Acontecimientos previos anunciaron que, el año 2020, sería muy complicado en muchas latitudes del mundo terrenal. Ante tal realidad, no son nada halagüeños los riesgos que amenazan a los respectivos habitantes. De veraz, quisiera ser optimista, pero me lo impide la polarización ideológica tan extrema de la humanidad, especialmente entre los políticos que gobiernan a […]
Acontecimientos previos anunciaron que, el año 2020, sería muy complicado en muchas latitudes del mundo terrenal. Ante tal realidad, no son nada halagüeños los riesgos que amenazan a los respectivos habitantes.
De veraz, quisiera ser optimista, pero me lo impide la polarización ideológica tan extrema de la humanidad, especialmente entre los políticos que gobiernan a sus países con abusos de poder, cuyas acciones desmedidas generan enormes inconformidades difíciles de apaciguar.
Los actos indebidos más reprobables son la injusticia social, las violaciones de los derechos humanos, las limitaciones de las libertades, las usurpaciones de las oportunidades de superaciones personales y colectivas, la impunidad de la criminalidad y demás vejámenes que atentan contra la dignidad humana.
Sin embargo, algunos personajes cuando llegan al poder gubernativo se le agiganta el ego a un nivel irracional, cuyas actuaciones ignoran los principios democráticos, menoscaban los valores morales con inmenso menosprecio de la ética y de la independencia de poderes.
A Estados Unidos, considerado como el país más poderoso del planeta tierra, lo gobierna el multimillonario, Donald Trump, quien es ejemplo evidente de esos personajes que ostentan el poder sin suficientes méritos, valiéndose de argucias y populismo.
Por su mal comportamiento, el congreso de su país le está haciendo juicio político, que ya fue aprobado en la Cámara de Representantes, donde la mayoría de sus miembros pertenecen al partido Demócrata, ahora, el juicio paso al senado con mayoría de republicanos partidarios del presidente Trump. Seguramente, en este escenario lo absolverán con encubrimiento de sus desmanes.
En nuestro país el presidente es Iván Duque, quien accedió al poder gubernamental por el aval del partido Centro Democrático. Sin cualidades, igual que Donald Trump. En las encuestas, la gestión del presidente Duque es calificada como pésima, incluso algunos altos integrantes de su partido lo critican arduamente porque no ha dado la talla, según lo acordado en el apoyo otorgado.
Es respaldado por el presidente Trump, en vista de que es uno de sus mejores aliados en la lucha por destronar al dictador Nicolás Maduro de Venezuela. Alianza que aumenta el peligro de que en Colombia se cometan más actos terroristas.
En la reciente visita de Mike Pompeo, el secretario de Estado del presidente Trump, a Colombia fue vetada la presencia de, Francisco Santos, embajador de Colombia en Estados Unidos, posiblemente por sus declaraciones inmoderadas en contra de Donald Trump. La orden de que no asistiera fue proferida por la cancillería colombiana. Exigencia que provocó la renuncia de Francisco Santos de dicha embajada.
Esta es una prueba más del mal gobierno del presidente Iván Duque, porque al susodicho embajador debió sacarlo inmediatamente de sus descalificadoras declaraciones. Pareciera que la hoja de vida del nuevo embajador en Estados Unidos la están revisando con lupa, pues todavía no ha sido nombrado.
El otro problemón que tiene el presidente Duque es el impedimento del continuo asesinato de líderes o activistas sociales y de las constantes marchas en las principales ciudades con la petición de la solución de más de 100 inconvenientes primordiales, tarea bien difícil de resolver en un país con miles dificultades.
Acontecimientos previos anunciaron que, el año 2020, sería muy complicado en muchas latitudes del mundo terrenal. Ante tal realidad, no son nada halagüeños los riesgos que amenazan a los respectivos habitantes. De veraz, quisiera ser optimista, pero me lo impide la polarización ideológica tan extrema de la humanidad, especialmente entre los políticos que gobiernan a […]
Acontecimientos previos anunciaron que, el año 2020, sería muy complicado en muchas latitudes del mundo terrenal. Ante tal realidad, no son nada halagüeños los riesgos que amenazan a los respectivos habitantes.
De veraz, quisiera ser optimista, pero me lo impide la polarización ideológica tan extrema de la humanidad, especialmente entre los políticos que gobiernan a sus países con abusos de poder, cuyas acciones desmedidas generan enormes inconformidades difíciles de apaciguar.
Los actos indebidos más reprobables son la injusticia social, las violaciones de los derechos humanos, las limitaciones de las libertades, las usurpaciones de las oportunidades de superaciones personales y colectivas, la impunidad de la criminalidad y demás vejámenes que atentan contra la dignidad humana.
Sin embargo, algunos personajes cuando llegan al poder gubernativo se le agiganta el ego a un nivel irracional, cuyas actuaciones ignoran los principios democráticos, menoscaban los valores morales con inmenso menosprecio de la ética y de la independencia de poderes.
A Estados Unidos, considerado como el país más poderoso del planeta tierra, lo gobierna el multimillonario, Donald Trump, quien es ejemplo evidente de esos personajes que ostentan el poder sin suficientes méritos, valiéndose de argucias y populismo.
Por su mal comportamiento, el congreso de su país le está haciendo juicio político, que ya fue aprobado en la Cámara de Representantes, donde la mayoría de sus miembros pertenecen al partido Demócrata, ahora, el juicio paso al senado con mayoría de republicanos partidarios del presidente Trump. Seguramente, en este escenario lo absolverán con encubrimiento de sus desmanes.
En nuestro país el presidente es Iván Duque, quien accedió al poder gubernamental por el aval del partido Centro Democrático. Sin cualidades, igual que Donald Trump. En las encuestas, la gestión del presidente Duque es calificada como pésima, incluso algunos altos integrantes de su partido lo critican arduamente porque no ha dado la talla, según lo acordado en el apoyo otorgado.
Es respaldado por el presidente Trump, en vista de que es uno de sus mejores aliados en la lucha por destronar al dictador Nicolás Maduro de Venezuela. Alianza que aumenta el peligro de que en Colombia se cometan más actos terroristas.
En la reciente visita de Mike Pompeo, el secretario de Estado del presidente Trump, a Colombia fue vetada la presencia de, Francisco Santos, embajador de Colombia en Estados Unidos, posiblemente por sus declaraciones inmoderadas en contra de Donald Trump. La orden de que no asistiera fue proferida por la cancillería colombiana. Exigencia que provocó la renuncia de Francisco Santos de dicha embajada.
Esta es una prueba más del mal gobierno del presidente Iván Duque, porque al susodicho embajador debió sacarlo inmediatamente de sus descalificadoras declaraciones. Pareciera que la hoja de vida del nuevo embajador en Estados Unidos la están revisando con lupa, pues todavía no ha sido nombrado.
El otro problemón que tiene el presidente Duque es el impedimento del continuo asesinato de líderes o activistas sociales y de las constantes marchas en las principales ciudades con la petición de la solución de más de 100 inconvenientes primordiales, tarea bien difícil de resolver en un país con miles dificultades.