Aunque han pasado casi dos décadas desde que empezó el contrato entre la Concesión de Alumbrado Público y la Alcaldía de Valledupar muchos son los sectores de la ciudad que se mantienen a oscuras.
En Valleduparmensualmente son reportadas 1.200 quejas relacionadas con el sistema alumbrado público en parques, calles y callejones, cifra que denota un panorama oscuro en una ciudad que crece vertiginosamente.
Aunqueel gerente de la Concesión de Alumbrado Público, JaysonPenso,asegura que a todas las quejas se les da respuesta, hay quienes lo desmienten al afirmar que en el momento de buscar una solución para el tema de oscuridad en su comunidad, no hay agilidad en las respuestas.
“Se tiran la pelotica”, manifesta Gilma Restrepo, residente del barrio San Joaquín, quien explica que pese a haber solicitado en repetidas ocasiones la instalación o mantenimiento de las luminarias que están sobre la carrera 14, no ha tenido una respuesta favorable.
“Esta calle es demasiado oscura por dos razones:los árboles están muy tupidos y la luminarias no reciben mantenimiento desde hace mucho tiempo. Considero que se deberían instalar unas nuevas luces que le den vida a este sector, pero cuando uno va y hace la petición, los encargados se tiran la pelotica; los de la concesión dicen que le corresponde a la Alcaldía y ellos que a la Concesión”, cuenta Restrepo.
Desde otro punto de la ciudad, Carolina Muñoz, habitante de La Nevada, indica que “debido a la oscuridad en la mayoría de las calles de este sector hay mucha inseguridad”.
El representante de la concesión explica qué ocurre cuando la comunidad pide instalación o mantenimiento de sus redes de alumbrado público.
“Si la Alcaldía ordena y gira los recursos para una expansión se hace, de lo contrario la concesión está imposibilitada para llevarla a cabo; eso por la simple razón de que la concesión se encarga solo del mantenimiento y reparación. El problema en Valledupar radica en que la administración municipal no exige a los urbanizadores un adecuado alumbrado público en sus proyectos de vivienda. Por ejemplo: en una luminaria de sodio de 60 vatios en un poste de ocho metros, para que el alumbrado sea constante, la distancia entre un poste y otro debe ser máximo de 17 metros y al hacer un muestreo en las urbanizaciones se observan distancia entre 30 y 35 metros, lo que genera el efecto cebra”, manifiestaPenso, en su calidad degerente comercial y de relaciones públicas de la Concesión de Alumbrado Público de Valledupar.
Desde el inicio de la concesión, que se remonta al mes de marzo de 1997, este negocio desde el punto de vista financiero para el municipio se justificaba en retornar la inversión del concesionario con el ahorro de energía que se obtuviera.
“Cuando empezó la concesión Valledupar tenía un promedio de 77 kilovatios hora por luminaria y con la repotenciación se redujo a 54 kilovatios horas, esta reducción en el consumo de energía era un ahorro para el municipio que le permitía retornar la inversión que hizo el concesionario para el alumbrado público de la época, el cual tuvo una inversión de dos millones de dólares”, agregóel representante.
Fue así como en Valledupar se logró pasar de las luminarias obsoletas tecnológicamente, como lo son las incandescentes, de mercurio y alógenas, a luminarias de vapor de sodio de alta presión, repotencializandoasí el sistema de alumbrado en toda la ciudad.
El contrato se pactó inicialmente por un término de 15 años, a mediados de la década pasada y en el mandato del entonces gobernador Hernando Molina Araujo, desarrolló proyectos de alumbrado público, entre ellos: ciclorutas, iluminación a las salidas de Valledupar, los alrededores del Parque de la Leyenda Vallenata y la vía El Rincón. Inversiones que para ese momento el municipio no tenía capacidad para pagar la energía que demandaba la expansión hecha por la gobernación, tampoco la operación y mantenimiento porque desbordaba las capacidades del flujo financiero y la administración propuso una restructuración financiera, pidiéndole al concesionario 10 años más de plazo para que le aceptaran el pago de sus inversiones.
