La falta de valores en los jóvenes de la sociedad actual ha traído como consecuencia acciones y comportamientos que han venido erosionando la unidad de la sociedad, creando una crisis a nivel mundial que se traduce en una inestabilidad y carencia de amor y respeto por el otro.
“Cuando los valores se invierten, la sociedad se envilece”.
La falta de valores en los jóvenes de la sociedad actual ha traído como consecuencia acciones y comportamientos que han venido erosionando la unidad de la sociedad, creando una crisis a nivel mundial que se traduce en una inestabilidad y carencia de amor y respeto por el otro.
Históricamente ha faltado la cohesión de Estado, y en su lugar han predominado ínsulas de país o gobiernos de poca entidad como el que don Quijote prometió a Sancho Panza a imitación de las novelas de caballería, con la promesa de dejarlo como gobernador o rey.
Se considera la ”verdad” como un valor ético, pues da sentido al respeto ante los demás hombres, constituye uno de los pilares básicos sobre los que se asienta la conciencia moral de la comunidad y abarca todos los ámbitos de la vida humana.
En la guerra de desinformación se apela a *maquillar los datos* para justificar lo injustificable y defender lo indefendible, por ejemplo, la necesidad de explorar yacimientos de gas natural, cuando el escenario futuro es reducir la quema de este combustible, entonces tenemos suficientes reservas, tema analizado en Valledupar en Foro auspiciado por la Asociación Colombiana de Gas Natural, Naturgas, con un barniz de transición hacia la producción de energías limpias, cuando el gas no lo es, por ser un combustible fósil, *cuya combustión desprende gas carbónico* claro que es menos contaminante que el carbón y el petróleo, los otros dos combustibles fósiles.
Miremos las estadísticas, que nos demuestran que hay reservas de gas hasta 2034, al ritmo del consumo actual, es decir para 11 años, pero la realidad es que en ese lapso la rata del consumo va a desacelerarse por el Pacto Mundial de control a las emisiones de gas carbónico, por lo que la actual reserva de Colombia va a ir mucho más allá de la fecha anotada. Cabe la pregunta: ¿Si seguimos explorando y conseguimos grandes reservas de gas natural, a quién se le va a vender en 2034, y peor, en los años subsiguientes?
La matriz energética de los países, incluida Colombia, va a estar cambiando, con decrecimiento del uso de gas natural y petróleo, por efecto del consumo de la energía solar y eólica para reducir la amenaza real de las emisiones del carbono. Bajo esta realidad puede ser válido que más exploraciones en Colombia no sean tan necesarias, sin embargo, es bueno mejorar los cálculos para la toma de decisiones.
Posdata: Naturgas argumenta la necesidad de aumentar las exploraciones para tener mayor disponibilidad de gas para las cocinas de los campesinos, justificación que no es aceptable, ya que para el campo va a haber gas disponible, teniendo en cuenta que el consumo residencial de gas natural en Colombia es 19,5%, demanda que se haría necesario reducir para disminuir la huella de carbono, panorama que abre la posibilidad de incrementar el uso de estufas eléctricas debido al crecimiento de la producción de energías limpias, lo que reduciría la quema de gas natural en los hogares de las ciudades, liberándose la existencia del mismo.
Por Miguel Aroca Yepes
La falta de valores en los jóvenes de la sociedad actual ha traído como consecuencia acciones y comportamientos que han venido erosionando la unidad de la sociedad, creando una crisis a nivel mundial que se traduce en una inestabilidad y carencia de amor y respeto por el otro.
“Cuando los valores se invierten, la sociedad se envilece”.
La falta de valores en los jóvenes de la sociedad actual ha traído como consecuencia acciones y comportamientos que han venido erosionando la unidad de la sociedad, creando una crisis a nivel mundial que se traduce en una inestabilidad y carencia de amor y respeto por el otro.
Históricamente ha faltado la cohesión de Estado, y en su lugar han predominado ínsulas de país o gobiernos de poca entidad como el que don Quijote prometió a Sancho Panza a imitación de las novelas de caballería, con la promesa de dejarlo como gobernador o rey.
Se considera la ”verdad” como un valor ético, pues da sentido al respeto ante los demás hombres, constituye uno de los pilares básicos sobre los que se asienta la conciencia moral de la comunidad y abarca todos los ámbitos de la vida humana.
En la guerra de desinformación se apela a *maquillar los datos* para justificar lo injustificable y defender lo indefendible, por ejemplo, la necesidad de explorar yacimientos de gas natural, cuando el escenario futuro es reducir la quema de este combustible, entonces tenemos suficientes reservas, tema analizado en Valledupar en Foro auspiciado por la Asociación Colombiana de Gas Natural, Naturgas, con un barniz de transición hacia la producción de energías limpias, cuando el gas no lo es, por ser un combustible fósil, *cuya combustión desprende gas carbónico* claro que es menos contaminante que el carbón y el petróleo, los otros dos combustibles fósiles.
Miremos las estadísticas, que nos demuestran que hay reservas de gas hasta 2034, al ritmo del consumo actual, es decir para 11 años, pero la realidad es que en ese lapso la rata del consumo va a desacelerarse por el Pacto Mundial de control a las emisiones de gas carbónico, por lo que la actual reserva de Colombia va a ir mucho más allá de la fecha anotada. Cabe la pregunta: ¿Si seguimos explorando y conseguimos grandes reservas de gas natural, a quién se le va a vender en 2034, y peor, en los años subsiguientes?
La matriz energética de los países, incluida Colombia, va a estar cambiando, con decrecimiento del uso de gas natural y petróleo, por efecto del consumo de la energía solar y eólica para reducir la amenaza real de las emisiones del carbono. Bajo esta realidad puede ser válido que más exploraciones en Colombia no sean tan necesarias, sin embargo, es bueno mejorar los cálculos para la toma de decisiones.
Posdata: Naturgas argumenta la necesidad de aumentar las exploraciones para tener mayor disponibilidad de gas para las cocinas de los campesinos, justificación que no es aceptable, ya que para el campo va a haber gas disponible, teniendo en cuenta que el consumo residencial de gas natural en Colombia es 19,5%, demanda que se haría necesario reducir para disminuir la huella de carbono, panorama que abre la posibilidad de incrementar el uso de estufas eléctricas debido al crecimiento de la producción de energías limpias, lo que reduciría la quema de gas natural en los hogares de las ciudades, liberándose la existencia del mismo.
Por Miguel Aroca Yepes