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Columnista - 29 junio, 2019

¿Por qué le cambian la música a las canciones vallenatas?

En días recientes fui invitado a un establecimiento nocturno en Bogotá donde se presenta los fines de semana vallenato en vivo con un formato de voz, acordeón y guitarra.

En días recientes fui invitado a un establecimiento nocturno en Bogotá donde se presenta los fines de semana vallenato en vivo con un formato de voz, acordeón y guitarra, que a mi juicio es el ideal para apreciar en su verdadera dimensión nuestra música, ya que así se puede escuchar de mejor manera la letra y la auténtica melodía que el autor plasmó en su obra.

La gran sorpresa que me llevé es que el joven cantante, con la anuencia del guitarrista y el mismo acordeonero, les cambiaba a las canciones la melodía y la armonía que el compositor le dio a su inspiración original, pero lo más grave de todo es que lo estaba haciendo con canciones insignes y muy representativas de nuestro folclor, es decir, con verdaderos clásicos de nuestra música.

Qué sentido tiene escuchar ‘La casa en el aire’ o ‘La gota fría’ con patrones melódicos totalmente distintos a los que le imprimieron Rafael Escalona Martínez y Emiliano Zuleta Baquero, cuando precisamente toda la riqueza de esos clásicos se encuentra en la letra asociada a la música, melodía y armonía, e inclusive, a las tonalidades que sus autores quisieron darle a dicha obra.

Son muchos los nuevos intérpretes que confunden el estilo de cantar, las tonalidades y la misma tesitura de voz con las melodías de las canciones que están interpretando, y lo más grave de todo esto es que no sólo lo hacen en vivo, sino también en las grabaciones. Ya es hora que alguien le ponga un tatequieto a esta absurda practica de tergiversar la música de las canciones que hacen parte del acervo patrimonial de nuestra cultura.

En el caso de los compositores vivos, desde estas líneas los invito a que denuncien judicial y públicamente las malformaciones que les hacen a sus obras algunos intérpretes, y en el caso de aquellos juglares que ya no nos acompañan, que lo hagan sus familiares, e inclusive, pienso que en la Sociedad de Autores y Compositores – SAYCO deberíamos pensar en crear algún sistema o herramienta que nos sirva para proteger las obras, especialmente aquellas consideradas antológicas.

Como el género vallenato se ha expandido tanto en el mundo, es inevitable que lo canten y lo graben intérpretes que obviamente no tienen el mismo idioma, y mucho menos el acento de los primigenios cantantes del género, luego es aceptable que no le den las cadencias que nosotros le damos, pero eso dista mucho de cambiarle la música a las canciones, y a veces no solo la música sino el aire o el ritmo, lo cual sin duda es una violación a los derechos de autor y no se debe permitir.

COLOFON: Las autoridades nacionales y locales han embaucado a Valledupar y la región con las guayaberas naranjas, parrandas y viajes que supuestamente nos llevarían al status de ‘Ciudad Creativa’ en busca de mejorar nuestra economía, y resulta que según los recientes datos del DANE, nuestro producto interno bruto es uno de los de peor comportamiento en el país.

Columnista
29 junio, 2019

¿Por qué le cambian la música a las canciones vallenatas?

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jorge Nain

En días recientes fui invitado a un establecimiento nocturno en Bogotá donde se presenta los fines de semana vallenato en vivo con un formato de voz, acordeón y guitarra.


En días recientes fui invitado a un establecimiento nocturno en Bogotá donde se presenta los fines de semana vallenato en vivo con un formato de voz, acordeón y guitarra, que a mi juicio es el ideal para apreciar en su verdadera dimensión nuestra música, ya que así se puede escuchar de mejor manera la letra y la auténtica melodía que el autor plasmó en su obra.

La gran sorpresa que me llevé es que el joven cantante, con la anuencia del guitarrista y el mismo acordeonero, les cambiaba a las canciones la melodía y la armonía que el compositor le dio a su inspiración original, pero lo más grave de todo es que lo estaba haciendo con canciones insignes y muy representativas de nuestro folclor, es decir, con verdaderos clásicos de nuestra música.

Qué sentido tiene escuchar ‘La casa en el aire’ o ‘La gota fría’ con patrones melódicos totalmente distintos a los que le imprimieron Rafael Escalona Martínez y Emiliano Zuleta Baquero, cuando precisamente toda la riqueza de esos clásicos se encuentra en la letra asociada a la música, melodía y armonía, e inclusive, a las tonalidades que sus autores quisieron darle a dicha obra.

Son muchos los nuevos intérpretes que confunden el estilo de cantar, las tonalidades y la misma tesitura de voz con las melodías de las canciones que están interpretando, y lo más grave de todo esto es que no sólo lo hacen en vivo, sino también en las grabaciones. Ya es hora que alguien le ponga un tatequieto a esta absurda practica de tergiversar la música de las canciones que hacen parte del acervo patrimonial de nuestra cultura.

En el caso de los compositores vivos, desde estas líneas los invito a que denuncien judicial y públicamente las malformaciones que les hacen a sus obras algunos intérpretes, y en el caso de aquellos juglares que ya no nos acompañan, que lo hagan sus familiares, e inclusive, pienso que en la Sociedad de Autores y Compositores – SAYCO deberíamos pensar en crear algún sistema o herramienta que nos sirva para proteger las obras, especialmente aquellas consideradas antológicas.

Como el género vallenato se ha expandido tanto en el mundo, es inevitable que lo canten y lo graben intérpretes que obviamente no tienen el mismo idioma, y mucho menos el acento de los primigenios cantantes del género, luego es aceptable que no le den las cadencias que nosotros le damos, pero eso dista mucho de cambiarle la música a las canciones, y a veces no solo la música sino el aire o el ritmo, lo cual sin duda es una violación a los derechos de autor y no se debe permitir.

COLOFON: Las autoridades nacionales y locales han embaucado a Valledupar y la región con las guayaberas naranjas, parrandas y viajes que supuestamente nos llevarían al status de ‘Ciudad Creativa’ en busca de mejorar nuestra economía, y resulta que según los recientes datos del DANE, nuestro producto interno bruto es uno de los de peor comportamiento en el país.