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Columnista - 27 agosto, 2013

Mototaxismo, puente peatonal y la mentira

Manejar el tema del mototaxismo es perder el tiempo, es una maricada, es por no dejar. Pero lo voy a perder. Estos conductores ya no tienen ningún remedio, ¿para que se les educa?, no entienden, no respetan, ni oyen, ni ven, hacen lo que les da la gana, se pasan por el forro las normas y la reglamentación de la secretaría de Tránsito, no hacen escuadra, se adelantan los vehículos por cualquier parte y aquí no hay retrovisor que valga.

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Por Alberto Herazo Palmera

Manejar el tema del mototaxismo es perder el tiempo, es una maricada, es por no dejar.  Pero lo voy a perder.  Estos conductores ya no tienen ningún remedio, ¿para que se les educa?,  no entienden, no respetan, ni oyen, ni ven, hacen lo que les da la gana, se pasan por el forro las normas y la reglamentación de la secretaría de Tránsito, no hacen escuadra, se adelantan los vehículos por cualquier parte y aquí no hay retrovisor que valga.

Por donde se le mire, el fenómeno de las motos sigue disparado e impactante.  La moto sin duda alguna seguirá creciendo como medio de transporte y de generación de empleo, inclusive muy por encima de los pronósticos, con lo cual el gobierno está en mora, no de prohibirlas, como es costumbre cuando el problema se les sale de las manos a los funcionarios, sino de generar una política integral para esta nueva realidad en la calles.

La facilidades de crédito, su bajo costo, economía y versatilidad son algunos de los factores que contribuyeron a que la motocicleta confirmara una tendencia que empezó hace más de cinco años: la de ser el vehículo preferido por los vallenatos y no vallenatos.  El mercado de las motos es amplio, hay para todos los gustos y presupuesto, es un fenómeno que se veía venir.  A la mayoría de los vallenatos se le ha cumplido la satisfacción de una ambición común para ellos y sus hogares: lograr una mejora sustancial en su movilidad mediante la adquisición de un vehículo privado que le da la libertad de ir donde quiera y cuando quiera a algunos pero a otros les ha dado la libertad para robar, asesinar y atracar.  Y es aquí donde está lo grave.

Tengo la seguridad que estos personajes conductores de motos obtienen con facilidad su licencia, si es que la tienen, y lo peor, sin pasar por ningún examen, ni médico, ni aptitudes.  La plata, dos fotos y la cedula y ya tienen su licencia.  Aquí quedan muchos interrogantes; ¿Cuántas licencias de estas se han otorgado con el lleno de los requisitos?, ¿Cuántos motociclistas han hecho y aprobado realmente el curso de conductor?, será que todos están aptos para conducir motos?, conocían todos ellos las normas de tránsito? Averígüelo Vargas.

Del mototaxismo se puede escribir mucho pero no voy a seguir perdiendo mi tiempo, solo quería con esta nota recordarle y solicitarle al director de Tránsito que mientras no regule la entrada de las motos al centro de la ciudad, esto seguirá peor.

Otro de los comentarios que quiero hacer es sobre el Puente Peatonal ubicado frente a la Institución educativa Manuela Beltrán, que se ha convertido en un grave problema de inseguridad. Con solo tumbar los muros laterales y colocarle barandas transparentes se soluciona el problema y esto va, para el nuevo Secretario de Obras Públicas. Y finalmente aquí muchos funcionarios públicos en especial uno, vive de la mentira.  Esa tendencia a no decir la verdad explica la esquizofrenia de algunos de ellos.  En otras palabras, no se pueden mantener indefinidamente el juego de las dos caras, del frente y las espaldas.  Este personaje disque aspira a la alcaldía. Blanco es gallina lo pone.  

Columnista
27 agosto, 2013

Mototaxismo, puente peatonal y la mentira

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Alberto Herazo P.

Manejar el tema del mototaxismo es perder el tiempo, es una maricada, es por no dejar. Pero lo voy a perder. Estos conductores ya no tienen ningún remedio, ¿para que se les educa?, no entienden, no respetan, ni oyen, ni ven, hacen lo que les da la gana, se pasan por el forro las normas y la reglamentación de la secretaría de Tránsito, no hacen escuadra, se adelantan los vehículos por cualquier parte y aquí no hay retrovisor que valga.


Por Alberto Herazo Palmera

Manejar el tema del mototaxismo es perder el tiempo, es una maricada, es por no dejar.  Pero lo voy a perder.  Estos conductores ya no tienen ningún remedio, ¿para que se les educa?,  no entienden, no respetan, ni oyen, ni ven, hacen lo que les da la gana, se pasan por el forro las normas y la reglamentación de la secretaría de Tránsito, no hacen escuadra, se adelantan los vehículos por cualquier parte y aquí no hay retrovisor que valga.

Por donde se le mire, el fenómeno de las motos sigue disparado e impactante.  La moto sin duda alguna seguirá creciendo como medio de transporte y de generación de empleo, inclusive muy por encima de los pronósticos, con lo cual el gobierno está en mora, no de prohibirlas, como es costumbre cuando el problema se les sale de las manos a los funcionarios, sino de generar una política integral para esta nueva realidad en la calles.

La facilidades de crédito, su bajo costo, economía y versatilidad son algunos de los factores que contribuyeron a que la motocicleta confirmara una tendencia que empezó hace más de cinco años: la de ser el vehículo preferido por los vallenatos y no vallenatos.  El mercado de las motos es amplio, hay para todos los gustos y presupuesto, es un fenómeno que se veía venir.  A la mayoría de los vallenatos se le ha cumplido la satisfacción de una ambición común para ellos y sus hogares: lograr una mejora sustancial en su movilidad mediante la adquisición de un vehículo privado que le da la libertad de ir donde quiera y cuando quiera a algunos pero a otros les ha dado la libertad para robar, asesinar y atracar.  Y es aquí donde está lo grave.

Tengo la seguridad que estos personajes conductores de motos obtienen con facilidad su licencia, si es que la tienen, y lo peor, sin pasar por ningún examen, ni médico, ni aptitudes.  La plata, dos fotos y la cedula y ya tienen su licencia.  Aquí quedan muchos interrogantes; ¿Cuántas licencias de estas se han otorgado con el lleno de los requisitos?, ¿Cuántos motociclistas han hecho y aprobado realmente el curso de conductor?, será que todos están aptos para conducir motos?, conocían todos ellos las normas de tránsito? Averígüelo Vargas.

Del mototaxismo se puede escribir mucho pero no voy a seguir perdiendo mi tiempo, solo quería con esta nota recordarle y solicitarle al director de Tránsito que mientras no regule la entrada de las motos al centro de la ciudad, esto seguirá peor.

Otro de los comentarios que quiero hacer es sobre el Puente Peatonal ubicado frente a la Institución educativa Manuela Beltrán, que se ha convertido en un grave problema de inseguridad. Con solo tumbar los muros laterales y colocarle barandas transparentes se soluciona el problema y esto va, para el nuevo Secretario de Obras Públicas. Y finalmente aquí muchos funcionarios públicos en especial uno, vive de la mentira.  Esa tendencia a no decir la verdad explica la esquizofrenia de algunos de ellos.  En otras palabras, no se pueden mantener indefinidamente el juego de las dos caras, del frente y las espaldas.  Este personaje disque aspira a la alcaldía. Blanco es gallina lo pone.