La situación ya completa varios años preocupando a la comunidad vallenata que, indistintamente del sector, debe lidiar con estas especies que se mueven con total libertad entre las calles, avenidas, parques y viviendas de la ciudad.
Preocupación entre conductores y transeúntes, calles con rastros de su materia fecal, jardines dañados e incluso árboles destruidos cuando han sido sembrados para reforestar, son algunas de las escenas que dejan los semovientes a su paso por diferentes sectores de Valledupar.
El caso más reciente de los efectos que producen estas especies sueltas sin control por la capital del Cesar, fue el accidente que sufrió ayer el cantante Erick Escobar mientras se desplazaba en un taxi, a la altura de las urbanizaciones Mirador de la Sierra 1 y Rosario Norte 2, el cual chocó con una vaca que estaba tendida en la vía.
Aunque del incidente no resultaron personas heridas, dejó en muy mal estado al animal y provocó algunas averías en el automóvil. Pero, sobre todo, puso de nuevo en evidencia el riesgo que representan estos animales circulando sin ningún control por las calles de la ciudad.
Lee también: Erick Escobar resultó ileso del choque de un taxi con una vaca
La situación se ha puesto de manifiesto en repetidas ocasiones porque son varias las zonas de Valledupar en las que los semovientes ya hacen parte del panorama habitual.
Incluso, en barrios como Panamá y San Fernando los vecinos y las mismas autoridades tienen identificados a los encargados de algunos de estos animales quienes; sin embargo, ejercen poco control sobre los mismos.
“Ese ganado se comió la reforestación que hicimos, 200 árboles que sembramos en el primer semestre, el pasto lo tienen pisoteado, las calles llenas de escremento, el parque”, expresó Edward Jiménez, presidente de la Junta de Acción Comunal, JAC, del barrio Panamá, quien hizo referencia a que ya dos animales han sido sacrificados por personas que los encuentran en las calles.
De la misma manera la intendente Adolfina Gómez, del grupo de Policía Ambiental del Cesar, reconoció que en este sector del suroriente de la capital del Cesar es habitual la queja sobre los semovientes.
“En el barrio Panamá esas reses dañan todas las basuras, sacan las vacas a que salgan a comer a las calles y empiezan a comer las basuras, rompen las bolsas y botan todas las basuras, es una queja que tenemos constante de la comunidad”, aseguró la intendente.
Al tiempo hizo referencia a que temporalmente se habilitó el lote ubicado al lado de Coca Cola, al norte de la ciudad, para disponer de las especies que encuentren en las calles. Sin embargo, los uniformados tienen otra falencia que está relacionada con la falta de un vehículo en el que puedan transportar a los animales.
Lee también: Semovientes siguen sin control
“Los carabineros tienen un carro, pero en ese montan equinos de la policía que son controlados, tienen vacunas especiales, no podemos montar cuanta res o equino encontremos por la calle porque no sabemos qué virus tienen, entonces podemos contaminar a los caballos de la policía”, explicó Gómez.
Aunque EL PILÓN intentó establecer contacto tanto con el propietario de la vaca que causó el incidente del cantante Escobar como quien custodia las especies por el barrio San Fernando, no fue posible ubicarlos.
Algo que se refiere como parte de la solución para esta problemática es la creación del coso municipal, destinado al albergue o tenencia transitoria de animales callejeros. Sin embargo, este proyecto no está previsto a corto plazo.
El jefe de la Oficina de Planeación, Robert Martínez Murgas, sostuvo que desde su sectorial ya determinaron cuál sería el espacio ideal para esta finalidad y que ahora se encuentran consolidando un proyecto para el mismo propósito.
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“Debe quedar listo por parte de este gobierno para que en próximos años se proceda a la adquisición de predios porque el problema es ese, dentro de los predios del municipio no hay ninguno en las zonas habilitadas por el POT para que pueda funcionar un coso”, sostuvo el funcionario.
En este proceso estiman contar con una consultoría de la Secretaría de Obras Públicas a fin de determinar cuál sería la infraestructura para poder construir el coso. De la misma manera se refirió a que es en una franja que queda por la Terminal de Transportes donde se podría adquirir el terreno para construir el coso municipal.
