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Informe - 30 junio, 2020

Los hogares geriátricos, una ayuda frente al abandono

Todos los días envejecemos un poco. Es un proceso natural, el resultado de una cadena de cambios físicos, psicológicos, biológicos y funcionales que se presentan de manera única y diferente en cada individuo. Este proceso es irreversible y tendiente a disminuir las capacidades de todos los seres vivos.

Andrés Bolívar Carrillo Mendoza, en el hogar geriátrico Fundación
Años Dorados de Valledupar.

FOTO/CORTESÍA.
Andrés Bolívar Carrillo Mendoza, en el hogar geriátrico Fundación Años Dorados de Valledupar. FOTO/CORTESÍA.

Todos los días envejecemos un poco. Es un proceso natural, el resultado de una cadena de cambios físicos, psicológicos, biológicos  y funcionales que se presentan de manera única y diferente en cada individuo. Este proceso es irreversible y tendiente a disminuir las capacidades de todos los seres vivos.

Lee también: Uno más, sigue el abandono de adultos mayores

El pasado domingo se conoció el caso de Andrés Bolívar Carrillo Mendoza, quien estuvo en el Hospital Eduardo Arredondo Daza sede La Nevada durante 2 meses a la espera de familiares que se hicieran cargo de él.

Luego de la publicación del caso en redes sociales y medios de comunicación se movió el corazón de Adán Hernández, administrador de la Fundación Mis Años Dorados, quien aseguró: “Al conocer la situación mi corazón se nubló porque yo soy una persona con discapacidad y en el fondo los abuelitos son personas con discapacidad, lo dijo Jairo Clopatofsky, Alto Consejero para la Discapacidad, cuando estuvo en Valledupar. Y por eso a mí me generó sensibilidad. Decidí dejar el dinero a un lado, porque nuestra fundación es privada. No todo es dinero y le abrimos las puertas de nuestra fundación; ha sido una muy bonita labor”.

Acerca de la instancia del adulto mayor en este lugar su administrador expresó: “El señor Andrés Carrillo Mendoza estará en este lugar inicialmente hasta que el destino lo asista, pero yo creo que ya los familiares se están poniendo de acuerdo porque nos visitó la Secretaría de salud, porque le están haciendo un seguimiento y están haciendo contacto con los familiares para brindar una cuota para que el señor esté aquí con las mejores condiciones. Igual haya dinero o no nosotros seguiremos cumpliendo con esta vocación social”.

FOTO CORTESIA FOTO: CORTESÍA

A propósito de sus parientes, EL PILÓN estableció contacto con los familiares en la ciudad de Valledupar quienes comentaron que el señor Andrés tiene su familia, hermanos y su mamá en Fonseca, La Guajira.

“Nosotros aquí como primos, aunque lejanos, le hemos brindado toda la ayuda posible pero él es muy difícil de tratar porque siempre quiere estar en la calle y se nos pierde en algunos casos. Es cierto que es nuestro pariente, pero sobre nosotros no cae toda la responsabilidad y hemos brindado nuestra ayuda hasta donde ha sido posible. Tíos, tías, primos de Bogotá le han enviado cosas para su sustento y dinero en algunas ocasiones, pero te repito a veces se nos pierde que nos sabemos dónde está y otras se torna agresivo, ha llegado hasta a maltratar a sus familiares. Él ha tenido varios accidentes y nosotros como familia siempre hemos estado pendientes de él. Algunas veces se nos sale de control porque es muy agresivo”, indicó Wilber Mendoza, Rey Vallenato 2013, primo de este adulto mayor.

No dejes de leer: Gimnasio del Norte donó 50 mercados a población vulnerable en Valledupar

En diálogos con EL PILÓN Wilber Mendoza indicó que ya se encuentran en búsqueda de sus familiares directamente responsables, que son sus hermanos, para que asuman completa responsabilidad sobre la condición física y mental en la que se está su pariente.

LOS HOGARES DE PASO

En Valledupar existen hogares geriátricos de carácter privado y públicos, a estos últimos son llevados los adultos mayores que no cuentan con ninguna red familiar que pueda hacerse cargo de ellos o que no puedan pagar uno de índole privada, cuyo valor oscila entre los 800 y los 900 mil pesos.

Privados solo hay tres funcionando en la capital del Cesar y los públicos, como la casa de los abuelos, ya se encuentran a tope de pacientes.

Un paciente en un lugar privado tiene un costo para las entidades, nosotros acá miramos de dónde viene el familiar, cuántas personas están a cargo del adulto mayor y ahí podemos mirar el precio. En esta fundación hay pacientes que pagan hasta 400 mil pesos para que tengamos aquí a su abuelito, otros los dejan por temporadas cortas, por viajes, etc.”, explicó Adán Hernández.

