Se perfila ésta como la primera política pública nacional con tecnología de punta para la reactivación integral del campo, con miras a generar productividad, competitividad, empleos e ingresos para mejorar la disponibilidad y el manejo del recurso hídrico en épocas de sequía, a través del aprovechamiento de las zonas potenciales de agua subterránea en reservorios, aguas lluvias y aguas superficiales.
Descartado el embalse Besotes por el tema ambiental, el Cesar comenzó a ensayar un ambicioso sistema de riego con victorias tempranas, basado en el modelo hídrico de Ceará, Estado al noreste de Brasil, privilegiado con canales de irrigación, obras que iniciaron en 1994, justo hace 30 años, y se consolidaron en más de 156 grandes reservorios, donde solo uno de ellos es 18 veces más grande que la ciénaga de Zapatosa, junto a otros 100 mil de menor capacidad, con sistemas de conducción superior a los 1.500 kilómetros incluyendo canales de interconexión.
Se perfila ésta como la primera política pública nacional con tecnología de punta para la reactivación integral del campo, con miras a generar productividad, competitividad, empleos e ingresos para mejorar la disponibilidad y el manejo del recurso hídrico en épocas de sequía, a través del aprovechamiento de las zonas potenciales de agua subterránea en reservorios, aguas lluvias y aguas superficiales.
En criterio del secretario de Agricultura, José Francisco Sequeda y el director del CDT, José Emilio Osorio, receptores de conocimientos en la Secretaría de Recursos Hídricos en Brasil, es una experiencia maravillosa para hacer de este territorio el más productivo en temas ganaderos, agrícolas y pecuarios, que sin duda se constituye en un ejemplo a seguir en un departamento que como el Cesar dispone de una gran riqueza hídrica, con los ríos que nacen en la Sierra Nevada de Santa Marta, la Serranía del Perijá y la ciénaga de Zapatosa, el complejo de agua dulce más grande de Colombia.
Es de recordar, que en el departamento del Cesar, está el proyecto Agricel, en la vereda El Toco, jurisdicción del municipio de San Diego, con tecnología en pivote central, reserva de agua, esquema asociativo y un aliado comercial que garantiza la compra del producto final, enfocado a irrigar 400 hectáreas para dinamizar la economía agrícola, sobre todo en el contexto actual marcado por el cambio climático y la escasez de recursos hídricos, un papel fundamental para garantizar la seguridad alimentaria.
Agricel integra 13 minidistritos de riego que se comenzaron a trabajar en el Cesar en 2019 dentro de un esquema de acciones estratégicas a corto, mediano y largo plazo, atadas a Usaid para potenciar con créditos del Banco Interamericano de Desarrollo BID y el Banco Mundial, una vez se tengan los estudios y diseños del hiperproyecto.
Al vaivén de las improvisaciones y a merced del tiempo el mejor ministro de Agricultura es San Pedro, célebre frase que acuñó estando al frente de esa cartera, Carlos Ossa Escobar. Esperar que San Pedro mande la lluvia es improvisar, pero con un sistema de riego se puede ampliar la frontera agrícola y garantizar la seguridad alimentaria, antídoto de la inflación que incrementa el costo de vida.
Para esta empresa el gobierno del Cesar conjuga tres estrategias: Sueño, Acción y Visión. El sueño no lleva a la acción, no tiene compromiso; no tiene coste, pero tampoco beneficio. La visión, cuando es clara, actúa como una fuerza impulsora que nos empuja a ponernos en movimiento. Además, los sueños suelen llevar consigo una cierta frustración por lo que pudo ser y no fue.
Besotes pudo ser y no fue, pese al desgaste en estudios y diseños durante más de medio siglo, porque choca con la política de vida del presidente Petro, basada en el ecosistema, ya que según predicciones de la misma ciencia, el cambio climático y el calentamiento global acabarán con la humanidad, de ahí las directrices de la Onu y el Acuerdo de Paris para ir descarbonizando el planeta, llevar a su más mínima expresión los recursos fósiles y optar por energías limpias.
Por: Miguel Aroca Yepes.
