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Columnista - 1 noviembre, 2023

Política, dinero y poder, tremendos causantes de corrupción

El título de esta columna es meritorio de observaciones ecuánimes, especialmente, las pertinentes a las acciones perpetradas en el departamento del Cesar y en Valledupar su ciudad capital.

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Aunque los debates electorales en todos los países tienen sus respectivas peculiaridades particulares -válgase la redundancia-, en Colombia (país sui géneris respecto a las elecciones por votación popular); por ejemplo, tal singularidad es incontrovertible por lo acontecido en el último debate electoral que todavía no ha finalizado, porque en los municipios de Gamarra, Cesar y Maicao, La Guajira, en la puja por las respectivas alcaldías, el voto en blanco salió victorioso, y según la legislación la Registraduría tendrá que realizar nuevas elecciones, además resultaron elegidos gobernadores y alcaldes con procesos judiciales por presuntas inhabilidades, cuyos veredictos podría ratificarles o anularles  las credenciales gubernativas, lo que implicaría elecciones atípicas.

El título de esta columna es meritorio de observaciones ecuánimes, especialmente, las pertinentes a las acciones perpetradas en el departamento del Cesar y en Valledupar su ciudad capital. Pues la tan cacareada derrota propinada al presidente Petro, para mí no es sorpresa, y me atrevo a testificar que tampoco para la mayoría de mis compatriotas. Advierto que mi admiración a, Gustavo Petro Urrego, permanece intacta a pesar de que siempre he calificado el Pacto Histórico, como un invento forjado por Gustavo Petro con el objetivo principal de ser elegido presidente de Colombia., porque tal pacto surgió con endeble cohesión social y carente de perspectiva política en procura de bienestar colectivo y, en fin, prevalecieron los intereses particulares, tal cual, como tradicionalmente acontece en nuestro país en las elecciones, principalmente en las locales y regionales. 

Considero que, Gustavo Petro, es una persona dotada de inteligencia superior al promedio común,  privilegio que lo llevó a la presidencia de Colombia, lo cual, hace creíble que padezca Trastorno de Espectro Autista (TEA), específicamente, conocido como Síndrome de Asperger, que entre sus versátiles características sobresalen la alta capacidad intelectual y de aprendizaje, además una enorme persistencia para lograr sus ideales, lo que entraña rebeldía y terquedad; en fin, múltiples particularidades inherentes al genoma de cada persona, modulables por el entorno social, geográfico y atmosférico, en sí, generadores de mutaciones genéticas. Procesos muy complejos, poco entendibles para los que no tienen el suficiente conocimiento. Lo cierto es que como Gustavo Petro hay y ha habido muchos en Colombia y en todo el mundo terrenal.

Por falta de espacio termino comentando sobre la orden de captura contra Cielo Gnecco Cerchiario, la primera dama del departamento del Cesar (en plena campaña proselitista), por supuesto secuestro y homicidio de dos personas ¡Caramba! Que papelón tan ridículo el de la fiscalía en cabeza de Francisco Barbosa, a claras luces con la intención de restarle votos a la candidata del denominado Clan Gnecco. Con toda razón la justicia en Colombia tiene altos índices de impunidad y muchos inocentes enjuiciados. Pareciera que los nombrados en tan alto cargo del sector justicia, desconocen o ignoran el historial del paramilitarismo en Colombia, y los que desconocen cómo se financiaban, que, desafortunadamente, es la mayoría de la población, todo lo que informan los altos mandos encargados de aplicar la justicia lo asumen como cierto, pero a los que conocemos la historia verdadera no nos engañan con sus falacias.

Aplaudo la entereza y autonomía de la fiscal, Nancy del Carmen Martínez, porque con la revocatoria de la captura de Cielo Gnecco ha probado que conoce las fuentes de financiación del paramilitarismo, al menos en el departamento del Cesar y en Valledupar. Repudio el nombramiento de personas manejables, clientelistas, enredadoras y arribistas en los altos cargos de la administración de justicia.

PD: felicitaciones a todos los ganadores en el reciente debate electoral. Ojalá ejerzan sus funciones a cabalidad. El departamento del Cesar, Valledupar y demás municipios a gritos requieren transparencia, eficiencia, eficacia y rápida terminación de las obras en construcción.  Que la fuerza pública, los empresarios, la ciudadanía y Dios los ayude.

Por: José Romero Churio.

