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Entrevista - 22 junio, 2019

“El 24 de agosto consagraremos la nueva catedral”: monseñor Vélez

La Iglesia católica ha evolucionado en infraestructura física para atender la demanda de fe de sus fieles.

En la Diócesis de Valledupar el máximo líder es monseñor Óscar José Vélez Isaza. En esta zona del país está desde junio de 2003, conquistando fieles con una estrategia de mostrar una Iglesia católica más cercana a las comunidades.

De hecho, el obispo habló con EL PILÓN sobre el que sería su máximo logro: la construcción y puesta en funcionamiento (consagración) de la nueva catedral de Valledupar, que será una de las más grandes de América.

Monseñor Óscar José Vélez Isaza.

Vélez Isaza es un ser de luz, directo en sus palabras y claro al hablar, gustoso de la tecnología y con una posición contundente sobre la relación entre política e iglesia.

Se acerca una fecha importante para la Diócesis de Valledupar y es la apertura oficial de la nueva catedral, ¿cuándo será y cómo?

La celebración fundamental será el 24 de agosto, que llamamos la consagración a nivel eclesial, no simplemente inauguración o apertura, porque es el día en que en una ceremonia religiosa se consagra el Altar de la catedral, con lo cual ya se pueden empezar a celebrar allí las eucaristías y las demás celebraciones grandes de la Diócesis de Valledupar.

Es un templo con una capacidad amplia y de las más grandes de América: ¿significa que la fe ha aumentado?

Por supuesto que sí. Hay que decir que la cobertura inicial con gente totalmente sentada es de 3.500 a 4.000 personas, fuera de las que se puedan ubicar en las grandes ceremonias. A nivel de Colombia es la catedral más grande que tenemos. Creo que Valledupar, dentro de las ciudades de la costa, es de las que más va creciendo la fe de la Iglesia, por muchos motivos: uno es por lo que estamos llegando a todas las comunidades, a todos los barrios, no solo hemos hecho una catedral, sino que nos hemos proyectado también a todos los barrios, las periferias, donde tenemos una permanencia estable de la Iglesia católica, con la evangelización y los sacramentos.

¿La tecnología resulta una aliada o enemiga de la fe?

Es más un aliado que enemigo, porque pienso que gracias a la tecnología hoy se está pudiendo difundir el mensaje del evangelio. Uno abre cualquier red social o medio de comunicación y se entera de cantidades de aplicaciones, de sacerdotes que están llegando a muchos lugares del mundo, cuando antes un sacerdote se restringía a sus parroquias, pero ahora uno que tenga buenas capacidades puede llegar a cualquier lugar del mundo.

¿Y el hecho de que existan tantas iglesias de otras religiones qué implica?

Por una parte es la libertad de culto consagrada en la Constitución y a nivel universal, que cada persona puede independientemente de cualquier presión social optar por una u otra confesión religiosa. También es parte del pluralismo que se vive en la sociedad, no solo a nivel religioso, sino político e ideológico, de manera que es una parte. Pero eso también se vuelve para la iglesia un estímulo, porque a veces cuando hay un monopolio lleva a que se bajen las estrategias y que uno se crea dueño de la gente, pero cuando hay grupos religiosos diferentes, que merecen respeto obviamente, también ellos nos estimulan a nosotros a trabajar más, a cuidar nuestra feligresía, a cuidarla más, de manera que a la hora de la verdad se vuelven para nosotros un factor positivo.

¿Esas iglesias han cedido a la hora de realizar el cultos, la Católica también?

En la Iglesia católica hay una gran ventaja y es que la misma palabra católico quiere decir universal. Hay una apertura muy grande para distintas formas, distintas expresiones de la misma fe católica, por ejemplo nosotros tenemos muchas realidades: la comunidad de parejas, camino catecumenal, renovación carismática, la legión de María, entre otras.

Son realidades que fomentan el pluralismo dentro de una unidad eclesial; la iglesia es una, pero al mismo tiempo es plural, porque acoge muchas expresiones religiosas y eso nos favorece a nosotros, porque hay algunas personas a las que quizás les gusta más unas expresiones religiosas de tipo pentecostal-católico, de alabanzas y caben en la Iglesia católica, otros quizás más a nivel reflexivo, también hay grupos de esos en la Iglesia, por eso hablamos que esta es una comunión de comunidades, no un solo grupo uniforme en todas sus expresiones.

¿La Iglesia católica haciendo reflexiones sobre temas políticos retornará en algún momento?

