Me alegro con los triunfos y logros de mis semejantes, sus victorias verdaderamente las siento mías y cuando son mis paisanos y amigos, obviamente muchísimo más. Crecí al lado de José Darío Martínez Acosta, que casi nadie de quien se trata, pero si digo Chabuco, medio mundo sabe de quien hablo. Cogiendo mangos y almendras, […]
Me alegro con los triunfos y logros de mis semejantes, sus victorias verdaderamente las siento mías y cuando son mis paisanos y amigos, obviamente muchísimo más. Crecí al lado de José Darío Martínez Acosta, que casi nadie de quien se trata, pero si digo Chabuco, medio mundo sabe de quien hablo.
Cogiendo mangos y almendras, cazando lagartijas, iguanas y palomas en los solares, jugando trompo, boliche y tantos otros juegos muchas veces comimos del mismo plato, él en mi casa, y yo en la de él, deleitándonos con la sazón exquisita de su mamá Mary y sobre todo de la matrona “La Vieja Aura Acosta” su abuela, quien para mí, al igual que para el resto de la muchachada del barrio Santana, sus hermanos, los míos y el resto de la “manada” de vecinos, especialmente mis primos los Ackerman Sánchez, algo si recuerdo con mucho cariño, es que jamás peleamos, pues nosotros fuimos y aun somos de una total empatía y camaradería.
Chabuco es de alma melodiosa, en sus genes tiene los acordes de la guitarra sentida de Hugues Martínez, crecí junto a él y de su hermana “La Chabuca” de quien heredó tempranamente el cariñoso remoquete, y esta a su vez de la famosa cantautora peruana; Chabuca Granda, de quien tomó prestado su nombre artístico el viejo Hugues, me imagino que, por la popularidad de la limeña, con sus otros hermanos de padre y madre, Hugues Rafael y “Payo” también compartí, pero no tanto, pues eran mayores. Chabuco pasaba largas temporadas en Manaure, por eso a veces nos distanciábamos, pero hoy día con ese amigo que es como un hermano y con quien mantengo una amistad que cada dia se fortalece y se acrecienta, en la actualidad y con una destacada hoja de vida; Chabu se ha convertido más que un músico, en un musicazo, pues su talento innato le ha permito codearse y trabajar al lado de grandes de la música mundial en producciones y conciertos, Rosario Flores, Alejandro Sanz, José Miguel Carmona, Horacio Hernández, Enrique Purizaga, Fonseca, Andrés Cepeda, y muchos otros, en mi humilde concepto su mérito más grande como artista es que está paseando respetuosa y elegantemente por varios célebres géneros musicales al vallenato: bolero, jazz, y flamenco, bossa nova, son cubano, lo cual confirma la teoría de la universalidad de nuestro hermoso folclor y mostrando una arriesgada pero exitosa formula de combinar géneros sin dañar la esencia de ninguno, exteriorizando una inteligencia y madurez musical, que realmente sorprenden, todo estas bien logradas innovaciones lo que hacen es traerle más adeptos a la música vallenata. Ahora con su nuevo trabajo llamado Encuentro, Chabuco batea nuevamente de “home run”.
La grabación inició en abril de 2017 en Sao Paulo, Brasil y contó con la participación del español Alejandro Sanz, el dominicano Vicente García, el famoso pianista brasileño Zé Godoy y José Quiñones como cuota colombiana, ya lo escuché completico, y lo recomiendo a ojos cerrados pues es un trabajo “mágico” lleno de profesionalismo, de sentimiento puro, se nota a leguas que fue hecho con muchas ganas, sus versiones clásicos como Amor Sensible y Ausencia son bellísimas, recordemos que Chabuco viene “de aquel pasado de canciones y ternura y desgrana con cada nota sus bellos llenos de eternidad”. Dios te bendiga hermano, te conserve humilde y te recuerde que eres tan afortunado que Dios te premió con tres madres.