Las entidades privadas atienden a sus pacientes con recursos propios de los familiares o donaciones, las entidades de carácter público dedicadas al cuidado de los adultos mayores se sostienen por la Oficina de Gestión Social de la Alcaldía de la ciudad.

La personería de Valledupar, las comisarías de familia y la Oficina de Gestión Social son los entes encargados de velar por el bienestar de estos adultos mayores que estén en condición de vulnerabilidad, y buscar hogar para ellos sea dentro de sus familias, en caso de contar con red familiar o ubicarlos en los asilos y hogares geriátricos de la ciudad en el caso de que no tengan ningún familiar que pueda hacerse caso.

En Colombia, la política pública que se ha diseñado desde el Gobierno nacional para la protección al adulto mayor sin ingresos, y para prevenir la indigencia de los actuales trabajadores cuando estén en la condición de tercera edad, comprende dos programas: Colombia Mayor y el programa BEPS.

OTROS CASOS RECIENTES

El caso del abandono del señor Andrés no es el primero del año. En el mes de enero de 2020 la Personería de Valledupar recogió a una adulta mayor en situación de calle que lamentablemente falleció mientras era atendida por un centro de salud de la ciudad.

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Igualmente, el personero de Valledupar, Silvio Cuello, recordó el caso del ‘embolador’. “Hace menos de un mes se conoció el caso de un embolador de zapatos muy conocido en Valledupar, quien generalmente se ubicaba frente al Cementerio central, en el edificio Torres del Rosario, él dormía en el parqueadero que está ahí frente al Parque de las madres. Ya tenía más de 40 años ejerciendo esta actividad. A este señor le dio una isquemia cerebral y ya ni en el parqueadero lo recibían porque ya estaba enfermo y no era ‘útil’, quedó viviendo y durmiendo en las bancas del parque de las madres y hace como un mes como que se agudizó y yo mismo llamé a la ambulancia y se lo llevó para el Hospital de La Nevada y ya el señor está recuperado porque se le brindó toda la asistencia en salud y alimentaria”, recordó Silvio Cuello, personero de Valledupar.

En el último informe del Ministerio del Trabajo al Congreso de la República,  se indica que de 6´330.144 personas mayores que hay hoy en Colombia, únicamente el 30 % recibía alguna pensión, los demás, si no cuentan con una renta o la solidaridad de la familia, estarían condenados a una vida miserable de indigencia.

Por Estefani Rojas/EL PILÓN

Informe
30 junio, 2020

Los hogares geriátricos, una ayuda frente al abandono

Todos los días envejecemos un poco. Es un proceso natural, el resultado de una cadena de cambios físicos, psicológicos, biológicos y funcionales que se presentan de manera única y diferente en cada individuo. Este proceso es irreversible y tendiente a disminuir las capacidades de todos los seres vivos.


Andrés Bolívar Carrillo Mendoza, en el hogar geriátrico Fundación
Años Dorados de Valledupar.

FOTO/CORTESÍA.
Andrés Bolívar Carrillo Mendoza, en el hogar geriátrico Fundación Años Dorados de Valledupar. FOTO/CORTESÍA.

Todos los días envejecemos un poco. Es un proceso natural, el resultado de una cadena de cambios físicos, psicológicos, biológicos  y funcionales que se presentan de manera única y diferente en cada individuo. Este proceso es irreversible y tendiente a disminuir las capacidades de todos los seres vivos.

Lee también: Uno más, sigue el abandono de adultos mayores

El pasado domingo se conoció el caso de Andrés Bolívar Carrillo Mendoza, quien estuvo en el Hospital Eduardo Arredondo Daza sede La Nevada durante 2 meses a la espera de familiares que se hicieran cargo de él.

Luego de la publicación del caso en redes sociales y medios de comunicación se movió el corazón de Adán Hernández, administrador de la Fundación Mis Años Dorados, quien aseguró: “Al conocer la situación mi corazón se nubló porque yo soy una persona con discapacidad y en el fondo los abuelitos son personas con discapacidad, lo dijo Jairo Clopatofsky, Alto Consejero para la Discapacidad, cuando estuvo en Valledupar. Y por eso a mí me generó sensibilidad. Decidí dejar el dinero a un lado, porque nuestra fundación es privada. No todo es dinero y le abrimos las puertas de nuestra fundación; ha sido una muy bonita labor”.

Acerca de la instancia del adulto mayor en este lugar su administrador expresó: “El señor Andrés Carrillo Mendoza estará en este lugar inicialmente hasta que el destino lo asista, pero yo creo que ya los familiares se están poniendo de acuerdo porque nos visitó la Secretaría de salud, porque le están haciendo un seguimiento y están haciendo contacto con los familiares para brindar una cuota para que el señor esté aquí con las mejores condiciones. Igual haya dinero o no nosotros seguiremos cumpliendo con esta vocación social”.

