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Crónica - 29 junio, 2019

Una nueva historia de la Iglesia católica se construye en la catedral

La catedral Santo Eccehomo es signo de la vitalidad de la Iglesia, que se congrega entorno al obispo buscando la comunión y la participación del Cuerpo de Cristo.

Bien dice Pablo Neruda en su poema El Sol, que el astro del día se extiende en los campos del camino para mostrar su majestad, es ese mismo el que llega cada mañana a la catedral Santo Eccehomo de Valledupar y se ensancha por medio de los vitrales, mostrando el camino de la luz divina que guía los pasos de la Diócesis de Valledupar y de los feligreses al construir la catedral más grande del país.

Con solo un paso en la obra que ha revolucionado la fe de los católicos de la ciudad se descubre la historia del desarrollo de los santos sacramentos, el camino a la cruz y la Trinidad de Dios que profesa la fe católica, y la magia que te atrapa para seguir descubriendo cada detalle de la majestuosa obra que refleja la fe de Sor Margarita María Alacoque, cuando en sus visiones de Dios lograba descansar sobre el Sagrado Corazón de Jesús y es que la Diócesis de Valledupar refleja en su trabajo que los feligreses encuentren descanso en el templo que será inaugurado el 24 de agosto de este año.

“Esta catedral nació en el corazón de los obispos tanto de monseñor José Agustín Valbuena como del monseñor Oscar José Vélez Isaza, quienes han impulsado la construcción de este templo para el desarrollo de la evangelización que ha llegado este corazón de las personas que les permitió descubrir la vitalidad de la Iglesia de Valledupar”, señaló Iver Alfonso de la Cruz, sacerdote encargado de la obra de la catedral.

DESDE ADENTRO

Es que a primera vista encanta luciendo imponente y capaz de fascinar al más incrédulo. No solo su tamaño o altura, es su diseño moderno que se abre espacio en una arquitectura vallenata que no posee un templo o sitio de encuentro cerrado de igual magnitud.

Bien lo expresa el padre encargado del desarrollo de la obra con sus ojos ilusionados en la construcción de un templo fuerte con vitalidad para recibir a los más de seis mil vallenatos que se reúnen para las ordenaciones y las celebraciones que convoca el santo padre.

hLuego de entrar se entrelazan las historias que cuentan los más de 10 vitrales que hablan del agua y la sangre de Cristo derramada en la cruz, la cultura vallenata al son de la caja, guacharaca y acordeón, la resurrección que tiene la tierra cuando en marzo inician las lluvias que florecen los cañahuates y el patrono de Valledupar, Santo Eccehomo.

La historia de este centro litúrgico dio paso en mayo del 2013 e inicio el 7 de noviembre del 2015 con planos que fueron cambiando conforme el Espíritu Santo guiaba a los miembros de la Diócesis y arquitectos.

IGLESIA, FAMILIA Y CUERPO

Al llegar a la mitad del templo que mide 90 metros de ancho se entiende que Cristo solo fue a la cruz para salvar al mundo por medio de su sangre y conformar un solo cuerpo por medio de su iglesia. Bien dice Pablo en Efesios 5: 23 que el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es la cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo y Él es su Salvador.

“En la celebración de la primera piedra nos decía el cardenal monseñor Rubén Salazar que el templo, es decir, la catedral es la casa de la Iglesia porque es donde toda la comunidad viva se reúne entorno al obispo que es cabeza de la Diócesis, el vínculo de la unidad y el garante de la fe”, señaló el sacerdote De la Cruz.

El centro de la nueva catedral recuerda como Cristo que es la piedra reprobada por los edificadores ha venido hacer cabeza del ángulo y como se desarrollaban los mensajes de Jesucristo en las sinagogas donde él era el centro y todos podían en comunión escuchar la palabra para ser edificados por medio de la fe.

En el majestuoso recorrido por la gloriosa catedral el padre señala que se reunirán las familias en medio de la cabeza de la Iglesia de Valledupar para darle unidad a la iglesia, crear una familia y ser el cuerpo de Cristo.

