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Columnista - 25 julio, 2019

Qué pasa con los residuos sólidos (II)

A pesar de que la recomendación de reciclar (R) está en tercer lugar es la más famosa, la más publicitada del trio de las R: reciclar. El concepto es elemental se recoge y luego se procesa la materia de valor útil para evitar que termine en los vertederos. Protege y extiende el suministro de recursos […]

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A pesar de que la recomendación de reciclar (R) está en tercer lugar es la más famosa, la más publicitada del trio de las R: reciclar. El concepto es elemental se recoge y luego se procesa la materia de valor útil para evitar que termine en los vertederos. Protege y extiende el suministro de recursos naturales, mejora la calidad ambiental con menos contaminación del aire, agua y tierra y conserva grandes cantidades de la energía de su fabricación. No siempre es posible reducir y reutilizar, pues la materia prima es cada vez menos abundante y cuesta más, por esto el reciclaje se ha convertido en una de las industrias internacionales más grandes y sofisticadas del mundo. Ya en algunos países se está tomando en cuenta la importancia de reciclar y los costos económicos y medioambientales de no hacerlo. La mera idea de recoger miles de tonelada de material valioso desaprovechado y abandonado para acumularse y contaminar debe ser suficiente para animarnos a recoger y reciclar pero muchas veces la falta de información práctica o la incomodidad de crear nuevos hábitos son razones por la que no reciclamos y miramos hacia otro lado.

Es importante reconocer que el ciclo del reciclaje en las ciudades o poblaciones es decir, si ¿hay sitios o recipientes para depositarlos, recogida selectiva de casa en casa, o camiones de reciclaje móviles? Y ¿Qué se puede reciclar y cómo se separa?
Todas las ciudades deben de tener a disposición del ciudadano esta información sobre reciclaje, lo mismo que las empresas que gestionan el reciclaje y las organizaciones medioambientales.
En todo caso, lo más importante de todo es organizarse bien en casa para que reciclar sea fácil, rápido, ordenado y práctico. Esta práctica tiene que ser conveniente para todos, pues sino resultará difícil fomentar este nuevo habito cuando en realidad no lo es.

Como todos los hábitos nuevos se tarda un tiempo en crear una nueva rutina, no siempre se recuerda hacerlo pero en unos meses se le coge el ritmo.

Sugerencias para tales efectos, hacemos las siguientes recomendaciones:
Organizar un espacio en casa dedicado al reciclaje cotidiano. El vidrio, el papel, cartón, plástico, envases y elementos metálicos.
Familiarizarte con todo lo que se puede realizar.
Establece una rutina para sacar lo reciclable junto con la basura normal.
Reciclar es la mejor manera de motivar a tus familiares, amigos y vecinos para que ellos también lo hagan.
Intenta comprar productos que estén fabricados con material reciclado, así concretas el círculo y das más valor a tus esfuerzos.
Si tienes dudas sobre si algo es reciclable pregunta a la empresa de aseo, a una entidad ambiental o al propio fabricante.
Muchas cosas se reciclan pero no deben ir en el mismo recipiente, por ejemplo, aparatos electrónicos, el aceite, las pilas, la pintura, radiografías y el metal.

NOTA:Si reciclamos hay menos desechos y ahorramos recursos naturales.

*Especialista en gestión ambiental

Columnista
25 julio, 2019

Qué pasa con los residuos sólidos (II)

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Hernán Maestre Martínez

A pesar de que la recomendación de reciclar (R) está en tercer lugar es la más famosa, la más publicitada del trio de las R: reciclar. El concepto es elemental se recoge y luego se procesa la materia de valor útil para evitar que termine en los vertederos. Protege y extiende el suministro de recursos […]


A pesar de que la recomendación de reciclar (R) está en tercer lugar es la más famosa, la más publicitada del trio de las R: reciclar. El concepto es elemental se recoge y luego se procesa la materia de valor útil para evitar que termine en los vertederos. Protege y extiende el suministro de recursos naturales, mejora la calidad ambiental con menos contaminación del aire, agua y tierra y conserva grandes cantidades de la energía de su fabricación. No siempre es posible reducir y reutilizar, pues la materia prima es cada vez menos abundante y cuesta más, por esto el reciclaje se ha convertido en una de las industrias internacionales más grandes y sofisticadas del mundo. Ya en algunos países se está tomando en cuenta la importancia de reciclar y los costos económicos y medioambientales de no hacerlo. La mera idea de recoger miles de tonelada de material valioso desaprovechado y abandonado para acumularse y contaminar debe ser suficiente para animarnos a recoger y reciclar pero muchas veces la falta de información práctica o la incomodidad de crear nuevos hábitos son razones por la que no reciclamos y miramos hacia otro lado.

Es importante reconocer que el ciclo del reciclaje en las ciudades o poblaciones es decir, si ¿hay sitios o recipientes para depositarlos, recogida selectiva de casa en casa, o camiones de reciclaje móviles? Y ¿Qué se puede reciclar y cómo se separa?
Todas las ciudades deben de tener a disposición del ciudadano esta información sobre reciclaje, lo mismo que las empresas que gestionan el reciclaje y las organizaciones medioambientales.
En todo caso, lo más importante de todo es organizarse bien en casa para que reciclar sea fácil, rápido, ordenado y práctico. Esta práctica tiene que ser conveniente para todos, pues sino resultará difícil fomentar este nuevo habito cuando en realidad no lo es.

Como todos los hábitos nuevos se tarda un tiempo en crear una nueva rutina, no siempre se recuerda hacerlo pero en unos meses se le coge el ritmo.

Sugerencias para tales efectos, hacemos las siguientes recomendaciones:
Organizar un espacio en casa dedicado al reciclaje cotidiano. El vidrio, el papel, cartón, plástico, envases y elementos metálicos.
Familiarizarte con todo lo que se puede realizar.
Establece una rutina para sacar lo reciclable junto con la basura normal.
Reciclar es la mejor manera de motivar a tus familiares, amigos y vecinos para que ellos también lo hagan.
Intenta comprar productos que estén fabricados con material reciclado, así concretas el círculo y das más valor a tus esfuerzos.
Si tienes dudas sobre si algo es reciclable pregunta a la empresa de aseo, a una entidad ambiental o al propio fabricante.
Muchas cosas se reciclan pero no deben ir en el mismo recipiente, por ejemplo, aparatos electrónicos, el aceite, las pilas, la pintura, radiografías y el metal.

NOTA:Si reciclamos hay menos desechos y ahorramos recursos naturales.

*Especialista en gestión ambiental