“Eso se interpretó como una prórroga del contrato, pero el contrato no es de obra pública, es un contrato eminentemente financiero donde el objeto principal del contrato de concesión es la operación y el mantenimiento, con una condición contractual de que se debe tener mínimo el 90 por ciento de las luminarias encendidas”, acotaPenso.
Actualmente, Valledupar tiene un inventario promedio de 30 mil luminarias en la cabecera municipal y 24 corregimientos. Sabana Crespo es el único corregimiento que no cuenta con energía eléctrica y por ende tampoco con alumbrado público.
EL PILÓN pudo conocer que la concesión recibe alrededor de 600 millones de pesos mensuales, los cuales son recaudados por el Municipio a través de la empresa prestadora del servicio de energía, Electricaribe.
Sin embargo, en cuanto a los recursos destinados para la expansión, que provienen del excedente de alumbrado público mensual, el gerente comercial de la Concesión de Alumbrado Público, asegura que son insuficientes.
“Proyectos como el de la carrera 44, carrera 27, 450 años y modernización de la salida Fundación, están por el orden de los 7 mil millones de pesos y los recaudos por excedente de alumbrado público mensual del municipio no suman 100 millones. Entonces, los recursos los tiene que comprometer un ente territorial de mayor nivel.
Recordemos que el municipio está en Ley 550 de restructuración de pasivos y con dicha ley tiene muchas dificultades de endeudamiento”, explicó.
En este punto, se podría decir que aparece una falencia en la ejecución de algunos contratos, donde no es contemplada la instalación de este servicio esencial. Uno de los ejemplos más palpables y el más reciente es el de recién inaugurada calle 44, proyecto que ejecutó el Sistema Integrado de Transporte de Valledupar, Siva, el cual no contempló la instalación de las luminarias, razón por la que hoy dicho sector está a oscuras.
“Apesar de que las obras de la malla vial deben hacerse con concretos de alta especificación y todo el amueblamiento urbano, incluyendo alumbrado público, este quedó sin dueño. Nadie lo financia, razón por la que se necesitaría excedentes de recaudos de impuesto de alumbrado público, con otros recursos del presupuesto municipal o los provenientes del convenio interadministrativo. (Gobernación y Alcaldía) para poder llevarlo a cabo, porque el flujo financiero de la concesión no da para instalar una luminaria más y esta es una competencia institucional y legal del Municipio pero según su capacidad económica”, dice JaysonPenso.
Al respecto, el SIVA aclaró que:“De conformidad a lo establecido en el Documento CONPES 3656 de 2010, así como lo señalado en el Convenio de Cofinanciación firmado entre la Nación, el Municipio de Valledupar y el
Departamento del Cesar, establecen que los aportes para la puesta en marcha del proyecto que hoy ejecuta la empresa, tienen una destinación específica para la construcción de vías y espacios públicos. En este sentido, el Sistema Integrado de Transporte de Valledupar SIVA S.A:S., no puede invertir los recursos del proyecto en la construcción de alumbrado público, redes de acueducto, alcantarillado sanitario y pluvial, redes eléctricas, ni mucho menos su soterranización”, explicó KatrizzaMorelli,gerente del Siva.
La funcionaria agregó, “ahora bien, frente a la solicitud de instalación de alumbrado público sobre el corredor vial de la calle 44, y su conexión con la carrera cuarta, nos corresponde decir que este servicio está concesionado por el Municipio de Valledupar, por lo que es a la Concesión de Alumbrado Público a la que le correspondería hacer dicha intervención, o en su defecto el Municipio de Valledupar”.
El impuesto de alumbrado público que tiene el municipio contratado, su facturación y recaudo con la empresa Electricaribe y está tasado en un acuerdo del 053 del año 1999en un 10 % del valor de la energía para el uso residencial de la energía y un 14 % para el uso no residencial. Aunque hace cuatro años hubo una modificación al estatuto tributario, cambiando los porcentajes se mantuvo la equivalencia.
