Parece una ola que inunda toda la ciudad. Vendedores ambulantes, avisos instalados en los andenes o que impiden la visibilidad de los conductores, construcciones que se toman la vía peatonal, puestos de comidas en las esquinas, entre otros son los ‘pecados’ capitales del espacio público de Valledupar.
Parece una ola que inunda toda la ciudad. Vendedores ambulantes, avisos instalados en los andenes o que impiden la visibilidad de los conductores, construcciones que se toman la vía peatonal, puestos de comidas en las esquinas, entre otros son los ‘pecados’ capitales del espacio público de Valledupar.
Recientemente la Administración Municipal, a través de su Unidad de Espacio Público, hizo un llamado, casi un ultimátum, a los vendedores de la Galería Popular y a los propietarios de los locales que invaden el espacio público con los artículos que ofrecen, y anunció la realización de operativos que terminarán en sanciones si no cumplen el Decreto 000089 de marzo de 2013, que pretende darle recuperar y despejar los andenes para que los peatones puedan caminar tranquilamente, sin tener que bajarse a la calle poniendo en riesgo en su vida.
El énfasis de esta medida se hizo en la zona bancaria y el centro de Valledupar, llegando incluso a la Galería Popular. ¿Pero qué pasa en el resto de la ciudad? La historia se repite.
La transversal 23 de Los Fundadores, que luego se convierte en la carrera 30 hasta la avenida Sierra Nevada, la avenida principal de La Nevada y de La Victoria, así como la Simón Bolívar y la carrera cuarta, todas están plagadas de invasores del espacio público. Ya no se puede caminar siquiera por el barrio con tranquilidad.
Es alarmante el número de negocios por toda la ciudad, que si bien es cierto son una manera de ganarse la vida dignamente, en medio del empleo informal, no contribuyen a que la ciudad sea ordenada y armónica.
La iniciativa de la Alcaldía es buena, pero no son suficientes los funcionarios de la Unidad de Espacio Público para hacer presencia en toda la ciudad y controlar el uso del espacio.
Recientemente el alcalde de Bogotá anunció un Decreto para cobrar por el uso del espacio público, medida que por supuesto generó polémica, pero que parece es la mejor decisión para controlar el espacio público. Algo similar deberá hacerse en Valledupar, donde cada día amanece un nuevo negocio en plena vía pública.
Tal parece que el Estatuto Tributario de Valledupar tiene abierta la posibilidad de cobrar por uso del espacio público y si la ley lo establece, lo mejor es que la Administración sea más contundente y aplique esta medida, porque difícilmente con los operativos iniciados se podrá conseguir algo.
Un día está despejado el andén, pero al día siguiente vuelven y lo invaden, convirtiéndose en un juego sin fin. Es necesario actuar desde lo público con contundencia, con base en la ley y respetando los derechos de los demás. Sólo así se podrá ver la transformación.
Parece una ola que inunda toda la ciudad. Vendedores ambulantes, avisos instalados en los andenes o que impiden la visibilidad de los conductores, construcciones que se toman la vía peatonal, puestos de comidas en las esquinas, entre otros son los ‘pecados’ capitales del espacio público de Valledupar.
Parece una ola que inunda toda la ciudad. Vendedores ambulantes, avisos instalados en los andenes o que impiden la visibilidad de los conductores, construcciones que se toman la vía peatonal, puestos de comidas en las esquinas, entre otros son los ‘pecados’ capitales del espacio público de Valledupar.
Recientemente la Administración Municipal, a través de su Unidad de Espacio Público, hizo un llamado, casi un ultimátum, a los vendedores de la Galería Popular y a los propietarios de los locales que invaden el espacio público con los artículos que ofrecen, y anunció la realización de operativos que terminarán en sanciones si no cumplen el Decreto 000089 de marzo de 2013, que pretende darle recuperar y despejar los andenes para que los peatones puedan caminar tranquilamente, sin tener que bajarse a la calle poniendo en riesgo en su vida.
El énfasis de esta medida se hizo en la zona bancaria y el centro de Valledupar, llegando incluso a la Galería Popular. ¿Pero qué pasa en el resto de la ciudad? La historia se repite.
La transversal 23 de Los Fundadores, que luego se convierte en la carrera 30 hasta la avenida Sierra Nevada, la avenida principal de La Nevada y de La Victoria, así como la Simón Bolívar y la carrera cuarta, todas están plagadas de invasores del espacio público. Ya no se puede caminar siquiera por el barrio con tranquilidad.
Es alarmante el número de negocios por toda la ciudad, que si bien es cierto son una manera de ganarse la vida dignamente, en medio del empleo informal, no contribuyen a que la ciudad sea ordenada y armónica.
La iniciativa de la Alcaldía es buena, pero no son suficientes los funcionarios de la Unidad de Espacio Público para hacer presencia en toda la ciudad y controlar el uso del espacio.
Recientemente el alcalde de Bogotá anunció un Decreto para cobrar por el uso del espacio público, medida que por supuesto generó polémica, pero que parece es la mejor decisión para controlar el espacio público. Algo similar deberá hacerse en Valledupar, donde cada día amanece un nuevo negocio en plena vía pública.
Tal parece que el Estatuto Tributario de Valledupar tiene abierta la posibilidad de cobrar por uso del espacio público y si la ley lo establece, lo mejor es que la Administración sea más contundente y aplique esta medida, porque difícilmente con los operativos iniciados se podrá conseguir algo.
Un día está despejado el andén, pero al día siguiente vuelven y lo invaden, convirtiéndose en un juego sin fin. Es necesario actuar desde lo público con contundencia, con base en la ley y respetando los derechos de los demás. Sólo así se podrá ver la transformación.