Cuando el presidente de la República y el ministro del Interior firmaron  el Decreto 1033, del primero de septiembre de 2021, fijaron ni más ni menos que las reglas para la conformación y el funcionamiento de las áreas metropolitanas en el país, determinando de paso que estas podrán captar recursos del Sistema General de Regalías. 

Seguramente el común de las personas en Valledupar, han oído hablar del Área Metropolitana de Valledupar, posiblemente también, conocerán que la conforman los municipios de Valledupar, Agustín Codazzi, La Paz, Manaure Balcón del Cesar y San Diego, pero lo que muy poca gente podrá contestar con certeza, es qué son las áreas metropolitanas y menos aún qué competencia tienen estas.

Para hablar con claridad, el Área Metropolitana de Valledupar,  ha tenido menos  trascendencia, que las áreas metropolitanas de Medellín o del Valle de Aburrá (Medellín, Bello, Barbosa, Copacabana, La Estrella, Girardota, Itagüí, Caldas, Envigado y Sabaneta), de Barranquilla (Barranquilla, Puerto Colombia, Soledad, Malambo y Galapa), o la de Bucaramanga (Bucaramanga, Floridablanca, Girón y Piedecuesta); incluso que el Área Metropolitana de Centro Occidente (Pereira, Dosquebradas y La Virginia).

Lo cual más que un señalamiento es entendible por ser las áreas mencionadas entidades administrativas de más antigüedad que la de Valledupar y conformadas por municipios de mayor músculo presupuestal. La de Valledupar solamente tendría cabida en términos de comparación con el Área  Metropolitana de Cúcuta (Cúcuta, Villa del Rosario, Los Patios, El Zulia, San Cayetano y Puerto Santander).  

Pero la nueva dinámica normativa del país hace que, en términos de recursos de regalías, se abra una puerta para todas las áreas metropolitanas, y es ahí donde de manera positiva y transparente debe sacar provecho el Área Metropolitana de Valledupar. 

Es una oportunidad para el Área Metropolitana de Valledupar, no una oportunidad para llenarse de excusas, o para construir a puerta cerrada, o para presentar proyectos intrascendentes o de poca utilidad pública o de poco o ningún impacto. Es una oportunidad para que el alcalde de Valledupar, como cabeza del municipio núcleo del área,  y los alcaldes del conjunto de municipios alrededor (Agustín Codazzi, La Paz, Manaure Balcón del Cesar y San Diego), junto con el director del área administrativa, alcancen cosas importantes mediante el aprovechamiento de los recursos de regalías. 

Es una nueva reglamentación que permite que las seis áreas metropolitanas del país puedan presentar proyectos de alto impacto para el desarrollo social de los territorios y acceder a recursos para su ejecución.

También se entiende que deben  estas  entidades estar certificadas por el Ministerio del Interior y partir de un banco de iniciativas que debe estar consagrado en el Plan Integral de Desarrollo Metropolitano y  aprobado por la junta del área, pero el llamado es a que sean proyectos que de verdad presten una utilidad pública y que desde el inicio sean visibles en términos de transparencia.

Alcaldes del Área Metropolitana de Valledupar y director de la misma, se tiene una oportunidad, una ventaja que antes no se tenía,  valdría la pena no dilapidarla, una oportunidad para construir al margen de intereses distintos a la correcta inversión de los recursos de regalías.

Piensen que si bien es cierto, la explotación minera no impacta directamente los municipios del Área Metropolitana de Valledupar, no es menos cierto, que los municipios de las otras áreas mencionadas, están ubicados en departamentos que no tienen el mismo impacto que tiene la minería del carbón en el Cesar.  

Por: José Antonio Soto Murgas