FOTO CORTESIA FOTO: CORTESÍA

A propósito de sus parientes, EL PILÓN estableció contacto con los familiares en la ciudad de Valledupar quienes comentaron que el señor Andrés tiene su familia, hermanos y su mamá en Fonseca, La Guajira.

“Nosotros aquí como primos, aunque lejanos, le hemos brindado toda la ayuda posible pero él es muy difícil de tratar porque siempre quiere estar en la calle y se nos pierde en algunos casos. Es cierto que es nuestro pariente, pero sobre nosotros no cae toda la responsabilidad y hemos brindado nuestra ayuda hasta donde ha sido posible. Tíos, tías, primos de Bogotá le han enviado cosas para su sustento y dinero en algunas ocasiones, pero te repito a veces se nos pierde que nos sabemos dónde está y otras se torna agresivo, ha llegado hasta a maltratar a sus familiares. Él ha tenido varios accidentes y nosotros como familia siempre hemos estado pendientes de él. Algunas veces se nos sale de control porque es muy agresivo”, indicó Wilber Mendoza, Rey Vallenato 2013, primo de este adulto mayor.

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En diálogos con EL PILÓN Wilber Mendoza indicó que ya se encuentran en búsqueda de sus familiares directamente responsables, que son sus hermanos, para que asuman completa responsabilidad sobre la condición física y mental en la que se está su pariente.

LOS HOGARES DE PASO

En Valledupar existen hogares geriátricos de carácter privado y públicos, a estos últimos son llevados los adultos mayores que no cuentan con ninguna red familiar que pueda hacerse cargo de ellos o que no puedan pagar uno de índole privada, cuyo valor oscila entre los 800 y los 900 mil pesos.

Privados solo hay tres funcionando en la capital del Cesar y los públicos, como la casa de los abuelos, ya se encuentran a tope de pacientes.

Un paciente en un lugar privado tiene un costo para las entidades, nosotros acá miramos de dónde viene el familiar, cuántas personas están a cargo del adulto mayor y ahí podemos mirar el precio. En esta fundación hay pacientes que pagan hasta 400 mil pesos para que tengamos aquí a su abuelito, otros los dejan por temporadas cortas, por viajes, etc.”, explicó Adán Hernández.

Las entidades privadas atienden a sus pacientes con recursos propios de los familiares o donaciones, las entidades de carácter público dedicadas al cuidado de los adultos mayores se sostienen por la Oficina de Gestión Social de la Alcaldía de la ciudad.

La personería de Valledupar, las comisarías de familia y la Oficina de Gestión Social son los entes encargados de velar por el bienestar de estos adultos mayores que estén en condición de vulnerabilidad, y buscar hogar para ellos sea dentro de sus familias, en caso de contar con red familiar o ubicarlos en los asilos y hogares geriátricos de la ciudad en el caso de que no tengan ningún familiar que pueda hacerse caso.

En Colombia, la política pública que se ha diseñado desde el Gobierno nacional para la protección al adulto mayor sin ingresos, y para prevenir la indigencia de los actuales trabajadores cuando estén en la condición de tercera edad, comprende dos programas: Colombia Mayor y el programa BEPS.

OTROS CASOS RECIENTES

El caso del abandono del señor Andrés no es el primero del año. En el mes de enero de 2020 la Personería de Valledupar recogió a una adulta mayor en situación de calle que lamentablemente falleció mientras era atendida por un centro de salud de la ciudad.

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Igualmente, el personero de Valledupar, Silvio Cuello, recordó el caso del ‘embolador’. “Hace menos de un mes se conoció el caso de un embolador de zapatos muy conocido en Valledupar, quien generalmente se ubicaba frente al Cementerio central, en el edificio Torres del Rosario, él dormía en el parqueadero que está ahí frente al Parque de las madres. Ya tenía más de 40 años ejerciendo esta actividad. A este señor le dio una isquemia cerebral y ya ni en el parqueadero lo recibían porque ya estaba enfermo y no era ‘útil’, quedó viviendo y durmiendo en las bancas del parque de las madres y hace como un mes como que se agudizó y yo mismo llamé a la ambulancia y se lo llevó para el Hospital de La Nevada y ya el señor está recuperado porque se le brindó toda la asistencia en salud y alimentaria”, recordó Silvio Cuello, personero de Valledupar.

En el último informe del Ministerio del Trabajo al Congreso de la República,  se indica que de 6´330.144 personas mayores que hay hoy en Colombia, únicamente el 30 % recibía alguna pensión, los demás, si no cuentan con una renta o la solidaridad de la familia, estarían condenados a una vida miserable de indigencia.

Por Estefani Rojas/EL PILÓN