Hoy comienza el cese al fuego y de hostilidades bilateral temporal entre el Ejército de Liberación Nacional, ELN, y el gobierno nacional en el marco de los diálogos de paz que se desarrollan en Quito, Ecuador, para ponerle fin, también, a las actividades armadas de este grupo subversivo, así como se logró con la guerrilla […]
Hoy comienza el cese al fuego y de hostilidades bilateral temporal entre el Ejército de Liberación Nacional, ELN, y el gobierno nacional en el marco de los diálogos de paz que se desarrollan en Quito, Ecuador, para ponerle fin, también, a las actividades armadas de este grupo subversivo, así como se logró con la guerrilla de las Farc que hoy transita por la vía del postconflicto, después de que se firmara el Acuerdo de Paz.
El país necesita una paz completa, y este acuerdo logrado en la mesa de negociación con el ELN, puede indicar que las conversaciones van por buen camino, a pesar de las dificultades, de los altibajos y desencuentros que han tenido en Quito.
El gesto de las partes es valioso y llega en un momento oportuno, de cara a elecciones de Congreso y Presidente de la República, en un escenario de transición político, judicial y comunitario. El país en adelante no será el mismo, en menos de un año se firmó la paz con las Farc, se cayeron las máscaras de las altas cortes por cuenta de la corrupción, y se devela un perverso juego de corrupción en el interior del establecimiento de la mano de la firma Odebrecht. No puede ser peor el escenario.
El presidente Juan Manuel Santos firmó el viernes anterior el decreto que pone en marcha el cese al fuego y de hostilidades bilateral temporal con el ELN a partir de hoy domingo primero de octubre. Le ordenó al Ministro de Defensa, a las Fuerzas Militares y a la Policía un cese al fuego con el ELN.
La experiencia colombiana es de éxito con los acuerdos de cese al fuego y de hostilidades, a pesar de las dificultades. Es mejor negociar así, que bajo el fuego, porque en este caso, significa que el ELN tiene que dejar de secuestrar, reclutar menores, sembrar minas, de atacar la infraestructura y, por supuesto, debe cesar toda acción ofensiva contra las Fuerzas Armadas y contra la Policía.
Es la primera vez que está guerrilla acuerda un cese al fuego, y se nota que no es tan fácil, tanto que están mostrando su beligerancia en las zonas donde tienen mayor presencia. El Cesar no es ajeno a su accionar, especialmente en el centro y sur del departamento, donde en el último año han mostrado poder armado, como en Río de Oro, Pailitas, Pelaya,
Celebramos el propósito humanitario de este acuerdo, para proteger principalmente a la población civil, para defender sus derechos y sus libertades, que tendrá un Mecanismo de Veeduría y Verificación con la participación del Gobierno Nacional, la Fuerza Pública, el ELN, las Naciones Unidas y la Iglesia Católica, que tendrá como función prevenir e informar sobre los incidentes que pongan en riesgo el acuerdo.
Hoy comienza el cese al fuego y de hostilidades bilateral temporal entre el Ejército de Liberación Nacional, ELN, y el gobierno nacional en el marco de los diálogos de paz que se desarrollan en Quito, Ecuador, para ponerle fin, también, a las actividades armadas de este grupo subversivo, así como se logró con la guerrilla […]
Hoy comienza el cese al fuego y de hostilidades bilateral temporal entre el Ejército de Liberación Nacional, ELN, y el gobierno nacional en el marco de los diálogos de paz que se desarrollan en Quito, Ecuador, para ponerle fin, también, a las actividades armadas de este grupo subversivo, así como se logró con la guerrilla de las Farc que hoy transita por la vía del postconflicto, después de que se firmara el Acuerdo de Paz.
El país necesita una paz completa, y este acuerdo logrado en la mesa de negociación con el ELN, puede indicar que las conversaciones van por buen camino, a pesar de las dificultades, de los altibajos y desencuentros que han tenido en Quito.
El gesto de las partes es valioso y llega en un momento oportuno, de cara a elecciones de Congreso y Presidente de la República, en un escenario de transición político, judicial y comunitario. El país en adelante no será el mismo, en menos de un año se firmó la paz con las Farc, se cayeron las máscaras de las altas cortes por cuenta de la corrupción, y se devela un perverso juego de corrupción en el interior del establecimiento de la mano de la firma Odebrecht. No puede ser peor el escenario.
El presidente Juan Manuel Santos firmó el viernes anterior el decreto que pone en marcha el cese al fuego y de hostilidades bilateral temporal con el ELN a partir de hoy domingo primero de octubre. Le ordenó al Ministro de Defensa, a las Fuerzas Militares y a la Policía un cese al fuego con el ELN.
La experiencia colombiana es de éxito con los acuerdos de cese al fuego y de hostilidades, a pesar de las dificultades. Es mejor negociar así, que bajo el fuego, porque en este caso, significa que el ELN tiene que dejar de secuestrar, reclutar menores, sembrar minas, de atacar la infraestructura y, por supuesto, debe cesar toda acción ofensiva contra las Fuerzas Armadas y contra la Policía.
Es la primera vez que está guerrilla acuerda un cese al fuego, y se nota que no es tan fácil, tanto que están mostrando su beligerancia en las zonas donde tienen mayor presencia. El Cesar no es ajeno a su accionar, especialmente en el centro y sur del departamento, donde en el último año han mostrado poder armado, como en Río de Oro, Pailitas, Pelaya,
Celebramos el propósito humanitario de este acuerdo, para proteger principalmente a la población civil, para defender sus derechos y sus libertades, que tendrá un Mecanismo de Veeduría y Verificación con la participación del Gobierno Nacional, la Fuerza Pública, el ELN, las Naciones Unidas y la Iglesia Católica, que tendrá como función prevenir e informar sobre los incidentes que pongan en riesgo el acuerdo.