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Entrevista - 15 mayo, 2020

“Se necesitan campañas más agresivas”: la mirada de un académico sobre la seguridad vial en Valledupar

A diferencia de otros municipios del departamento del Cesar, Valledupar el año pasado no presentó disminución en las cifras de muertes por causa de accidentes de tránsito, lo que evidencia el reto que enfrentan las autoridades y la sociedad frente al tema.

Heider José López Mena, especialista en vías y transporte con conocimiento en seguridad vial.

FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.
Heider José López Mena, especialista en vías y transporte con conocimiento en seguridad vial. FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.
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A diferencia de otros municipios del departamento del Cesar, Valledupar el año pasado no presentó disminución en las cifras de muertes por causa de accidentes de tránsito, lo que evidencia el reto que enfrentan las autoridades y la sociedad frente al tema.

EL PILÓN entrevistó al ingeniero civil, Heider José López Mena,  especialista en vías y transporte con conocimiento en seguridad vial, para que desde esta experiencia y como educador en la Fundación Universitaria del Área Andina y Santo Tomás de Valledupar, analice de qué manera podría enfrentarse la siniestralidad vial.  

Lee también: Licor y gasolina, una mezcla fatal en las carreteras

Según su concepto ¿cuáles son las falencias de la ciudad para mejorar la seguridad vial?

Esto es un hecho preocupante ya que las cifras nos colocan como un municipio que no mostró mejorías y si está sucediendo es porque lo implementado es poco o nulo, nuestras campañas no están siendo agresivas y por ende el comportamiento de los infractores está siendo igual. Borrachos al volante, motociclistas sin los elementos de protección adecuado o en algunos casos sin los mismos, peatones descuidados en el uso de la vialidad, irrespeto de la normas y señales. Es un tema recurrente y de tipo educativo lo que registran las estadísticas.

Como conocedor en obras ¿a partir de la infraestructura se puede mejorar la seguridad vial?

Los diseños geométricos en las vías son normas y parámetros establecidos para el buen funcionamiento de todos sus componentes de la vía (factores vehículo, humano y camino), es un todo, nada es suelto. Esto es el resultado de un estudio de movilidad que llamamos aforos o mediciones y con el cual conocemos proyecciones estadísticas sobre la cantidad de vehículos que pasarían por una zona o intersección vial y estos datos sumados con otros determinan características de diseño de pavimento sea flexible o rígido.

Esto en lo que tiene que ver con diseño y construcción, sin embargo, al dar apertura a estos espacios el tráfico de vehículos comienza a ser un problema, por lo tanto, esos aforos son muy útiles para determinar la ubicación de semáforos, tiempo de los mismos, cambio de sentido a las señales de alto, proyección de glorietas o rotondas, creación de pares viales, lo que no es un trabajo sencillo y se requiere de años y personal para que después de tener aforada toda la ciudad se tomen las mejores decisiones en la movilidad para contribuir eficientemente a la seguridad vial.

No dejes de leer: La tragedia de ‘Juanki’, una historia que se repite en los motociclistas de Valledupar

¿Considera que desde las universidades se educa a los estudiantes para ser buenos ciudadanos en las vías?

Se ha procurado inculcar este tema en nuestros alumnos en el sentido educativo con miras a ser multiplicadores porque es muy poco lo que se hace en otros sectores. En la Facultad de Ingeniería Civil del Área Andina se han realizado  trabajos de grado enfocados en ese tema (educación en la seguridad vial) mucho antes que la administración municipal actual impulsara la educación vial a estudiantes como programa; con la administración municipal pasada hubo un acercamiento para retomar el objetivo inicial por el que fue construido el parque didáctico (cerca de la universidad) que fue enseñar a los niños las normas y señales de tránsito lúdicamente pero solo quedó en acercamientos.                                                         

 Desde las aulas se han realizados trabajos pedagógicos en lo referente a los actores que inciden en la seguridad vial y que por diferentes motivos no han sido educados, se les entrevista y con base a sus respuestas se evidencia lo problemático y peligroso que son las prácticas aventureras y desde todo punto de vista inseguras. Un ejemplo de personas que no contribuyen a la seguridad en las vías son los ‘polizones’, los jóvenes que son remolcados desde sus bicicletas por tractocamiones, el limpio vidrios, que también son parte de este tema de la seguridad vial.

¿Es difícil trabajar la seguridad vial en la población adulta? 

Pues difícil no, complicado sí, porque va desde las tradiciones, de las ‘mañas’ como la frase de “siempre he hecho eso y no ha pasado nada: como ser siempre el primero o pasar primero, y de que se saben todo acerca de las normas y señales de tránsito. Es más puedo asegurar que muchos no conocen las señales ni cuáles son su significado; ese sería el punto de partida para empezar la educación vial en los adultos.