¡No! Creo que aprendimos la lección. Antiguamente la Iglesia incursionó mucho no en la política en sentido amplio sino en la política de partidismo y la Iglesia tomó partido abiertamente en muchos momentos, de pronto porque sentía que algún partido la podía defender más, pero no era necesariamente en un sentido negativo, pero creo que eso terminó haciéndole daño a la Iglesia, porque unos que no comulgaban con ese partido se sentían excluidos de la iglesia y hubo fenómenos de violencia muy serios en la historia de nuestra Patria, que fueron debidos precisamente al sectarismo partidista, de los cuales terminó involucrada la Iglesia.

Aprendimos la lección valorando la política en sentido amplio, el papa Juan Pablo Segundo decía que ‘la política es la forma más alta de la caridad, es la que permite hacer mayor bien, al mayor número de personas cuando es bien empleada’, cuando los recursos públicos se utilizan correctamente, pero cuando la política se toma en sentido estricto habrá mucho mal, porque habrá siempre católicos que se sientan excluidos de la iglesia.

Sin que sea secreto de confesión, si le pregunto cómo califica a los gobiernos actuales de Valledupar y el Cesar, ¿qué me diría?

Es muy difícil hacer una valoración de bueno, malo o regular. Creo que tienen logros que mostrar, por ejemplo a nivel de Valledupar hay logros en infraestructura, parques, servicios que se han dado a conocer. Estamos en una ciudad que está cambiando para bien, no soy pesimista en ese sentido y obviamente eso se debe en gran parte a la administración departamental y municipal, que han hecho una alianza muy positiva. Llevo aquí 16 años y me ha tocado ver esa relación Municipio-Gobernación muy mala en algunos momentos de la historia, que la Gobernación quería invertir en el municipio y este no la dejaba y eso perjudicaba en definitiva a Valledupar.

En este periodo el gobernador y el alcalde se han podido unir, gracias a los muchos recursos que tiene la Gobernación y han podido desde el Departamento invertir en Valledupar. Habrá cosas que a algunos les gusta más y a otros menos, sí, pero es parte de lo discutible. La Alcaldía sola, por buenas intenciones que tuviera, no habría podido hacerla.

Entrevista
22 junio, 2019

“El 24 de agosto consagraremos la nueva catedral”: monseñor Vélez

La Iglesia católica ha evolucionado en infraestructura física para atender la demanda de fe de sus fieles.


En la Diócesis de Valledupar el máximo líder es monseñor Óscar José Vélez Isaza. En esta zona del país está desde junio de 2003, conquistando fieles con una estrategia de mostrar una Iglesia católica más cercana a las comunidades.

De hecho, el obispo habló con EL PILÓN sobre el que sería su máximo logro: la construcción y puesta en funcionamiento (consagración) de la nueva catedral de Valledupar, que será una de las más grandes de América.

Monseñor Óscar José Vélez Isaza.

Vélez Isaza es un ser de luz, directo en sus palabras y claro al hablar, gustoso de la tecnología y con una posición contundente sobre la relación entre política e iglesia.

Se acerca una fecha importante para la Diócesis de Valledupar y es la apertura oficial de la nueva catedral, ¿cuándo será y cómo?

La celebración fundamental será el 24 de agosto, que llamamos la consagración a nivel eclesial, no simplemente inauguración o apertura, porque es el día en que en una ceremonia religiosa se consagra el Altar de la catedral, con lo cual ya se pueden empezar a celebrar allí las eucaristías y las demás celebraciones grandes de la Diócesis de Valledupar.

Es un templo con una capacidad amplia y de las más grandes de América: ¿significa que la fe ha aumentado?

Por supuesto que sí. Hay que decir que la cobertura inicial con gente totalmente sentada es de 3.500 a 4.000 personas, fuera de las que se puedan ubicar en las grandes ceremonias. A nivel de Colombia es la catedral más grande que tenemos. Creo que Valledupar, dentro de las ciudades de la costa, es de las que más va creciendo la fe de la Iglesia, por muchos motivos: uno es por lo que estamos llegando a todas las comunidades, a todos los barrios, no solo hemos hecho una catedral, sino que nos hemos proyectado también a todos los barrios, las periferias, donde tenemos una permanencia estable de la Iglesia católica, con la evangelización y los sacramentos.

¿La tecnología resulta una aliada o enemiga de la fe?

