El 19 de julio, en Pueblo Bello, el Pueblo Arhuaco y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible lanzaron oficialmente el proyecto “Reestructuración ecológica en zonas de la cuenca del río Cesar en el Territorio Ancestral del Pueblo Arhuaco”. Esta iniciativa, financiada con recursos del Sistema General de Regalías para el Ambiente, resulta en una iniciativa ambiental del Cesar y de Colombia sin precedentes, al reconocer y fortalecer el rol de los pueblos indígenas como guardianes milenarios de la biodiversidad.
Tres componentes clave para la restauración y la sostenibilidad
El proyecto contempla tres pilares fundamentales que buscan fortalecer tanto el ambiente como las comunidades indígenas. En primer lugar, se realizará la restauración de 673 hectáreas de ecosistemas degradados, mediante la reintroducción de especies nativas y el aislamiento de áreas afectadas. Este enfoque se centra en una restauración ecológica integral y sostenible a largo plazo.
En segundo lugar, se fortalecerán las capacidades productivas de 115 familias indígenas, interviniendo cultivos productivos con sistemas agroforestales ancestrales que permitirán garantizar la seguridad alimentaria y la sostenibilidad económica de las comunidades arhuacas.
Finalmente, el proyecto incluye la formación de 350 personas en educación ambiental y conservación de la biodiversidad. Se desarrollarán encuentros territoriales que integrarán el conocimiento ambiental moderno con la sabiduría ancestral, fortaleciendo así la capacidad comunitaria para el cuidado y manejo responsable del territorio.
Acciones participativas y respeto por la gobernanza indígena
El proyecto se distingue por su enfoque participativo y el respeto a los sistemas propios de gobierno indígena. Incluye reuniones con jóvenes guardianes del territorio, procesos formativos acompañados por los Mamus y líderes tradicionales, y la implementación de un sistema de monitoreo ambiental participativo. Estas acciones buscan consolidar la autonomía Arhuaca en la gestión de su territorio y asegurar la sostenibilidad ecológica y cultural.
“Restaurar no es solo sembrar árboles, es proteger el equilibrio que nos une con el agua, con la montaña, el origen y el todo. Este proyecto lo ejecutan ustedes, desde su Gobierno propio, con sus sistemas agroforestales ancestrales, con sus semillas y sus jóvenes que continuarán la lucha que han dado nuestros ancestros por el territorio”, afirmó la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Lena Estrada Añokazi, durante el evento de lanzamiento en el resguardo arhuaco de Pueblo Bello.
Educación, conservación y monitoreo ambiental con raíces indígenas
La capacitación ambiental contempla formación en prácticas sostenibles, la reintroducción de especies nativas y la implementación de cultivos resilientes. Se realizarán talleres que articulan los saberes ancestrales arhuacos con la pedagogía ambiental, promoviendo la conservación de la biodiversidad y del patrimonio cultural inmaterial.
Leer: Cumbre ambiental en Valledupar busca proteger el río Cesar como sujeto de derechos
Un componente esencial del proyecto es el monitoreo integral, que permitirá medir el impacto en la recuperación de los ecosistemas y ajustar las estrategias de conservación, asegurando así la preservación a largo plazo de estos territorios.
Justicia ecológica y liderazgo indígena
El Ministerio de Ambiente resaltó que la ejecución directa de los recursos por parte de los pueblos indígenas es un ejemplo de justicia ecológica con raíz cultural, posicionando al Cesar y a la Sierra Nevada de Santa Marta como referentes de reconciliación entre desarrollo y naturaleza.
Así, el proyecto no solo restaura la tierra, sino también la dignidad y el liderazgo ambiental ancestral, dejando una huella indeleble en el camino hacia un futuro sostenible para las comunidades y el país.