En Valledupar el año anterior los actores viales que más aportaron víctimas en los accidentes de tránsito fueron los motociclistas y los peatones. ¿Qué medidas a parte de las que se han implementado podrían mejorar el panorama?

Muchos motociclistas aprendieron a manejar sin curso previo, de ahí el alto aporte a las estadísticas. Soy partidario y defensor que primero se debe ser educativo y después represivo, a estos infractores iniciales debemos colocarlos a realizar un curso obligatorio de manejo defensivo, después ellos con base en lo aprendido deberían en un tiempo determinado ser auxiliares en la movilidad como forma de pago con trabajo social por su infracción y después de subsanar todo, sí se le entrega incluso un carnet.

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Desde que inició el año Valledupar no cuenta con el servicio de la Policía de Tránsito y Transporte porque aún no se ha firmado convenio con la administración municipal. ¿Considera que esto afecta a la ciudadanía?

Claro que sí, los controles de tránsito son importantes para detectar infractores como conductores bajo los efectos de alcohol u otras sustancias psicoactivas, verificación de idoneidad para conducir, además de la regulación en intersecciones semafóricas  o de otro tipo en el que sea necesaria su presencia.

¿Cuáles son los retos que debe asumir la administración municipal frente a la seguridad vial?

Bajar esa tasa de mortalidad, pues ese es el principal reto, identificar puntos, rutas o zonas críticas, ver qué tipo de accidentes se presentan y mirar con base a estos datos cómo se puede reducir el índice producido. Tomar acciones a corto o mediano plazo que reflejen la disminución de accidentes aunque claro está que de pronto se ven reflejados en la movilidad.

La administración debe realizar campañas más agresivas que involucre a los conductores de servicio público, los mototaxistas, los peatones, que son unos de los que más aportan a la accidentalidad. Pero deben ser más educativas.

Lee también: Accidentes de tránsito en Valledupar: la muerte que aumenta ‘sobre ruedas’

A su juicio ¿Cuál podría ser el papel de los medios de comunicación en la reducción de la siniestralidad vial?

Es muy importante porque es un trabajo en conjunto, yo soy partidario de campañas agresivas en las que se vea identificado el público con lo sucedido y ustedes conocedores de los medios pueden orientar la forma en la que se logre el objetivo buscado en la campaña que es crear consciencia. Para mí la campaña es un tema tan serio porque se está hablado de muerte.

Por Marllelys Salinas Mercado / EL PILÓN

Entrevista
15 mayo, 2020

“Se necesitan campañas más agresivas”: la mirada de un académico sobre la seguridad vial en Valledupar

A diferencia de otros municipios del departamento del Cesar, Valledupar el año pasado no presentó disminución en las cifras de muertes por causa de accidentes de tránsito, lo que evidencia el reto que enfrentan las autoridades y la sociedad frente al tema.


Heider José López Mena, especialista en vías y transporte con conocimiento en seguridad vial.

FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.
Heider José López Mena, especialista en vías y transporte con conocimiento en seguridad vial. FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.
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A diferencia de otros municipios del departamento del Cesar, Valledupar el año pasado no presentó disminución en las cifras de muertes por causa de accidentes de tránsito, lo que evidencia el reto que enfrentan las autoridades y la sociedad frente al tema.

EL PILÓN entrevistó al ingeniero civil, Heider José López Mena,  especialista en vías y transporte con conocimiento en seguridad vial, para que desde esta experiencia y como educador en la Fundación Universitaria del Área Andina y Santo Tomás de Valledupar, analice de qué manera podría enfrentarse la siniestralidad vial.  

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Según su concepto ¿cuáles son las falencias de la ciudad para mejorar la seguridad vial?

Esto es un hecho preocupante ya que las cifras nos colocan como un municipio que no mostró mejorías y si está sucediendo es porque lo implementado es poco o nulo, nuestras campañas no están siendo agresivas y por ende el comportamiento de los infractores está siendo igual. Borrachos al volante, motociclistas sin los elementos de protección adecuado o en algunos casos sin los mismos, peatones descuidados en el uso de la vialidad, irrespeto de la normas y señales. Es un tema recurrente y de tipo educativo lo que registran las estadísticas.

Como conocedor en obras ¿a partir de la infraestructura se puede mejorar la seguridad vial?

Los diseños geométricos en las vías son normas y parámetros establecidos para el buen funcionamiento de todos sus componentes de la vía (factores vehículo, humano y camino), es un todo, nada es suelto. Esto es el resultado de un estudio de movilidad que llamamos aforos o mediciones y con el cual conocemos proyecciones estadísticas sobre la cantidad de vehículos que pasarían por una zona o intersección vial y estos datos sumados con otros determinan características de diseño de pavimento sea flexible o rígido.

