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Pero volviendo al merengue “El bozal” de Leandro Díaz, eje central de este ensayo, les envió mis mayores y más sinceros respetos a esos tres colosos de la composición e interpretación de la música vallenata.
Inspirados por la misma musa y un mismo acontecimiento lunar, que 76 años después nuevamente se volvió a repetir.
Tobías Enrique Pumarejo, Luis Enrique Martínez y Chema Martínez compartieron el 3 de julio de 1994 en Ciénaga, Magdalena, durante el bautizo de la nieta de Pumarejo, en un evento que se convirtió en inolvidable.
Es como si el maestro de maestros, Tobías Pumarejo, no existiera, o lo que podría ser peor, que las nuevas generaciones de historiadores, no contaran con el conocimiento de sus grandes aportes a la música vallenata.
En un plazo no mayor a 15 días se espera esté culminada la obra que adelanta la Administración Municipal en el Parque Los Compositores, en Patillal.