La energía que consumen las luminarias de alumbrado público, según lo explicó el funcionario, está por el orden de 500 y 550 millones de pesos mensuales. El municipio con esos recursos le paga al concesionario la operación y el mantenimiento y paga a la empresa interventora de la concesión (Unión Temporal Interventoría del Valle).
En el último informe de gestión entregado a la Secretaría de Hacienda, por parte de la Fiduciaria que recibe los recursos recaudados por Electricaribe, dejó en manifiesto una deuda de 50 millones de pesos, a razón del suministro y modernización del sistema de alumbrado público con postes ornamentales y tecnología Led en la avenida Badillo, entre la glorieta del Obelisco y la glorieta del Terminal de Transporte, la cual fue instalada desde el 11 de junio del 2014.
El documento contempla: “Con ocasión a la suscripción del convenio interadministrativo 2013-03-0026 de concurrencia suscrito entre el departamento del Cesar y el municipio de Valledupar. Sobre el particular, nos permitimos informar que desde el 10 de julio de 2014, el Fideicomiso no ha vuelto a percibir dineros por este concepto, lo cual no ha permitido cancelar en su totalidad la Factura No. 1604, que a la fecha presenta un saldo por pagar en la contabilidad del Fideicomiso por el orden de los $50.000.000,00, saldo que hemos venido informando mes a mes, tanto al Fideicomitente, como al municipio de Valledupar”.
Entre tanto, el secretario de Hacienda, Eudes Fuentes, asegura que la administración tiene proyectado recaudar anualmente 19 mil millones de pesos, una cifra que durante el 2016 estuvo a punto de ser superada al recaudar 18.500 millones a través de la fiduciaria.
La primera generación de alumbrado público en el país se originó por directiva del Ministerio de Minas y Energía para repotenciar el sistema de iluminación pública de los municipios, remplazando luminarias obsoletas tecnológicamente, como las luminarias incandescentes, de mercurio y alógenas por luminarias de vapor de sodio de alta presión.
Alrededor de 600 millones de pesos mensuales por la operación y mantenimiento en Valledupar, paga la administración municipal a la Concesión de Alumbrado Público.
Por Jennifer Polo / EL PILÓN
Aunque han pasado casi dos décadas desde que empezó el contrato entre la Concesión de Alumbrado Público y la Alcaldía de Valledupar muchos son los sectores de la ciudad que se mantienen a oscuras.
En Valleduparmensualmente son reportadas 1.200 quejas relacionadas con el sistema alumbrado público en parques, calles y callejones, cifra que denota un panorama oscuro en una ciudad que crece vertiginosamente.
Aunqueel gerente de la Concesión de Alumbrado Público, JaysonPenso,asegura que a todas las quejas se les da respuesta, hay quienes lo desmienten al afirmar que en el momento de buscar una solución para el tema de oscuridad en su comunidad, no hay agilidad en las respuestas.
“Se tiran la pelotica”, manifesta Gilma Restrepo, residente del barrio San Joaquín, quien explica que pese a haber solicitado en repetidas ocasiones la instalación o mantenimiento de las luminarias que están sobre la carrera 14, no ha tenido una respuesta favorable.
“Esta calle es demasiado oscura por dos razones:los árboles están muy tupidos y la luminarias no reciben mantenimiento desde hace mucho tiempo. Considero que se deberían instalar unas nuevas luces que le den vida a este sector, pero cuando uno va y hace la petición, los encargados se tiran la pelotica; los de la concesión dicen que le corresponde a la Alcaldía y ellos que a la Concesión”, cuenta Restrepo.
Desde otro punto de la ciudad, Carolina Muñoz, habitante de La Nevada, indica que “debido a la oscuridad en la mayoría de las calles de este sector hay mucha inseguridad”.
El representante de la concesión explica qué ocurre cuando la comunidad pide instalación o mantenimiento de sus redes de alumbrado público.
