación en 27% en la primera y en Gamarra solo alcanzó el 45.9% respectivamente. Pero cada caso tiene sus particularidades.
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El hastío, la inconformidad, el desencanto, la apatía y desmotivación del electorado en Chiriguaná, causado por el comportamiento desalmado de una clase política que se dedicó a exprimir el fisco y a amasar riqueza representada en toda clase de bienes, en perjuicio de un pueblo sediento de oportunidades de trabajo y educación, con el paso de los días se ha venido transformando en un sentimiento de repudio a las mentiras y promesas falsas que representan los políticos, los mismos de siempre desde hace 20 años. Hay un generalizado consenso de que todos llegan a cuadrar su bolsillo y no a resolver las necesidades comunes.
Esta vez no se hagan ilusión de los 17.105 votos depositados en octubre de 2023. En aquella oportunidad la concurrencia de elección de diputados, Gobernación, Alcaldía y Concejo movilizaba sentimientos de amistad, simpatía, familiaridad y solidaridad, además de la descarada y perversa compra de votos que tanto daño ha causado.
Ahora el panorama es diferente: el origen político de los aspirantes sin discurso, la conformación de la coalición que los rodea, la práctica de las mismas mañas politiqueras, ha despertado una simpatía alrededor del Voto en blanco como herramienta de castigo a las décadas de defraudación sufridas y soportadas en una renovada esperanza incumplida cada cuatro años.
El Voto en blanco es ese adversario sin rostro, pero igual de efectivo a la hora de expresar desacuerdo o rebeldía, al cual muy seguramente concurrirán de todos los partidos y matices de la militancia política sin que nadie pueda atribuirse propiedad sobre el mismo, él canaliza a descontentos con el gobierno y con la tradicional corrupción dominante.
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Muchos votos cautivos están viajando al voto en blanco, porque no comparten el continuismo y la santificación del delito, otros por el cansancio de la historia repetida, y definitivamente otros no llegarán por fidelidad a sus principios y coherencia de pensamiento político. El día se acerca, amanecerá y veremos.
Por Pedro Miguel Peinado
