Los resultados de la nueva metodología, presentados el mes pasado, muestran que la pobreza en Valledupar estaba subestimada, lo que quiere decir que era mayor a lo que anteriormente se pensaba. Antes las cifras decían que para el 2019, el 34,7 % de los vallenatos eran pobres por ingresos monetarios, resulta que en realidad la cifra es de 40,8 %.
La pobreza puede ser medida de dos maneras. La primera se llama pobreza monetaria, que se mide a partir de los ingresos que tienen las familias; y la segunda es la pobreza multidimensional, que se cuantifica en términos del bienestar de los hogares (salud, educación, vivienda, trabajo y atención a la niñez).
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Tener un diagnóstico claro de la situación de pobreza en el país es una prioridad para tomar mejores decisiones que ataquen este flagelo. En octubre, el DANE presentó los resultados de la aplicación de una nueva metodología que busca una medición más precisa de la pobreza monetaria reconociendo las diferencias entre ciudades.
Desde CESORE, en alianza con EL PILÓN, queremos presentar este informe llamando la atención porque los nuevos resultados muestran que la pobreza monetaria en Valledupar era mayor a lo calculado anteriormente y aumentó durante el 2019.
Hay dos formas como se puede ver la pobreza monetaria: como pobreza o como pobreza extrema. Para definir quién es pobre o no, existen unas líneas específicas que establece el DANE. Un hogar de 4 personas en Valledupar que tenga ingresos mensuales inferiores a $1.307.620 pesos se clasifica como pobre; y si los ingresos del mes no superan los $523.112, entonces se entiende que ese hogar se encuentra en pobreza extrema.
Los resultados de la nueva metodología, presentados el mes pasado, muestran que la pobreza en Valledupar estaba subestimada, lo que quiere decir que era mayor a lo que anteriormente se pensaba. Antes las cifras decían que para el 2019, el 34,7 % de los vallenatos eran pobres por ingresos monetarios, resulta que en realidad la cifra es de 40,8 % (Gráfica 1).
Si partimos que la población del 2019 para Valledupar era de 513.685 habitantes, con las cifras de pobreza antigua había 178.248 pobres; con las de ahora, en realidad hay 209.583 personas en situación de pobreza, es decir, hay más de 31.000 pobres que no se estaban contabilizando en las cifras oficiales de pobreza.
No dejes de leer: El Cesar fracasó en la lucha contra la pobreza: ¿década perdida?
Para la pobreza monetaria extrema la diferencia entre las metodologías es menor. Para el 2019, con la metodología antigua el porcentaje de pobres extremos vallenatos era del 9 % y con la nueva es del 9,4 % (Gráfica 2), lo que equivale a una diferencia de 2.055 pobres extremos que tampoco se estaban teniendo en cuenta en los reportes sobre pobreza para Valledupar. Entonces hay un total de 48.286 pobres extremos en Valledupar, que es una población en la indigencia y en el hambre.
Las cifras muestran que desde el 2015 la incidencia de la pobreza monetaria vallenata ha venido creciendo, llegando a estar por encima del nivel nacional. Lo que es más preocupante es que para los últimos tres años no hay señales de que la pobreza deje de aumentar (Gráfica 3).
El panorama no mejora para la pobreza extrema. Valledupar siempre había estado por debajo del nivel nacional, pero para el 2019 las cifras de la pobreza extrema valduparense parecen haber alcanzado las cifras del total del país.
Entre las 23 ciudades principales, Valledupar es la séptima con mayor incidencia de pobreza monetaria (Gráfica 5). Es importante resaltar que Riohacha y Santa Marta tienen cifras más altas comparadas con Valledupar. Por lo que se puede decir que en la región Caribe, Valledupar es la tercera ciudad con mayor pobreza monetaria. También debe resaltarse que la ciudad se encuentra en niveles de pobreza por encima del promedio nacional.
Para la pobreza extrema, la situación es similar, con la diferencia que Valledupar se encuentra levemente por debajo del nivel nacional. Pero se mantiene como la sexta ciudad del país con mayor incidencia de pobreza extrema y la tercera de la región Caribe.
Finalmente, al comparar los resultados del 2019 con el año anterior, se encuentra que solamente seis ciudades del país lograron reducir la pobreza: Pasto, Quibdó, Neiva, Armenia, Cartagena y Tunja. Desafortunadamente, en Valledupar se presentó un aumento de 0,6 p.p., que equivale a más de 3.000 personas que entraron en la pobreza el año pasado.
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Más notorio aún es el crecimiento de la pobreza extrema en Valledupar, que aumentó 2 p.p., entre 2018 y 2019, lo que corresponde a más de 10.000 personas que se clasifican como pobres extremos, muchos de los cuales pasaron de pobres a pobres extremos.
