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Columnista - 19 enero, 2020

Efraín Quintero Araujo

Caballero a carta cabal Efraín Quintero Araujo, un conversador de lujo muy elegante y cordial. Era un portento caudal historiaba la región. La palabra era su don, una llovizna en sus labios, y lo llamaban el sabio por su agradable expresión. Efraín Quintero, lejos fue un cronista sin papel, hablaba del coronel Clemente Quintero, El […]

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            I

Caballero a carta cabal
Efraín Quintero Araujo,
un conversador de lujo
muy elegante y cordial.
Era un portento caudal
historiaba la región.
La palabra era su don,
una llovizna en sus labios,
y lo llamaban el sabio
por su agradable expresión.

            II

Efraín Quintero, lejos
fue un cronista sin papel,
hablaba del coronel
Clemente Quintero, El Viejo.
Con ojos de catalejo,
él muy bien lo describía:
su abuelo con valentía
defendió sus ideales,
luchó por los liberales
la Guerra de Los Mil Días.

    III

Al caballo paso fino
montaba con maestría,
y leyendas conocía
de viajeros y caminos.
Valoraba al campesino,
al ganadero, al poeta;
su mente era completa
para diversos saberes,
y en los diarios quehaceres
muy preciso en la saeta.

IV

Era un líder mesurado
que respetaba La Ley;
en la amistad era un rey
por todos muy apreciado.
En el amor consagrado
a su edén Valledupar
y a la reina del hogar
bella Graciela Molina:
de sonrisa matutina,
luz perenne de su altar.

Columnista
19 enero, 2020

Efraín Quintero Araujo

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Atuesta Mindiola

Caballero a carta cabal Efraín Quintero Araujo, un conversador de lujo muy elegante y cordial. Era un portento caudal historiaba la región. La palabra era su don, una llovizna en sus labios, y lo llamaban el sabio por su agradable expresión. Efraín Quintero, lejos fue un cronista sin papel, hablaba del coronel Clemente Quintero, El […]


            I

Caballero a carta cabal
Efraín Quintero Araujo,
un conversador de lujo
muy elegante y cordial.
Era un portento caudal
historiaba la región.
La palabra era su don,
una llovizna en sus labios,
y lo llamaban el sabio
por su agradable expresión.

            II

Efraín Quintero, lejos
fue un cronista sin papel,
hablaba del coronel
Clemente Quintero, El Viejo.
Con ojos de catalejo,
él muy bien lo describía:
su abuelo con valentía
defendió sus ideales,
luchó por los liberales
la Guerra de Los Mil Días.

    III

Al caballo paso fino
montaba con maestría,
y leyendas conocía
de viajeros y caminos.
Valoraba al campesino,
al ganadero, al poeta;
su mente era completa
para diversos saberes,
y en los diarios quehaceres
muy preciso en la saeta.

IV

Era un líder mesurado
que respetaba La Ley;
en la amistad era un rey
por todos muy apreciado.
En el amor consagrado
a su edén Valledupar
y a la reina del hogar
bella Graciela Molina:
de sonrisa matutina,
luz perenne de su altar.