Mahatma Gandhi, enunció en 1947, “las siete equivocaciones de la sociedad humana, causa de toda la violencia”, las llamó los siete pecados sociales, un ideario certero y lapidario, de indiscutible vigencia y de probada aplicabilidad al analizar las transgresiones, los delitos morales (“pecados”) en la sociedad y la política colombiana. 1-Política sin principios.
Por Imelda Daza Cotes
Mahatma Gandhi, enunció en 1947, “las siete equivocaciones de la sociedad humana, causa de toda la violencia”, las llamó los siete pecados sociales, un ideario certero y lapidario, de indiscutible vigencia y de probada aplicabilidad al analizar las transgresiones, los delitos morales (“pecados”) en la sociedad y la política colombiana.
1-Política sin principios.
A la mayoría de los políticos les sobra vocación de poder y les falta vocación de servicio, carecen de principios, actúan movidos por mezquinos intereses personales o de grupo; su comportamiento es ilegítimo ante una ciudadanía inerme y harta de inmoralidad.
La administración de lo público, a cargo de los políticos, se inspira en el desdén y la insensibilidad frente a los problemas que afectan a unas mayorías carentes de poder real, marginadas de las decisiones.
2-Economía sin moral. El manejo de la economía nacional no se corresponde con las urgencias del país. El erario público es un botín del que se apropian los gobernantes y sus aliados políticos.
En lo privado, el afán de maximizar ganancias, legitima el uso de prácticas contrarias al bien común. Se banaliza el mal. Poco importan el holocausto ambiental, las industrias transgénicas, la esclavitud consumista, la explotación extrema del trabajo humano y de los recursos naturales.
El afán de crecimiento económico se sostiene sobre la creencia de que los recursos planetarios son infinitos.
3-Riqueza y bienestar sin trabajo. Se ha pervertido el indispensable equilibrio entre esfuerzo y recompensa.
Se busca, como sea, el dinero fácil y rápido, se espera el máximo resultado con el mínimo esfuerzo, no importan los medios para lograrlo. Escasean la moral y la cordura y el consumismo depredador conduce a las adicciones de todo tipo.
El humanismo se ha extraviado en los vericuetos del culto al individualismo y la renuncia a lo comunitario.
4-Educación sin carácter. Se imparte una educación descontextualizada que conduce al conocimiento inútil. Prevalece aún la memorización de textos cuya interpretación queda pendiente.
La escuela informa pero no forma. Falta calidad educativa y mayor compromiso del Estado en la prestación de este servicio que debe ser de su íntegra responsabilidad.
5-Ciencia sin humanidad. El conocimiento y el saber tienen sentido cuando están al servicio de la humanidad, no de los privilegiados, ni de los negocios donde sólo importa la rentabilidad. En materia de investigación, Colombia está rezagada, está casi todo por hacer.
6-Goce sin conciencia. Los medios de comunicación y la publicidad imponen valores hedonistas y estimulan la frivolidad; la vida es sólo fiesta y placer; todo se reduce a comprar, consumir y botar. No hay espacio para la reflexión ni para la reacción.
7-Culto/religión/ sin sacrificio. Su valoración la dejo a los lectores sensibles frente a las cuestiones del espíritu.
En India se entrega este ideario a los personajes ilustres/políticos que visitan el país. Interesante.
Mahatma Gandhi, enunció en 1947, “las siete equivocaciones de la sociedad humana, causa de toda la violencia”, las llamó los siete pecados sociales, un ideario certero y lapidario, de indiscutible vigencia y de probada aplicabilidad al analizar las transgresiones, los delitos morales (“pecados”) en la sociedad y la política colombiana. 1-Política sin principios.
Por Imelda Daza Cotes
Mahatma Gandhi, enunció en 1947, “las siete equivocaciones de la sociedad humana, causa de toda la violencia”, las llamó los siete pecados sociales, un ideario certero y lapidario, de indiscutible vigencia y de probada aplicabilidad al analizar las transgresiones, los delitos morales (“pecados”) en la sociedad y la política colombiana.
1-Política sin principios.
A la mayoría de los políticos les sobra vocación de poder y les falta vocación de servicio, carecen de principios, actúan movidos por mezquinos intereses personales o de grupo; su comportamiento es ilegítimo ante una ciudadanía inerme y harta de inmoralidad.
La administración de lo público, a cargo de los políticos, se inspira en el desdén y la insensibilidad frente a los problemas que afectan a unas mayorías carentes de poder real, marginadas de las decisiones.
2-Economía sin moral. El manejo de la economía nacional no se corresponde con las urgencias del país. El erario público es un botín del que se apropian los gobernantes y sus aliados políticos.
En lo privado, el afán de maximizar ganancias, legitima el uso de prácticas contrarias al bien común. Se banaliza el mal. Poco importan el holocausto ambiental, las industrias transgénicas, la esclavitud consumista, la explotación extrema del trabajo humano y de los recursos naturales.
El afán de crecimiento económico se sostiene sobre la creencia de que los recursos planetarios son infinitos.
3-Riqueza y bienestar sin trabajo. Se ha pervertido el indispensable equilibrio entre esfuerzo y recompensa.
Se busca, como sea, el dinero fácil y rápido, se espera el máximo resultado con el mínimo esfuerzo, no importan los medios para lograrlo. Escasean la moral y la cordura y el consumismo depredador conduce a las adicciones de todo tipo.
El humanismo se ha extraviado en los vericuetos del culto al individualismo y la renuncia a lo comunitario.
4-Educación sin carácter. Se imparte una educación descontextualizada que conduce al conocimiento inútil. Prevalece aún la memorización de textos cuya interpretación queda pendiente.
La escuela informa pero no forma. Falta calidad educativa y mayor compromiso del Estado en la prestación de este servicio que debe ser de su íntegra responsabilidad.
5-Ciencia sin humanidad. El conocimiento y el saber tienen sentido cuando están al servicio de la humanidad, no de los privilegiados, ni de los negocios donde sólo importa la rentabilidad. En materia de investigación, Colombia está rezagada, está casi todo por hacer.
6-Goce sin conciencia. Los medios de comunicación y la publicidad imponen valores hedonistas y estimulan la frivolidad; la vida es sólo fiesta y placer; todo se reduce a comprar, consumir y botar. No hay espacio para la reflexión ni para la reacción.
7-Culto/religión/ sin sacrificio. Su valoración la dejo a los lectores sensibles frente a las cuestiones del espíritu.
En India se entrega este ideario a los personajes ilustres/políticos que visitan el país. Interesante.