“Si la Alcaldía ordena y gira los recursos para una expansión se hace, de lo contrario la concesión está imposibilitada para llevarla a cabo; eso por la simple razón de que la concesión se encarga solo del mantenimiento y reparación. El problema en Valledupar radica en que la administración municipal no exige a los urbanizadores un adecuado alumbrado público en sus proyectos de vivienda. Por ejemplo: en una luminaria de sodio de 60 vatios en un poste de ocho metros, para que el alumbrado sea constante, la distancia entre un poste y otro debe ser máximo de 17 metros y al hacer un muestreo en las urbanizaciones se observan distancia entre 30 y 35 metros, lo que genera el efecto cebra”, manifiestaPenso, en su calidad degerente comercial y de relaciones públicas de la Concesión de Alumbrado Público de Valledupar.
Desde el inicio de la concesión, que se remonta al mes de marzo de 1997, este negocio desde el punto de vista financiero para el municipio se justificaba en retornar la inversión del concesionario con el ahorro de energía que se obtuviera.
“Cuando empezó la concesión Valledupar tenía un promedio de 77 kilovatios hora por luminaria y con la repotenciación se redujo a 54 kilovatios horas, esta reducción en el consumo de energía era un ahorro para el municipio que le permitía retornar la inversión que hizo el concesionario para el alumbrado público de la época, el cual tuvo una inversión de dos millones de dólares”, agregóel representante.
Fue así como en Valledupar se logró pasar de las luminarias obsoletas tecnológicamente, como lo son las incandescentes, de mercurio y alógenas, a luminarias de vapor de sodio de alta presión, repotencializandoasí el sistema de alumbrado en toda la ciudad.
El contrato se pactó inicialmente por un término de 15 años, a mediados de la década pasada y en el mandato del entonces gobernador Hernando Molina Araujo, desarrolló proyectos de alumbrado público, entre ellos: ciclorutas, iluminación a las salidas de Valledupar, los alrededores del Parque de la Leyenda Vallenata y la vía El Rincón. Inversiones que para ese momento el municipio no tenía capacidad para pagar la energía que demandaba la expansión hecha por la gobernación, tampoco la operación y mantenimiento porque desbordaba las capacidades del flujo financiero y la administración propuso una restructuración financiera, pidiéndole al concesionario 10 años más de plazo para que le aceptaran el pago de sus inversiones.
“Eso se interpretó como una prórroga del contrato, pero el contrato no es de obra pública, es un contrato eminentemente financiero donde el objeto principal del contrato de concesión es la operación y el mantenimiento, con una condición contractual de que se debe tener mínimo el 90 por ciento de las luminarias encendidas”, acotaPenso.
Actualmente, Valledupar tiene un inventario promedio de 30 mil luminarias en la cabecera municipal y 24 corregimientos. Sabana Crespo es el único corregimiento que no cuenta con energía eléctrica y por ende tampoco con alumbrado público.
EL PILÓN pudo conocer que la concesión recibe alrededor de 600 millones de pesos mensuales, los cuales son recaudados por el Municipio a través de la empresa prestadora del servicio de energía, Electricaribe.
Sin embargo, en cuanto a los recursos destinados para la expansión, que provienen del excedente de alumbrado público mensual, el gerente comercial de la Concesión de Alumbrado Público, asegura que son insuficientes.
“Proyectos como el de la carrera 44, carrera 27, 450 años y modernización de la salida Fundación, están por el orden de los 7 mil millones de pesos y los recaudos por excedente de alumbrado público mensual del municipio no suman 100 millones. Entonces, los recursos los tiene que comprometer un ente territorial de mayor nivel.
Recordemos que el municipio está en Ley 550 de restructuración de pasivos y con dicha ley tiene muchas dificultades de endeudamiento”, explicó.
En este punto, se podría decir que aparece una falencia en la ejecución de algunos contratos, donde no es contemplada la instalación de este servicio esencial. Uno de los ejemplos más palpables y el más reciente es el de recién inaugurada calle 44, proyecto que ejecutó el Sistema Integrado de Transporte de Valledupar, Siva, el cual no contempló la instalación de las luminarias, razón por la que hoy dicho sector está a oscuras.
