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“¿Quo vadis?”

La frase latina atribuida a Jesús, se da en el siguiente contexto: ante la feroz persecución de los cristianos por parte de los romanos, Pedro huye de Jerusalén y en el camino es interceptado por Jesús, que lo increpa con la citada expresión que significa “¿Para dónde vas?”. A diferencia de Pedro, Jesús va camino a Jerusalén, donde será crucificado, al ver esto, Pedro decide seguir a su maestro.

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La frase latina atribuida a Jesús, se da en el siguiente contexto: ante la feroz persecución de los cristianos por parte de los romanos, Pedro huye de Jerusalén y en el camino es interceptado por Jesús, que lo increpa con la citada expresión que significa “¿Para dónde vas?”. A diferencia de Pedro, Jesús va camino a Jerusalén, donde será crucificado, al ver esto, Pedro decide seguir a su maestro.

El citado interrogante podría servir para preguntarnos para dónde va el caso de Santiago Uribe Vélez, luego de ser condenado en segunda instancia por el Tribunal de Medellín, en un fallo, y no es un dato menor, proferido por unanimidad, a la pena de 28 años y una multa de 6.500 salarios mínimos legales mensuales vigentes, por los delitos de concierto para delinquir, homicidio agravado y delitos de lesa humanidad. Pero la pregunta es pertinente, ¿para dónde va todo esto? Lo más probable es que los abogados de la defensa interpongan el recurso extraordinario de casación, contra el fallo de marras, correspondiéndole a la Corte Suprema de Justicia, revocar o confirmar dicho fallo.

Curiosamente, la suerte de los hermanos Álvaro y Santiago Uribe Vélez depende de la decisión de la Corte Suprema de Justicia, con una particularidad, mientras el expresidente hizo todo lo posible por evitar que su proceso, por los presuntos delitos de soborno y fraude procesal, llegara a la CSJ, al punto que renunció a su curul de senador para lograr este propósito, por las razones que solo él conoce, su hermano Santiago, llega después de haberse proferido un fallo absolutorio en primera instancia, y un fallo condenatorio en segunda.

El poder judicial se encuentra en el ojo del huracán, de sus decisiones futuras frente a los casos sub judice, estará jugándose su prestigio y su credibilidad. No podemos olvidar que de esta honorable corporación salieron investigados magistrados como José Leónidas Bustos, Gustavo Malo, Francisco Ricaurte y Camilo Tarquino por el famoso escándalo del “Cartel de la Toga”. 

Confiamos en que la CSJ proferirá, en ambos casos, un fallo ecuánime y ajustado a derecho. Será este el mejor homenaje póstumo que se le pueda rendir a los magistrados inmolados en el holocausto del Palacio de Justicia. ¡Que así sea!  

La frase de cierre: “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados”. Mateo 5,6.

Por: Darío Arregocés Baute.

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