Aunque el cobre es un mineral clave en la llamada transición energética, al ser utilizado en tecnologías limpias y específicamente en la fabricación de turbinas eólicas para generar electricidad, hay experiencias poco amigables con el medio ambiente.
Peló el cobre en dos municipios del Cesar y uno de La Guajira, tras ser declarados Áreas Estratégicas Mineras para extraer el mineral en La Laguna y en Caracolihueco-Los Deseos, veredas del corregimiento de San José de Oriente en el municipio de La Paz, pero también en San Diego y La Jagua del Pilar, lo que conlleva a diversificar la matriz de minerales en la región y el país, todo ello basados en informes del Servicio Geológico Colombiano y análisis de la Agencia Nacional de Minería, que dan cuenta del alto potencial de cobre en los territorios descritos.
Preocupados por los impactos ambientales adversos, se analizan a manera de advertencias las formas de economía extractiva que estrangulan las capacidades de desarrollo económico, a pesar de las riquezas naturales, gravamen abusivo de ciertas operaciones, las cláusulas no equitativas de contratos, las comisiones arbitrarias y corrupciones para la gestión de trámite, estudios muy bien documentados en el libro: ¿Por qué fracasan los países? de la autoría de los doctores en Economía y profesores del Instituto de Massachusetts, Daron Acemoglu y de la Universidad de Chicago, James A. Robinson.
Aunque el cobre es un mineral clave en la llamada transición energética, al ser utilizado en tecnologías limpias y específicamente en la fabricación de turbinas eólicas para generar electricidad, hay experiencias poco amigables con el medio ambiente.
Sin detenernos a evaluar los daños ecológicos, que son incalculables y medibles por la destrucción de fuentes hídricas, fauna y flora, desde ya se abren ofertas para inversionistas nacionales y extranjeros, especialmente de Canadá, Estados Unidos, Inglaterra y Perú, interesados en explotar el cobre.
La preocupación es apenas natural por la experiencia carbonífera, lo que ha significado graves daños al corazón acuífero del Cesar, en tanto que Santander está en vilo por lo que pueda ocurrir con Santurbán, páramo que surte de agua a Bucaramanga y a 48 municipios de su Área Metropolitana para extraer el oro.
Ya hasta tasan el valor de un gramo de agua comparado con un gramo de oro, para poner en contexto, y lejos, la mayor importancia del agua, porque es vida, pero monetariamente deslumbra más el brillo del metal, así nos muramos de sed, para convertirnos en dinosaurios en vía de extinción.
Gramaticalmente cuando alguien ha simulado ser de una manera, pero luego muestra su verdadera forma de ser ha pelado el cobre, lo que generalmente es algo negativo, igual que el barniz que surge para justificar y promover fuentes de empleo y atraer recursos que al final devora la corrupción, mientras subyace la miseria social en los municipios mineros, junto al sello lapidario de los ríos, el deshielo de los páramos y glaciares y la incidencia catastrófica del calentamiento global y el cambio climático.
Rescatable de este panorama sombrío, que las regalías del carbón hayan apalancado la construcción de la Universidad Nacional de La Paz y se direccionen recursos económicos a maestrías y doctorados, como premio al mérito, en la Universidad de los Andes, en la primera administración del gobierno de Luis Alberto Monsalvo.
Por Miguel Aroca Yepes
Aunque el cobre es un mineral clave en la llamada transición energética, al ser utilizado en tecnologías limpias y específicamente en la fabricación de turbinas eólicas para generar electricidad, hay experiencias poco amigables con el medio ambiente.
Peló el cobre en dos municipios del Cesar y uno de La Guajira, tras ser declarados Áreas Estratégicas Mineras para extraer el mineral en La Laguna y en Caracolihueco-Los Deseos, veredas del corregimiento de San José de Oriente en el municipio de La Paz, pero también en San Diego y La Jagua del Pilar, lo que conlleva a diversificar la matriz de minerales en la región y el país, todo ello basados en informes del Servicio Geológico Colombiano y análisis de la Agencia Nacional de Minería, que dan cuenta del alto potencial de cobre en los territorios descritos.
Preocupados por los impactos ambientales adversos, se analizan a manera de advertencias las formas de economía extractiva que estrangulan las capacidades de desarrollo económico, a pesar de las riquezas naturales, gravamen abusivo de ciertas operaciones, las cláusulas no equitativas de contratos, las comisiones arbitrarias y corrupciones para la gestión de trámite, estudios muy bien documentados en el libro: ¿Por qué fracasan los países? de la autoría de los doctores en Economía y profesores del Instituto de Massachusetts, Daron Acemoglu y de la Universidad de Chicago, James A. Robinson.
Aunque el cobre es un mineral clave en la llamada transición energética, al ser utilizado en tecnologías limpias y específicamente en la fabricación de turbinas eólicas para generar electricidad, hay experiencias poco amigables con el medio ambiente.
Sin detenernos a evaluar los daños ecológicos, que son incalculables y medibles por la destrucción de fuentes hídricas, fauna y flora, desde ya se abren ofertas para inversionistas nacionales y extranjeros, especialmente de Canadá, Estados Unidos, Inglaterra y Perú, interesados en explotar el cobre.
La preocupación es apenas natural por la experiencia carbonífera, lo que ha significado graves daños al corazón acuífero del Cesar, en tanto que Santander está en vilo por lo que pueda ocurrir con Santurbán, páramo que surte de agua a Bucaramanga y a 48 municipios de su Área Metropolitana para extraer el oro.
Ya hasta tasan el valor de un gramo de agua comparado con un gramo de oro, para poner en contexto, y lejos, la mayor importancia del agua, porque es vida, pero monetariamente deslumbra más el brillo del metal, así nos muramos de sed, para convertirnos en dinosaurios en vía de extinción.
Gramaticalmente cuando alguien ha simulado ser de una manera, pero luego muestra su verdadera forma de ser ha pelado el cobre, lo que generalmente es algo negativo, igual que el barniz que surge para justificar y promover fuentes de empleo y atraer recursos que al final devora la corrupción, mientras subyace la miseria social en los municipios mineros, junto al sello lapidario de los ríos, el deshielo de los páramos y glaciares y la incidencia catastrófica del calentamiento global y el cambio climático.
Rescatable de este panorama sombrío, que las regalías del carbón hayan apalancado la construcción de la Universidad Nacional de La Paz y se direccionen recursos económicos a maestrías y doctorados, como premio al mérito, en la Universidad de los Andes, en la primera administración del gobierno de Luis Alberto Monsalvo.
Por Miguel Aroca Yepes