A partir de este martes 19 de septiembre comienzan a correr 40 días exactos para la elección del nuevo gobernador del Cesar, el alcalde de Valledupar y mandatarios de los demás municipios de este departamento.
A partir de este martes 19 de septiembre comienzan a correr 40 días exactos para la elección del nuevo gobernador del Cesar, el alcalde de Valledupar y mandatarios de los demás municipios de este departamento.
Según el libro más leído del mundo, la Biblia, este es un periodo de gran connotación en pro de la salvación de un pueblo o territorio. Fue durante 40 días que Jesús estuvo sometido a prueba en el desierto, algo que parecía imposible, pero él logró superar todas las dificultades presentadas y alcanzó los objetivos propuestos. “El desierto era un lugar de prueba, encuentro y renovación”.
Esta es una analogía que aplica de manera casi perfecta con miras a lo que electoralmente se viene para el pueblo del Cesar en estos 40 días de campaña política, periodo en el que el electorado y líderes políticos tendrán que soportar toda clase de dificultades, también de pruebas y tentaciones particulares, deponer los egos y beneficios personales para que prevalezca el bienestar general y se anteponga el progreso y desarrollo del Cesar por encima de todo.
A partir de este momento, serán 40 días de análisis y reflexión frente a lo que realmente le conviene al Cesar y a cada uno de los territorios que lo integran. Ese ejercicio debe involucrarnos a todos, desde el elector primario, gremios, sectores empresariales, culturales, religiosos, académicos, turísticos, deportivos, periodistas, medios de comunicación, activistas, líderes cívicos, comunitarios y políticos, candidatos y organizaciones o partidos políticos.
Siguiendo con la analogía bíblica vale preguntar: ¿durante estos 40 días los cesarenses sí estarán dispuestos a superar todos clase de pruebas, propiciar un encuentro de intereses generales y permitir así esa renovación que tanta falta le hace a este departamento?
Es un tiempo corto para la magnitud de lo que se va a decidir, pero es apenas justo y necesario para alcanzar lo cometido por un pueblo consciente de su responsabilidad social, de su compromiso ciudadano, de unos padres que piensan en sus hijos, de unos jóvenes que sueñan con un futuro mejor y de todo aquel que propenda por una sociedad cada día superior, donde impere el respeto por los demás, las buenas prácticas y ejercicio de los valores morales en toda su integridad.
Es ahí entonces donde resulta de suma importancia el papel que puedan desempeñar los periodistas, medios de comunicación, líderes de opinión, cualquier clase de organizaciones que incidan en el comportamiento y pensamiento de la gente y, en fin, de todo aquel que cumpla las veces de orientador social y ayude para que los electores decidan su voto de manera responsable.
De la capacidad de persuasión de los llamados a ejercer ese rol dependerá mucho la decisión del ciudadano al momento de votar el próximo 29 de octubre. Es el momento de que el pueblo entienda que ese acto tan íntimo, tan privado, tan suyo en la urna, debe ser algo muy sagrado y como tal se debe actuar en consecuencia porque no estamos decidiendo sobre cualquier cosa, se trata del bienestar de nuestros seres queridos, de la familia, amigos y la comunidad en general.
En síntesis, estamos entonces ante un periodo de prueba que debemos ser capaces de superar por el bien de nuestro departamento. Y fijados en los 40 días, que le restan al Cesar, y las infinitas tristes noches de su ocaso, esperemos que, como en el cuento mágico, en esta historia electoral finalicen el departamento y sus municipios plenos de bienestar, como Alí Babá, y los politiqueros ambiciosos como los 40 ladrones.
A partir de este martes 19 de septiembre comienzan a correr 40 días exactos para la elección del nuevo gobernador del Cesar, el alcalde de Valledupar y mandatarios de los demás municipios de este departamento.
A partir de este martes 19 de septiembre comienzan a correr 40 días exactos para la elección del nuevo gobernador del Cesar, el alcalde de Valledupar y mandatarios de los demás municipios de este departamento.
Según el libro más leído del mundo, la Biblia, este es un periodo de gran connotación en pro de la salvación de un pueblo o territorio. Fue durante 40 días que Jesús estuvo sometido a prueba en el desierto, algo que parecía imposible, pero él logró superar todas las dificultades presentadas y alcanzó los objetivos propuestos. “El desierto era un lugar de prueba, encuentro y renovación”.
Esta es una analogía que aplica de manera casi perfecta con miras a lo que electoralmente se viene para el pueblo del Cesar en estos 40 días de campaña política, periodo en el que el electorado y líderes políticos tendrán que soportar toda clase de dificultades, también de pruebas y tentaciones particulares, deponer los egos y beneficios personales para que prevalezca el bienestar general y se anteponga el progreso y desarrollo del Cesar por encima de todo.
A partir de este momento, serán 40 días de análisis y reflexión frente a lo que realmente le conviene al Cesar y a cada uno de los territorios que lo integran. Ese ejercicio debe involucrarnos a todos, desde el elector primario, gremios, sectores empresariales, culturales, religiosos, académicos, turísticos, deportivos, periodistas, medios de comunicación, activistas, líderes cívicos, comunitarios y políticos, candidatos y organizaciones o partidos políticos.
Siguiendo con la analogía bíblica vale preguntar: ¿durante estos 40 días los cesarenses sí estarán dispuestos a superar todos clase de pruebas, propiciar un encuentro de intereses generales y permitir así esa renovación que tanta falta le hace a este departamento?
Es un tiempo corto para la magnitud de lo que se va a decidir, pero es apenas justo y necesario para alcanzar lo cometido por un pueblo consciente de su responsabilidad social, de su compromiso ciudadano, de unos padres que piensan en sus hijos, de unos jóvenes que sueñan con un futuro mejor y de todo aquel que propenda por una sociedad cada día superior, donde impere el respeto por los demás, las buenas prácticas y ejercicio de los valores morales en toda su integridad.
Es ahí entonces donde resulta de suma importancia el papel que puedan desempeñar los periodistas, medios de comunicación, líderes de opinión, cualquier clase de organizaciones que incidan en el comportamiento y pensamiento de la gente y, en fin, de todo aquel que cumpla las veces de orientador social y ayude para que los electores decidan su voto de manera responsable.
De la capacidad de persuasión de los llamados a ejercer ese rol dependerá mucho la decisión del ciudadano al momento de votar el próximo 29 de octubre. Es el momento de que el pueblo entienda que ese acto tan íntimo, tan privado, tan suyo en la urna, debe ser algo muy sagrado y como tal se debe actuar en consecuencia porque no estamos decidiendo sobre cualquier cosa, se trata del bienestar de nuestros seres queridos, de la familia, amigos y la comunidad en general.
En síntesis, estamos entonces ante un periodo de prueba que debemos ser capaces de superar por el bien de nuestro departamento. Y fijados en los 40 días, que le restan al Cesar, y las infinitas tristes noches de su ocaso, esperemos que, como en el cuento mágico, en esta historia electoral finalicen el departamento y sus municipios plenos de bienestar, como Alí Babá, y los politiqueros ambiciosos como los 40 ladrones.