POR: Daniela Rincones Julio / EL PILÓN
[email protected]
La situación ya completa varios años preocupando a la comunidad vallenata que, indistintamente del sector, debe lidiar con estas especies que se mueven con total libertad entre las calles, avenidas, parques y viviendas de la ciudad.
Preocupación entre conductores y transeúntes, calles con rastros de su materia fecal, jardines dañados e incluso árboles destruidos cuando han sido sembrados para reforestar, son algunas de las escenas que dejan los semovientes a su paso por diferentes sectores de Valledupar.
El caso más reciente de los efectos que producen estas especies sueltas sin control por la capital del Cesar, fue el accidente que sufrió ayer el cantante Erick Escobar mientras se desplazaba en un taxi, a la altura de las urbanizaciones Mirador de la Sierra 1 y Rosario Norte 2, el cual chocó con una vaca que estaba tendida en la vía.
Aunque del incidente no resultaron personas heridas, dejó en muy mal estado al animal y provocó algunas averías en el automóvil. Pero, sobre todo, puso de nuevo en evidencia el riesgo que representan estos animales circulando sin ningún control por las calles de la ciudad.
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La situación se ha puesto de manifiesto en repetidas ocasiones porque son varias las zonas de Valledupar en las que los semovientes ya hacen parte del panorama habitual.
Incluso, en barrios como Panamá y San Fernando los vecinos y las mismas autoridades tienen identificados a los encargados de algunos de estos animales quienes; sin embargo, ejercen poco control sobre los mismos.
“Ese ganado se comió la reforestación que hicimos, 200 árboles que sembramos en el primer semestre, el pasto lo tienen pisoteado, las calles llenas de escremento, el parque”, expresó Edward Jiménez, presidente de la Junta de Acción Comunal, JAC, del barrio Panamá, quien hizo referencia a que ya dos animales han sido sacrificados por personas que los encuentran en las calles.
De la misma manera la intendente Adolfina Gómez, del grupo de Policía Ambiental del Cesar, reconoció que en este sector del suroriente de la capital del Cesar es habitual la queja sobre los semovientes.
“En el barrio Panamá esas reses dañan todas las basuras, sacan las vacas a que salgan a comer a las calles y empiezan a comer las basuras, rompen las bolsas y botan todas las basuras, es una queja que tenemos constante de la comunidad”, aseguró la intendente.
Al tiempo hizo referencia a que temporalmente se habilitó el lote ubicado al lado de Coca Cola, al norte de la ciudad, para disponer de las especies que encuentren en las calles. Sin embargo, los uniformados tienen otra falencia que está relacionada con la falta de un vehículo en el que puedan transportar a los animales.
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“Los carabineros tienen un carro, pero en ese montan equinos de la policía que son controlados, tienen vacunas especiales, no podemos montar cuanta res o equino encontremos por la calle porque no sabemos qué virus tienen, entonces podemos contaminar a los caballos de la policía”, explicó Gómez.
Aunque EL PILÓN intentó establecer contacto tanto con el propietario de la vaca que causó el incidente del cantante Escobar como quien custodia las especies por el barrio San Fernando, no fue posible ubicarlos.
Algo que se refiere como parte de la solución para esta problemática es la creación del coso municipal, destinado al albergue o tenencia transitoria de animales callejeros. Sin embargo, este proyecto no está previsto a corto plazo.
El jefe de la Oficina de Planeación, Robert Martínez Murgas, sostuvo que desde su sectorial ya determinaron cuál sería el espacio ideal para esta finalidad y que ahora se encuentran consolidando un proyecto para el mismo propósito.
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“Debe quedar listo por parte de este gobierno para que en próximos años se proceda a la adquisición de predios porque el problema es ese, dentro de los predios del municipio no hay ninguno en las zonas habilitadas por el POT para que pueda funcionar un coso”, sostuvo el funcionario.
En este proceso estiman contar con una consultoría de la Secretaría de Obras Públicas a fin de determinar cuál sería la infraestructura para poder construir el coso. De la misma manera se refirió a que es en una franja que queda por la Terminal de Transportes donde se podría adquirir el terreno para construir el coso municipal.
POR: Daniela Rincones Julio / EL PILÓN
[email protected]