Se perfila ésta como la primera política pública nacional con tecnología de punta para la reactivación integral del campo, con miras a generar productividad, competitividad, empleos e ingresos para mejorar la disponibilidad y el manejo del recurso hídrico en épocas de sequía, a través del aprovechamiento de las zonas potenciales de agua subterránea en reservorios, aguas lluvias y aguas superficiales.
Descartado el embalse Besotes por el tema ambiental, el Cesar comenzó a ensayar un ambicioso sistema de riego con victorias tempranas, basado en el modelo hídrico de Ceará, Estado al noreste de Brasil, privilegiado con canales de irrigación, obras que iniciaron en 1994, justo hace 30 años, y se consolidaron en más de 156 grandes reservorios, donde solo uno de ellos es 18 veces más grande que la ciénaga de Zapatosa, junto a otros 100 mil de menor capacidad, con sistemas de conducción superior a los 1.500 kilómetros incluyendo canales de interconexión.
Se perfila ésta como la primera política pública nacional con tecnología de punta para la reactivación integral del campo, con miras a generar productividad, competitividad, empleos e ingresos para mejorar la disponibilidad y el manejo del recurso hídrico en épocas de sequía, a través del aprovechamiento de las zonas potenciales de agua subterránea en reservorios, aguas lluvias y aguas superficiales.
En criterio del secretario de Agricultura, José Francisco Sequeda y el director del CDT, José Emilio Osorio, receptores de conocimientos en la Secretaría de Recursos Hídricos en Brasil, es una experiencia maravillosa para hacer de este territorio el más productivo en temas ganaderos, agrícolas y pecuarios, que sin duda se constituye en un ejemplo a seguir en un departamento que como el Cesar dispone de una gran riqueza hídrica, con los ríos que nacen en la Sierra Nevada de Santa Marta, la Serranía del Perijá y la ciénaga de Zapatosa, el complejo de agua dulce más grande de Colombia.
Es de recordar, que en el departamento del Cesar, está el proyecto Agricel, en la vereda El Toco, jurisdicción del municipio de San Diego, con tecnología en pivote central, reserva de agua, esquema asociativo y un aliado comercial que garantiza la compra del producto final, enfocado a irrigar 400 hectáreas para dinamizar la economía agrícola, sobre todo en el contexto actual marcado por el cambio climático y la escasez de recursos hídricos, un papel fundamental para garantizar la seguridad alimentaria.
Agricel integra 13 minidistritos de riego que se comenzaron a trabajar en el Cesar en 2019 dentro de un esquema de acciones estratégicas a corto, mediano y largo plazo, atadas a Usaid para potenciar con créditos del Banco Interamericano de Desarrollo BID y el Banco Mundial, una vez se tengan los estudios y diseños del hiperproyecto.
Al vaivén de las improvisaciones y a merced del tiempo el mejor ministro de Agricultura es San Pedro, célebre frase que acuñó estando al frente de esa cartera, Carlos Ossa Escobar. Esperar que San Pedro mande la lluvia es improvisar, pero con un sistema de riego se puede ampliar la frontera agrícola y garantizar la seguridad alimentaria, antídoto de la inflación que incrementa el costo de vida.
Para esta empresa el gobierno del Cesar conjuga tres estrategias: Sueño, Acción y Visión. El sueño no lleva a la acción, no tiene compromiso; no tiene coste, pero tampoco beneficio. La visión, cuando es clara, actúa como una fuerza impulsora que nos empuja a ponernos en movimiento. Además, los sueños suelen llevar consigo una cierta frustración por lo que pudo ser y no fue.
Besotes pudo ser y no fue, pese al desgaste en estudios y diseños durante más de medio siglo, porque choca con la política de vida del presidente Petro, basada en el ecosistema, ya que según predicciones de la misma ciencia, el cambio climático y el calentamiento global acabarán con la humanidad, de ahí las directrices de la Onu y el Acuerdo de Paris para ir descarbonizando el planeta, llevar a su más mínima expresión los recursos fósiles y optar por energías limpias.
Por: Miguel Aroca Yepes.