“Apesar de que las obras de la malla vial deben hacerse con concretos de alta especificación y todo el amueblamiento urbano, incluyendo alumbrado público, este quedó sin dueño. Nadie lo financia, razón por la que se necesitaría excedentes de recaudos de impuesto de alumbrado público, con otros recursos del presupuesto municipal o los provenientes del convenio interadministrativo. (Gobernación y Alcaldía) para poder llevarlo a cabo, porque el flujo financiero de la concesión no da para instalar una luminaria más y esta es una competencia institucional y legal del Municipio pero según su capacidad económica”, dice JaysonPenso.
Al respecto, el SIVA aclaró que:“De conformidad a lo establecido en el Documento CONPES 3656 de 2010, así como lo señalado en el Convenio de Cofinanciación firmado entre la Nación, el Municipio de Valledupar y el
Departamento del Cesar, establecen que los aportes para la puesta en marcha del proyecto que hoy ejecuta la empresa, tienen una destinación específica para la construcción de vías y espacios públicos. En este sentido, el Sistema Integrado de Transporte de Valledupar SIVA S.A:S., no puede invertir los recursos del proyecto en la construcción de alumbrado público, redes de acueducto, alcantarillado sanitario y pluvial, redes eléctricas, ni mucho menos su soterranización”, explicó KatrizzaMorelli,gerente del Siva.
La funcionaria agregó, “ahora bien, frente a la solicitud de instalación de alumbrado público sobre el corredor vial de la calle 44, y su conexión con la carrera cuarta, nos corresponde decir que este servicio está concesionado por el Municipio de Valledupar, por lo que es a la Concesión de Alumbrado Público a la que le correspondería hacer dicha intervención, o en su defecto el Municipio de Valledupar”.
El impuesto de alumbrado público que tiene el municipio contratado, su facturación y recaudo con la empresa Electricaribe y está tasado en un acuerdo del 053 del año 1999en un 10 % del valor de la energía para el uso residencial de la energía y un 14 % para el uso no residencial. Aunque hace cuatro años hubo una modificación al estatuto tributario, cambiando los porcentajes se mantuvo la equivalencia.
La energía que consumen las luminarias de alumbrado público, según lo explicó el funcionario, está por el orden de 500 y 550 millones de pesos mensuales. El municipio con esos recursos le paga al concesionario la operación y el mantenimiento y paga a la empresa interventora de la concesión (Unión Temporal Interventoría del Valle).
En el último informe de gestión entregado a la Secretaría de Hacienda, por parte de la Fiduciaria que recibe los recursos recaudados por Electricaribe, dejó en manifiesto una deuda de 50 millones de pesos, a razón del suministro y modernización del sistema de alumbrado público con postes ornamentales y tecnología Led en la avenida Badillo, entre la glorieta del Obelisco y la glorieta del Terminal de Transporte, la cual fue instalada desde el 11 de junio del 2014.
El documento contempla: “Con ocasión a la suscripción del convenio interadministrativo 2013-03-0026 de concurrencia suscrito entre el departamento del Cesar y el municipio de Valledupar. Sobre el particular, nos permitimos informar que desde el 10 de julio de 2014, el Fideicomiso no ha vuelto a percibir dineros por este concepto, lo cual no ha permitido cancelar en su totalidad la Factura No. 1604, que a la fecha presenta un saldo por pagar en la contabilidad del Fideicomiso por el orden de los $50.000.000,00, saldo que hemos venido informando mes a mes, tanto al Fideicomitente, como al municipio de Valledupar”.
Entre tanto, el secretario de Hacienda, Eudes Fuentes, asegura que la administración tiene proyectado recaudar anualmente 19 mil millones de pesos, una cifra que durante el 2016 estuvo a punto de ser superada al recaudar 18.500 millones a través de la fiduciaria.
La primera generación de alumbrado público en el país se originó por directiva del Ministerio de Minas y Energía para repotenciar el sistema de iluminación pública de los municipios, remplazando luminarias obsoletas tecnológicamente, como las luminarias incandescentes, de mercurio y alógenas por luminarias de vapor de sodio de alta presión.
Alrededor de 600 millones de pesos mensuales por la operación y mantenimiento en Valledupar, paga la administración municipal a la Concesión de Alumbrado Público.
Por Jennifer Polo / EL PILÓN