Me alegro con los triunfos y logros de mis semejantes, sus victorias verdaderamente las siento mías y cuando son mis paisanos y amigos, obviamente muchísimo más. Crecí al lado de José Darío Martínez Acosta, que casi nadie de quien se trata, pero si digo Chabuco, medio mundo sabe de quien hablo. Cogiendo mangos y almendras, […]
Me alegro con los triunfos y logros de mis semejantes, sus victorias verdaderamente las siento mías y cuando son mis paisanos y amigos, obviamente muchísimo más. Crecí al lado de José Darío Martínez Acosta, que casi nadie de quien se trata, pero si digo Chabuco, medio mundo sabe de quien hablo.
Cogiendo mangos y almendras, cazando lagartijas, iguanas y palomas en los solares, jugando trompo, boliche y tantos otros juegos muchas veces comimos del mismo plato, él en mi casa, y yo en la de él, deleitándonos con la sazón exquisita de su mamá Mary y sobre todo de la matrona “La Vieja Aura Acosta” su abuela, quien para mí, al igual que para el resto de la muchachada del barrio Santana, sus hermanos, los míos y el resto de la “manada” de vecinos, especialmente mis primos los Ackerman Sánchez, algo si recuerdo con mucho cariño, es que jamás peleamos, pues nosotros fuimos y aun somos de una total empatía y camaradería.
Chabuco es de alma melodiosa, en sus genes tiene los acordes de la guitarra sentida de Hugues Martínez, crecí junto a él y de su hermana “La Chabuca” de quien heredó tempranamente el cariñoso remoquete, y esta a su vez de la famosa cantautora peruana; Chabuca Granda, de quien tomó prestado su nombre artístico el viejo Hugues, me imagino que, por la popularidad de la limeña, con sus otros hermanos de padre y madre, Hugues Rafael y “Payo” también compartí, pero no tanto, pues eran mayores. Chabuco pasaba largas temporadas en Manaure, por eso a veces nos distanciábamos, pero hoy día con ese amigo que es como un hermano y con quien mantengo una amistad que cada dia se fortalece y se acrecienta, en la actualidad y con una destacada hoja de vida; Chabu se ha convertido más que un músico, en un musicazo, pues su talento innato le ha permito codearse y trabajar al lado de grandes de la música mundial en producciones y conciertos, Rosario Flores, Alejandro Sanz, José Miguel Carmona, Horacio Hernández, Enrique Purizaga, Fonseca, Andrés Cepeda, y muchos otros, en mi humilde concepto su mérito más grande como artista es que está paseando respetuosa y elegantemente por varios célebres géneros musicales al vallenato: bolero, jazz, y flamenco, bossa nova, son cubano, lo cual confirma la teoría de la universalidad de nuestro hermoso folclor y mostrando una arriesgada pero exitosa formula de combinar géneros sin dañar la esencia de ninguno, exteriorizando una inteligencia y madurez musical, que realmente sorprenden, todo estas bien logradas innovaciones lo que hacen es traerle más adeptos a la música vallenata. Ahora con su nuevo trabajo llamado Encuentro, Chabuco batea nuevamente de “home run”.
La grabación inició en abril de 2017 en Sao Paulo, Brasil y contó con la participación del español Alejandro Sanz, el dominicano Vicente García, el famoso pianista brasileño Zé Godoy y José Quiñones como cuota colombiana, ya lo escuché completico, y lo recomiendo a ojos cerrados pues es un trabajo “mágico” lleno de profesionalismo, de sentimiento puro, se nota a leguas que fue hecho con muchas ganas, sus versiones clásicos como Amor Sensible y Ausencia son bellísimas, recordemos que Chabuco viene “de aquel pasado de canciones y ternura y desgrana con cada nota sus bellos llenos de eternidad”. Dios te bendiga hermano, te conserve humilde y te recuerde que eres tan afortunado que Dios te premió con tres madres.