Por: MAIRA MANOSALVA/ EL PILÓN
[email protected]

Crónica
29 junio, 2019

Una nueva historia de la Iglesia católica se construye en la catedral

La catedral Santo Eccehomo es signo de la vitalidad de la Iglesia, que se congrega entorno al obispo buscando la comunión y la participación del Cuerpo de Cristo.


Bien dice Pablo Neruda en su poema El Sol, que el astro del día se extiende en los campos del camino para mostrar su majestad, es ese mismo el que llega cada mañana a la catedral Santo Eccehomo de Valledupar y se ensancha por medio de los vitrales, mostrando el camino de la luz divina que guía los pasos de la Diócesis de Valledupar y de los feligreses al construir la catedral más grande del país.

Con solo un paso en la obra que ha revolucionado la fe de los católicos de la ciudad se descubre la historia del desarrollo de los santos sacramentos, el camino a la cruz y la Trinidad de Dios que profesa la fe católica, y la magia que te atrapa para seguir descubriendo cada detalle de la majestuosa obra que refleja la fe de Sor Margarita María Alacoque, cuando en sus visiones de Dios lograba descansar sobre el Sagrado Corazón de Jesús y es que la Diócesis de Valledupar refleja en su trabajo que los feligreses encuentren descanso en el templo que será inaugurado el 24 de agosto de este año.

“Esta catedral nació en el corazón de los obispos tanto de monseñor José Agustín Valbuena como del monseñor Oscar José Vélez Isaza, quienes han impulsado la construcción de este templo para el desarrollo de la evangelización que ha llegado este corazón de las personas que les permitió descubrir la vitalidad de la Iglesia de Valledupar”, señaló Iver Alfonso de la Cruz, sacerdote encargado de la obra de la catedral.

DESDE ADENTRO

Es que a primera vista encanta luciendo imponente y capaz de fascinar al más incrédulo. No solo su tamaño o altura, es su diseño moderno que se abre espacio en una arquitectura vallenata que no posee un templo o sitio de encuentro cerrado de igual magnitud.

Bien lo expresa el padre encargado del desarrollo de la obra con sus ojos ilusionados en la construcción de un templo fuerte con vitalidad para recibir a los más de seis mil vallenatos que se reúnen para las ordenaciones y las celebraciones que convoca el santo padre.

hLuego de entrar se entrelazan las historias que cuentan los más de 10 vitrales que hablan del agua y la sangre de Cristo derramada en la cruz, la cultura vallenata al son de la caja, guacharaca y acordeón, la resurrección que tiene la tierra cuando en marzo inician las lluvias que florecen los cañahuates y el patrono de Valledupar, Santo Eccehomo.

La historia de este centro litúrgico dio paso en mayo del 2013 e inicio el 7 de noviembre del 2015 con planos que fueron cambiando conforme el Espíritu Santo guiaba a los miembros de la Diócesis y arquitectos.

IGLESIA, FAMILIA Y CUERPO

Al llegar a la mitad del templo que mide 90 metros de ancho se entiende que Cristo solo fue a la cruz para salvar al mundo por medio de su sangre y conformar un solo cuerpo por medio de su iglesia. Bien dice Pablo en Efesios 5: 23 que el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es la cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo y Él es su Salvador.

“En la celebración de la primera piedra nos decía el cardenal monseñor Rubén Salazar que el templo, es decir, la catedral es la casa de la Iglesia porque es donde toda la comunidad viva se reúne entorno al obispo que es cabeza de la Diócesis, el vínculo de la unidad y el garante de la fe”, señaló el sacerdote De la Cruz.

El centro de la nueva catedral recuerda como Cristo que es la piedra reprobada por los edificadores ha venido hacer cabeza del ángulo y como se desarrollaban los mensajes de Jesucristo en las sinagogas donde él era el centro y todos podían en comunión escuchar la palabra para ser edificados por medio de la fe.

En el majestuoso recorrido por la gloriosa catedral el padre señala que se reunirán las familias en medio de la cabeza de la Iglesia de Valledupar para darle unidad a la iglesia, crear una familia y ser el cuerpo de Cristo.

Por: MAIRA MANOSALVA/ EL PILÓN
[email protected]