Es más un aliado que enemigo, porque pienso que gracias a la tecnología hoy se está pudiendo difundir el mensaje del evangelio. Uno abre cualquier red social o medio de comunicación y se entera de cantidades de aplicaciones, de sacerdotes que están llegando a muchos lugares del mundo, cuando antes un sacerdote se restringía a sus parroquias, pero ahora uno que tenga buenas capacidades puede llegar a cualquier lugar del mundo.

¿Y el hecho de que existan tantas iglesias de otras religiones qué implica?

Por una parte es la libertad de culto consagrada en la Constitución y a nivel universal, que cada persona puede independientemente de cualquier presión social optar por una u otra confesión religiosa. También es parte del pluralismo que se vive en la sociedad, no solo a nivel religioso, sino político e ideológico, de manera que es una parte. Pero eso también se vuelve para la iglesia un estímulo, porque a veces cuando hay un monopolio lleva a que se bajen las estrategias y que uno se crea dueño de la gente, pero cuando hay grupos religiosos diferentes, que merecen respeto obviamente, también ellos nos estimulan a nosotros a trabajar más, a cuidar nuestra feligresía, a cuidarla más, de manera que a la hora de la verdad se vuelven para nosotros un factor positivo.

¿Esas iglesias han cedido a la hora de realizar el cultos, la Católica también?

En la Iglesia católica hay una gran ventaja y es que la misma palabra católico quiere decir universal. Hay una apertura muy grande para distintas formas, distintas expresiones de la misma fe católica, por ejemplo nosotros tenemos muchas realidades: la comunidad de parejas, camino catecumenal, renovación carismática, la legión de María, entre otras.

Son realidades que fomentan el pluralismo dentro de una unidad eclesial; la iglesia es una, pero al mismo tiempo es plural, porque acoge muchas expresiones religiosas y eso nos favorece a nosotros, porque hay algunas personas a las que quizás les gusta más unas expresiones religiosas de tipo pentecostal-católico, de alabanzas y caben en la Iglesia católica, otros quizás más a nivel reflexivo, también hay grupos de esos en la Iglesia, por eso hablamos que esta es una comunión de comunidades, no un solo grupo uniforme en todas sus expresiones.

¿La Iglesia católica haciendo reflexiones sobre temas políticos retornará en algún momento?

¡No! Creo que aprendimos la lección. Antiguamente la Iglesia incursionó mucho no en la política en sentido amplio sino en la política de partidismo y la Iglesia tomó partido abiertamente en muchos momentos, de pronto porque sentía que algún partido la podía defender más, pero no era necesariamente en un sentido negativo, pero creo que eso terminó haciéndole daño a la Iglesia, porque unos que no comulgaban con ese partido se sentían excluidos de la iglesia y hubo fenómenos de violencia muy serios en la historia de nuestra Patria, que fueron debidos precisamente al sectarismo partidista, de los cuales terminó involucrada la Iglesia.

Aprendimos la lección valorando la política en sentido amplio, el papa Juan Pablo Segundo decía que ‘la política es la forma más alta de la caridad, es la que permite hacer mayor bien, al mayor número de personas cuando es bien empleada’, cuando los recursos públicos se utilizan correctamente, pero cuando la política se toma en sentido estricto habrá mucho mal, porque habrá siempre católicos que se sientan excluidos de la iglesia.

Sin que sea secreto de confesión, si le pregunto cómo califica a los gobiernos actuales de Valledupar y el Cesar, ¿qué me diría?

Es muy difícil hacer una valoración de bueno, malo o regular. Creo que tienen logros que mostrar, por ejemplo a nivel de Valledupar hay logros en infraestructura, parques, servicios que se han dado a conocer. Estamos en una ciudad que está cambiando para bien, no soy pesimista en ese sentido y obviamente eso se debe en gran parte a la administración departamental y municipal, que han hecho una alianza muy positiva. Llevo aquí 16 años y me ha tocado ver esa relación Municipio-Gobernación muy mala en algunos momentos de la historia, que la Gobernación quería invertir en el municipio y este no la dejaba y eso perjudicaba en definitiva a Valledupar.

En este periodo el gobernador y el alcalde se han podido unir, gracias a los muchos recursos que tiene la Gobernación y han podido desde el Departamento invertir en Valledupar. Habrá cosas que a algunos les gusta más y a otros menos, sí, pero es parte de lo discutible. La Alcaldía sola, por buenas intenciones que tuviera, no habría podido hacerla.