Dada la población proyectada para el 2019, el 40,8 % quiere decir que 209.583 personas son pobres monetarios y de ellos 48.311 son pobres extremos. Esta nueva imagen de la pobreza vallenata debe ser motivo de preocupación y de prioridad tanto del Gobierno nacional como de la Alcaldía local, después de contar con una nueva metodología que se aproxima de forma más precisa a la realidad de la pobreza de la ciudad.
No debe olvidarse que esta era la situación de la pobreza para el 2019. Teniendo en cuenta que la pandemia por el covid-19 ha afectado la actividad económica por las medidas de confinamiento que se tomaron en el transcurso del 2020, más la crisis del sector carbonífero, del cual depende el 42% del PIB cesarense, el panorama que se avecina para la pobreza vallenata es más preocupante, pues muchas personas van a perder sus empleos y ver reducidos sus ingresos. Si hay menos ingresos y oportunidades de trabajo, se espera un aumento sostenido de la pobreza y pobreza extrema, cuyo combate debe convertirse en la prioridad de la agenda pública y de la discusión en la ciudad
Para decirlo en pocas palabras, hay más pobres de los que se pensaba antes, aumentaron entre el 2018 y 2019, y adicionalmente, la pandemia del covid-19 y la crisis carbonífera van a agudizar la situación. Este es un llamado urgente a todas las instancias de la sociedad, en fijar su atención en la pobreza de la ciudad. Necesitamos acciones concretas y contundentes que ayuden a disminuir la pobreza y la pobreza extrema vallenata y hay que comenzar con la generación de empleo.
EL alcalde Mello Castro recibió una pésima herencia, es claro el deterioro de la pobreza en los últimos 5 años, a los que se le ha sumado este año una doble crisis: la pandemia y el desbarajuste de la industria carbonífera. Por lo tanto, es momento de construir conjuntamente: Gobierno nacional y departamental, sector privado, Concejo de Valledupar y Asamblea Departamental, universidades, trabajadores y centros de investigación.
Que cada uno aporte desde su orilla, ojalá bajo la coordinación de la Alcaldía. Inversión en obras públicas es lo prioritario para generar empleo; capacitación y formación pertinente para el trabajo para muchos desempleados que apenas son bachilleres; y facilidades para el inversionista, en términos fiscales, financieros, de tramitología y transparencia, son las tres herramientas que nos pueden ayudar a empezar a salir de la crisis en que estamos.
Por: Cesore.com
Informe Especial para EL PILÓN.
Los resultados de la nueva metodología, presentados el mes pasado, muestran que la pobreza en Valledupar estaba subestimada, lo que quiere decir que era mayor a lo que anteriormente se pensaba. Antes las cifras decían que para el 2019, el 34,7 % de los vallenatos eran pobres por ingresos monetarios, resulta que en realidad la cifra es de 40,8 %.
La pobreza puede ser medida de dos maneras. La primera se llama pobreza monetaria, que se mide a partir de los ingresos que tienen las familias; y la segunda es la pobreza multidimensional, que se cuantifica en términos del bienestar de los hogares (salud, educación, vivienda, trabajo y atención a la niñez).
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Tener un diagnóstico claro de la situación de pobreza en el país es una prioridad para tomar mejores decisiones que ataquen este flagelo. En octubre, el DANE presentó los resultados de la aplicación de una nueva metodología que busca una medición más precisa de la pobreza monetaria reconociendo las diferencias entre ciudades.
Desde CESORE, en alianza con EL PILÓN, queremos presentar este informe llamando la atención porque los nuevos resultados muestran que la pobreza monetaria en Valledupar era mayor a lo calculado anteriormente y aumentó durante el 2019.
Hay dos formas como se puede ver la pobreza monetaria: como pobreza o como pobreza extrema. Para definir quién es pobre o no, existen unas líneas específicas que establece el DANE. Un hogar de 4 personas en Valledupar que tenga ingresos mensuales inferiores a $1.307.620 pesos se clasifica como pobre; y si los ingresos del mes no superan los $523.112, entonces se entiende que ese hogar se encuentra en pobreza extrema.
Los resultados de la nueva metodología, presentados el mes pasado, muestran que la pobreza en Valledupar estaba subestimada, lo que quiere decir que era mayor a lo que anteriormente se pensaba. Antes las cifras decían que para el 2019, el 34,7 % de los vallenatos eran pobres por ingresos monetarios, resulta que en realidad la cifra es de 40,8 % (Gráfica 1).
Si partimos que la población del 2019 para Valledupar era de 513.685 habitantes, con las cifras de pobreza antigua había 178.248 pobres; con las de ahora, en realidad hay 209.583 personas en situación de pobreza, es decir, hay más de 31.000 pobres que no se estaban contabilizando en las cifras oficiales de pobreza.
