La evolución energética del mundo está definida por la agenda del cambio climático hacia una economía limpia. Debemos tener una estrategia que funcione.
La evolución energética del mundo está definida por la agenda del cambio climático hacia una economía limpia. Debemos tener una estrategia que funcione. Barranquilla, por ejemplo, se convertirá en epicentro energético y desarrollará estrategias para nuevas energías. La Guajira seguirá como centro de producción de energías tradicionales basadas en el gas y carbón, también de nuevas energías no fósiles.
Esta transición será orientada por el necesario viraje hacia nuevas fuentes de energía basadas en el agua, el sol, y el aire. La nueva matriz de energías renovables con nuevas tecnologías, como baterías recargables, avanzan por el calentamiento global con metas concretas. Para el año 2035 debe haber una “descarbonización total” que obligará a grandes inversiones en todo el universo. También se deben expedir normas y hacer acuerdos que evolucionen más rápido las nuevas comercializadoras de energía limpia.
Los nuevos proyectos de energías estarán basados en el hidrógeno verde, energía eólica y solar estarán ubicados especialmente en el Caribe. Se invertirá la matriz energética tradicional y acabará la dependencia de la energía hidráulica del interior del país. Habrá nuevas oportunidades de negocios, se logrará la suficiencia energética con mayor confiabilidad.
Es interesante entender qué nuevas posibilidades de proyectos energéticos hidráulicos están limitadas, por eso es necesario dar este viraje y pensar en nuevas fuentes de energía. Se dificultará el crecimiento de energía hidráulica por las altas inversiones necesarias para almacenar agua. El sistema tendrá que pensar cómo será su expansión futura. El sistema energético colombiano está basado en la actual fortaleza de la energía hidráulica, pero las energías renovables se duplicarán para el año 2050. Colombia y el Caribe tienen también grandes ventajas en estas nuevas fuentes de energía.
La energía eólica es superior porque el viento se genera en temporadas diferentes a las lluvias. Hay vientos fuertes en diferentes épocas del año. Cuándo hay vientos no hay lluvias. Tampoco deja de soplar el viento por las noches que es uno de los inconvenientes de la energía solar. Es una fuente privilegiada.
Hay que estudiar el papel de los minerales críticos en esta transición energética con la meta de bajar el carbono y así salvaguardar la fortaleza energética de cada país. Por ejemplo, en Estados Unidos la crisis climática no ha ocurrido de la noche a la mañana, a pesar de ello, aún no tienen alternativas viables para mejorar el intercambio de energías.
En el mar Caribe tenemos inmensas posibilidades no solo de gas, también sol y vientos con su energía eólica y energías basadas en el hidrógeno. La transición energética será muy favorable en el Caribe.
Los vehículos eléctricos se acelerarán y bajará el consumo de petróleo. Para el año 2035 los carros deben ser eléctricos lo que tendrá un impacto muy grande por la exigencia de bajar las emisiones de CO2 y descarbonizar el transporte. Hasta ese momento será la máxima demanda de petróleo, luego vendría su declive.
El gas natural acaba de ser señalado como un energético verde que no contamina y tendremos en 2035 más de 600.000 vehículos movidos por gas natural. En el futuro los carros eléctricos también tendrán su auge y disminuirán los vehículos de combustible fósil.
Por último, hay que pensar seriamente que en la región Caribe debemos construir las obras necesarias para proteger nuestras ciudades del aumento del nivel del agua en los océanos que seguramente hará que algunas de nuestras ciudades se inunden. Todo eso lo tendremos que anticipar.
Por Eduardo Verano De La rosa
La evolución energética del mundo está definida por la agenda del cambio climático hacia una economía limpia. Debemos tener una estrategia que funcione.
La evolución energética del mundo está definida por la agenda del cambio climático hacia una economía limpia. Debemos tener una estrategia que funcione. Barranquilla, por ejemplo, se convertirá en epicentro energético y desarrollará estrategias para nuevas energías. La Guajira seguirá como centro de producción de energías tradicionales basadas en el gas y carbón, también de nuevas energías no fósiles.
Esta transición será orientada por el necesario viraje hacia nuevas fuentes de energía basadas en el agua, el sol, y el aire. La nueva matriz de energías renovables con nuevas tecnologías, como baterías recargables, avanzan por el calentamiento global con metas concretas. Para el año 2035 debe haber una “descarbonización total” que obligará a grandes inversiones en todo el universo. También se deben expedir normas y hacer acuerdos que evolucionen más rápido las nuevas comercializadoras de energía limpia.
Los nuevos proyectos de energías estarán basados en el hidrógeno verde, energía eólica y solar estarán ubicados especialmente en el Caribe. Se invertirá la matriz energética tradicional y acabará la dependencia de la energía hidráulica del interior del país. Habrá nuevas oportunidades de negocios, se logrará la suficiencia energética con mayor confiabilidad.
Es interesante entender qué nuevas posibilidades de proyectos energéticos hidráulicos están limitadas, por eso es necesario dar este viraje y pensar en nuevas fuentes de energía. Se dificultará el crecimiento de energía hidráulica por las altas inversiones necesarias para almacenar agua. El sistema tendrá que pensar cómo será su expansión futura. El sistema energético colombiano está basado en la actual fortaleza de la energía hidráulica, pero las energías renovables se duplicarán para el año 2050. Colombia y el Caribe tienen también grandes ventajas en estas nuevas fuentes de energía.
La energía eólica es superior porque el viento se genera en temporadas diferentes a las lluvias. Hay vientos fuertes en diferentes épocas del año. Cuándo hay vientos no hay lluvias. Tampoco deja de soplar el viento por las noches que es uno de los inconvenientes de la energía solar. Es una fuente privilegiada.
Hay que estudiar el papel de los minerales críticos en esta transición energética con la meta de bajar el carbono y así salvaguardar la fortaleza energética de cada país. Por ejemplo, en Estados Unidos la crisis climática no ha ocurrido de la noche a la mañana, a pesar de ello, aún no tienen alternativas viables para mejorar el intercambio de energías.
En el mar Caribe tenemos inmensas posibilidades no solo de gas, también sol y vientos con su energía eólica y energías basadas en el hidrógeno. La transición energética será muy favorable en el Caribe.
Los vehículos eléctricos se acelerarán y bajará el consumo de petróleo. Para el año 2035 los carros deben ser eléctricos lo que tendrá un impacto muy grande por la exigencia de bajar las emisiones de CO2 y descarbonizar el transporte. Hasta ese momento será la máxima demanda de petróleo, luego vendría su declive.
El gas natural acaba de ser señalado como un energético verde que no contamina y tendremos en 2035 más de 600.000 vehículos movidos por gas natural. En el futuro los carros eléctricos también tendrán su auge y disminuirán los vehículos de combustible fósil.
Por último, hay que pensar seriamente que en la región Caribe debemos construir las obras necesarias para proteger nuestras ciudades del aumento del nivel del agua en los océanos que seguramente hará que algunas de nuestras ciudades se inunden. Todo eso lo tendremos que anticipar.
Por Eduardo Verano De La rosa