Por estos días, los habitantes de Codazzi y sus dirigentes están pendientes de las fiestas patronales de la Divina Pastora, el 15 de agosto, el Festival Vallenato en Guitarras y el 41.° Encuentro Regional de la Cultura, que organiza la Asociación de Profesionales de Codazzi.
Las festividades serán en homenaje póstumo al periodista José de Dios Rincón Navarro, quien falleció el año anterior. José de Dios fue un destacado comunicador de la región. Por décadas realizó su labor periodística en lo informativo y en denuncias por el bienestar de los codacenses. Fue fundador del canal JR Televisión, que se constituyó en un gran espacio de comunicación, y también se destacó en la radio y la prensa escrita.
De aquel Codazzi de los años 40, 50 y 70, no queda casi nada, porque el parque Simón Bolívar y los colegios insignes de su época, El Buen Pastor y La Divina Pastora, aledaños a la plaza principal, se los tragó el modernismo del cemento. La codacense Adíela Álvarez ha enarbolado la bandera para rescatar las tradiciones del pueblo.
La ganadería, en los años 40 y parte de los 60, sirvió para el sostenimiento de la comunidad, y llegó la siembra del algodón, lo que partió en dos la historia del pueblo.
“Sembrar algodón daba muchos lucros. Nosotros, en familia, llegamos a sembrar hasta 400 hectáreas por año. Se ganaban muchos millones y los gastábamos en carros, viajes, parrandas, ropa, y los hijos de los algodoneros estudiaban en Inglaterra, Estados Unidos. Nos íbamos para Europa cada año. Uno se volvía loco cuando llegaban los millones por las cosechas algodoneras”, me contó hace unos años Napoleón Ávila (+).
“Se llegaron a sembrar hasta 80.000 hectáreas en Codazzi”, afirmó Ávila, cifra que superó todo pronóstico de siembra. Además, se convirtió el algodón en el mejor empleador.
Pero en los años 2000 comenzó a gestarse el paramilitarismo, y con el nacimiento de este grupo de extrema derecha en el Cesar empezó una brutal persecución contra todo aquel que tenía cualquier roce con la política de izquierda en la región.
La primera masacre ocurrió en Codazzi, el 23 de septiembre de 1996. Un grupo de hombres llegó en camionetas y, casa por casa, secuestraron a 11 personas, a las que señalaron de ser “auxiliadores” de la guerrilla del ELN. “Se tomaron al pueblo, mientras la Policía y demás autoridades dormían plácidamente”, manifestaron familiares de las víctimas.
Las víctimas de esa masacre, cuyos cuerpos aparecieron años después, son: Gioberto Torres Lazcarro, Juan Martín Mendieta Arias, José Eulises Mendieta López, Robert Solano Ocaño, Esther Ospino Nisat, Edith Vergara Ramírez, Carlos José Cuello Daza, Enilda Ramos Escobar, Adolfo León Leyes Brochel, Jesús María Montejo Angarita e Isabel Rodríguez Peñaranda, según los testimonios de desmovilizados ante los fiscales de la Unidad de Justicia y Paz.
También, el 16 de mayo del 2000, paramilitares irrumpieron al pueblo y asesinaron a Miguel Ángel Osorio Arellana, Luis Alberto Jaimes, Juan Carlos Villadiego Arrieta y a Euclides Corrales Martínez. El 11 de junio de 2001, también fueron asesinados por los paramilitares Edilberto Pérez Novoa, Adelina Adela Ascanio y Alfonso Cuellar Rincón y el 1 de marzo de 2002 asesinaron a Wilfran Salas Salcedo, Placida García Rico, José Brochero Cadena, César Augusto García Fuentes y a Norberto Enrique De La Cruz Payares.
Es que Codazzi parece que ha vivido las siete pestes. Empero, hoy se renueva con su gente hospitalaria y querendona, y se muestran erguidos. “Estamos de pie”, sostiene un taxista. Los codacenses no quieren seguir viviendo esos contrastes que han marcado a su gente.
Hasta la próxima semana. tiochiro@hotmail.com
Por: Aquilino Cotes Zuleta.