Columnista
1 noviembre, 2023

Política, dinero y poder, tremendos causantes de corrupción

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Romero Churio

El título de esta columna es meritorio de observaciones ecuánimes, especialmente, las pertinentes a las acciones perpetradas en el departamento del Cesar y en Valledupar su ciudad capital.


Aunque los debates electorales en todos los países tienen sus respectivas peculiaridades particulares -válgase la redundancia-, en Colombia (país sui géneris respecto a las elecciones por votación popular); por ejemplo, tal singularidad es incontrovertible por lo acontecido en el último debate electoral que todavía no ha finalizado, porque en los municipios de Gamarra, Cesar y Maicao, La Guajira, en la puja por las respectivas alcaldías, el voto en blanco salió victorioso, y según la legislación la Registraduría tendrá que realizar nuevas elecciones, además resultaron elegidos gobernadores y alcaldes con procesos judiciales por presuntas inhabilidades, cuyos veredictos podría ratificarles o anularles  las credenciales gubernativas, lo que implicaría elecciones atípicas.

El título de esta columna es meritorio de observaciones ecuánimes, especialmente, las pertinentes a las acciones perpetradas en el departamento del Cesar y en Valledupar su ciudad capital. Pues la tan cacareada derrota propinada al presidente Petro, para mí no es sorpresa, y me atrevo a testificar que tampoco para la mayoría de mis compatriotas. Advierto que mi admiración a, Gustavo Petro Urrego, permanece intacta a pesar de que siempre he calificado el Pacto Histórico, como un invento forjado por Gustavo Petro con el objetivo principal de ser elegido presidente de Colombia., porque tal pacto surgió con endeble cohesión social y carente de perspectiva política en procura de bienestar colectivo y, en fin, prevalecieron los intereses particulares, tal cual, como tradicionalmente acontece en nuestro país en las elecciones, principalmente en las locales y regionales. 

Considero que, Gustavo Petro, es una persona dotada de inteligencia superior al promedio común,  privilegio que lo llevó a la presidencia de Colombia, lo cual, hace creíble que padezca Trastorno de Espectro Autista (TEA), específicamente, conocido como Síndrome de Asperger, que entre sus versátiles características sobresalen la alta capacidad intelectual y de aprendizaje, además una enorme persistencia para lograr sus ideales, lo que entraña rebeldía y terquedad; en fin, múltiples particularidades inherentes al genoma de cada persona, modulables por el entorno social, geográfico y atmosférico, en sí, generadores de mutaciones genéticas. Procesos muy complejos, poco entendibles para los que no tienen el suficiente conocimiento. Lo cierto es que como Gustavo Petro hay y ha habido muchos en Colombia y en todo el mundo terrenal.

Por falta de espacio termino comentando sobre la orden de captura contra Cielo Gnecco Cerchiario, la primera dama del departamento del Cesar (en plena campaña proselitista), por supuesto secuestro y homicidio de dos personas ¡Caramba! Que papelón tan ridículo el de la fiscalía en cabeza de Francisco Barbosa, a claras luces con la intención de restarle votos a la candidata del denominado Clan Gnecco. Con toda razón la justicia en Colombia tiene altos índices de impunidad y muchos inocentes enjuiciados. Pareciera que los nombrados en tan alto cargo del sector justicia, desconocen o ignoran el historial del paramilitarismo en Colombia, y los que desconocen cómo se financiaban, que, desafortunadamente, es la mayoría de la población, todo lo que informan los altos mandos encargados de aplicar la justicia lo asumen como cierto, pero a los que conocemos la historia verdadera no nos engañan con sus falacias.

Aplaudo la entereza y autonomía de la fiscal, Nancy del Carmen Martínez, porque con la revocatoria de la captura de Cielo Gnecco ha probado que conoce las fuentes de financiación del paramilitarismo, al menos en el departamento del Cesar y en Valledupar. Repudio el nombramiento de personas manejables, clientelistas, enredadoras y arribistas en los altos cargos de la administración de justicia.

PD: felicitaciones a todos los ganadores en el reciente debate electoral. Ojalá ejerzan sus funciones a cabalidad. El departamento del Cesar, Valledupar y demás municipios a gritos requieren transparencia, eficiencia, eficacia y rápida terminación de las obras en construcción.  Que la fuerza pública, los empresarios, la ciudadanía y Dios los ayude.

Por: José Romero Churio.