Esto en lo que tiene que ver con diseño y construcción, sin embargo, al dar apertura a estos espacios el tráfico de vehículos comienza a ser un problema, por lo tanto, esos aforos son muy útiles para determinar la ubicación de semáforos, tiempo de los mismos, cambio de sentido a las señales de alto, proyección de glorietas o rotondas, creación de pares viales, lo que no es un trabajo sencillo y se requiere de años y personal para que después de tener aforada toda la ciudad se tomen las mejores decisiones en la movilidad para contribuir eficientemente a la seguridad vial.

No dejes de leer: La tragedia de ‘Juanki’, una historia que se repite en los motociclistas de Valledupar

¿Considera que desde las universidades se educa a los estudiantes para ser buenos ciudadanos en las vías?

Se ha procurado inculcar este tema en nuestros alumnos en el sentido educativo con miras a ser multiplicadores porque es muy poco lo que se hace en otros sectores. En la Facultad de Ingeniería Civil del Área Andina se han realizado  trabajos de grado enfocados en ese tema (educación en la seguridad vial) mucho antes que la administración municipal actual impulsara la educación vial a estudiantes como programa; con la administración municipal pasada hubo un acercamiento para retomar el objetivo inicial por el que fue construido el parque didáctico (cerca de la universidad) que fue enseñar a los niños las normas y señales de tránsito lúdicamente pero solo quedó en acercamientos.                                                         

 Desde las aulas se han realizados trabajos pedagógicos en lo referente a los actores que inciden en la seguridad vial y que por diferentes motivos no han sido educados, se les entrevista y con base a sus respuestas se evidencia lo problemático y peligroso que son las prácticas aventureras y desde todo punto de vista inseguras. Un ejemplo de personas que no contribuyen a la seguridad en las vías son los ‘polizones’, los jóvenes que son remolcados desde sus bicicletas por tractocamiones, el limpio vidrios, que también son parte de este tema de la seguridad vial.

¿Es difícil trabajar la seguridad vial en la población adulta? 

Pues difícil no, complicado sí, porque va desde las tradiciones, de las ‘mañas’ como la frase de “siempre he hecho eso y no ha pasado nada: como ser siempre el primero o pasar primero, y de que se saben todo acerca de las normas y señales de tránsito. Es más puedo asegurar que muchos no conocen las señales ni cuáles son su significado; ese sería el punto de partida para empezar la educación vial en los adultos.

En Valledupar el año anterior los actores viales que más aportaron víctimas en los accidentes de tránsito fueron los motociclistas y los peatones. ¿Qué medidas a parte de las que se han implementado podrían mejorar el panorama?

Muchos motociclistas aprendieron a manejar sin curso previo, de ahí el alto aporte a las estadísticas. Soy partidario y defensor que primero se debe ser educativo y después represivo, a estos infractores iniciales debemos colocarlos a realizar un curso obligatorio de manejo defensivo, después ellos con base en lo aprendido deberían en un tiempo determinado ser auxiliares en la movilidad como forma de pago con trabajo social por su infracción y después de subsanar todo, sí se le entrega incluso un carnet.

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Desde que inició el año Valledupar no cuenta con el servicio de la Policía de Tránsito y Transporte porque aún no se ha firmado convenio con la administración municipal. ¿Considera que esto afecta a la ciudadanía?

Claro que sí, los controles de tránsito son importantes para detectar infractores como conductores bajo los efectos de alcohol u otras sustancias psicoactivas, verificación de idoneidad para conducir, además de la regulación en intersecciones semafóricas  o de otro tipo en el que sea necesaria su presencia.

¿Cuáles son los retos que debe asumir la administración municipal frente a la seguridad vial?

Bajar esa tasa de mortalidad, pues ese es el principal reto, identificar puntos, rutas o zonas críticas, ver qué tipo de accidentes se presentan y mirar con base a estos datos cómo se puede reducir el índice producido. Tomar acciones a corto o mediano plazo que reflejen la disminución de accidentes aunque claro está que de pronto se ven reflejados en la movilidad.

La administración debe realizar campañas más agresivas que involucre a los conductores de servicio público, los mototaxistas, los peatones, que son unos de los que más aportan a la accidentalidad. Pero deben ser más educativas.

Lee también: Accidentes de tránsito en Valledupar: la muerte que aumenta ‘sobre ruedas’

A su juicio ¿Cuál podría ser el papel de los medios de comunicación en la reducción de la siniestralidad vial?

Es muy importante porque es un trabajo en conjunto, yo soy partidario de campañas agresivas en las que se vea identificado el público con lo sucedido y ustedes conocedores de los medios pueden orientar la forma en la que se logre el objetivo buscado en la campaña que es crear consciencia. Para mí la campaña es un tema tan serio porque se está hablado de muerte.

Por Marllelys Salinas Mercado / EL PILÓN