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Para la pobreza monetaria extrema la diferencia entre las metodologías es menor. Para el 2019, con la metodología antigua el porcentaje de pobres extremos vallenatos era del 9 % y con la nueva es del 9,4 % (Gráfica 2), lo que equivale a una diferencia de 2.055 pobres extremos que tampoco se estaban teniendo en cuenta en los reportes sobre pobreza para Valledupar. Entonces hay un total de 48.286 pobres extremos en Valledupar, que es una población en la indigencia y en el hambre.
Las cifras muestran que desde el 2015 la incidencia de la pobreza monetaria vallenata ha venido creciendo, llegando a estar por encima del nivel nacional. Lo que es más preocupante es que para los últimos tres años no hay señales de que la pobreza deje de aumentar (Gráfica 3).
El panorama no mejora para la pobreza extrema. Valledupar siempre había estado por debajo del nivel nacional, pero para el 2019 las cifras de la pobreza extrema valduparense parecen haber alcanzado las cifras del total del país.
Entre las 23 ciudades principales, Valledupar es la séptima con mayor incidencia de pobreza monetaria (Gráfica 5). Es importante resaltar que Riohacha y Santa Marta tienen cifras más altas comparadas con Valledupar. Por lo que se puede decir que en la región Caribe, Valledupar es la tercera ciudad con mayor pobreza monetaria. También debe resaltarse que la ciudad se encuentra en niveles de pobreza por encima del promedio nacional.
Para la pobreza extrema, la situación es similar, con la diferencia que Valledupar se encuentra levemente por debajo del nivel nacional. Pero se mantiene como la sexta ciudad del país con mayor incidencia de pobreza extrema y la tercera de la región Caribe.
Finalmente, al comparar los resultados del 2019 con el año anterior, se encuentra que solamente seis ciudades del país lograron reducir la pobreza: Pasto, Quibdó, Neiva, Armenia, Cartagena y Tunja. Desafortunadamente, en Valledupar se presentó un aumento de 0,6 p.p., que equivale a más de 3.000 personas que entraron en la pobreza el año pasado.
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Más notorio aún es el crecimiento de la pobreza extrema en Valledupar, que aumentó 2 p.p., entre 2018 y 2019, lo que corresponde a más de 10.000 personas que se clasifican como pobres extremos, muchos de los cuales pasaron de pobres a pobres extremos.
Dada la población proyectada para el 2019, el 40,8 % quiere decir que 209.583 personas son pobres monetarios y de ellos 48.311 son pobres extremos. Esta nueva imagen de la pobreza vallenata debe ser motivo de preocupación y de prioridad tanto del Gobierno nacional como de la Alcaldía local, después de contar con una nueva metodología que se aproxima de forma más precisa a la realidad de la pobreza de la ciudad.
No debe olvidarse que esta era la situación de la pobreza para el 2019. Teniendo en cuenta que la pandemia por el covid-19 ha afectado la actividad económica por las medidas de confinamiento que se tomaron en el transcurso del 2020, más la crisis del sector carbonífero, del cual depende el 42% del PIB cesarense, el panorama que se avecina para la pobreza vallenata es más preocupante, pues muchas personas van a perder sus empleos y ver reducidos sus ingresos. Si hay menos ingresos y oportunidades de trabajo, se espera un aumento sostenido de la pobreza y pobreza extrema, cuyo combate debe convertirse en la prioridad de la agenda pública y de la discusión en la ciudad
Para decirlo en pocas palabras, hay más pobres de los que se pensaba antes, aumentaron entre el 2018 y 2019, y adicionalmente, la pandemia del covid-19 y la crisis carbonífera van a agudizar la situación. Este es un llamado urgente a todas las instancias de la sociedad, en fijar su atención en la pobreza de la ciudad. Necesitamos acciones concretas y contundentes que ayuden a disminuir la pobreza y la pobreza extrema vallenata y hay que comenzar con la generación de empleo.
EL alcalde Mello Castro recibió una pésima herencia, es claro el deterioro de la pobreza en los últimos 5 años, a los que se le ha sumado este año una doble crisis: la pandemia y el desbarajuste de la industria carbonífera. Por lo tanto, es momento de construir conjuntamente: Gobierno nacional y departamental, sector privado, Concejo de Valledupar y Asamblea Departamental, universidades, trabajadores y centros de investigación.
Que cada uno aporte desde su orilla, ojalá bajo la coordinación de la Alcaldía. Inversión en obras públicas es lo prioritario para generar empleo; capacitación y formación pertinente para el trabajo para muchos desempleados que apenas son bachilleres; y facilidades para el inversionista, en términos fiscales, financieros, de tramitología y transparencia, son las tres herramientas que nos pueden ayudar a empezar a salir de la crisis en que estamos.
Por: Cesore.com
Informe Especial para EL PILÓN.