Con las elecciones para nuevo rector, en la universidad ha renacido el tema de la relación con los políticos locales y regionales. Algunos estudiantes demandan una relación academia- toma de decisiones y no ver el claustro de educación superior como un fortín burocrático.
La Universidad Popular del Cesar, UPC, es el principal claustro académico del departamento. Sin embargo, logra su mayor eco en épocas electorales, sobre todo a la hora de elegir nuevo rector. Desde febrero, la elección suspendida por una tutela se ha ganado decenas de titulares por las opiniones, acusaciones y movimientos de los protagonistas.
Entre en el fragor de la política apareció por tercer año consecutivo el ranking de la revista Dinero que califica las mejores universidades del país basados en los resultados de las pruebas Saber Pro. Nuevamente la UPC fue noticia por los grises resultados.
El ranking se divide en facultades. En el puesto 26, Enfermería es la mejor posicionada de la universidad, que en promedio general ocupó el puesto 32. En cambio, se raja Derecho en el puesto 39 de 120 facultades en el país; Economía en el 36 y las Ciencias naturales y exactas en el puesto 32.
Por el lado electoral, para la elección a rector que estaba programada para el 14 de junio se presentaron 17 candidatos inicialmente, siete de ellos fueron inadmitidos, cifra altísima comparada con otros centros educativos donde el promedio no supera cinco aspirantes.
¿Por qué es tan deseada la rectoría de la Universidad Popular del Cesar? Las opiniones son variadas. Según el profesor Felix Movilla, profesor de la UPC, la debilidad en algunos requisitos permite tantos aspirantes, pero “más que ser un problema tener tantos candidatos, es una oportunidad para la comunidad upecista para tener más alternativas”.
También hay opiniones críticas. Para algunos candidatos el principal motivo es el fortín político de la UPC, señalan conocedores.
MÁS QUE UN MUNICIPIO
Para el 2018, en la UPC hubo registro de 19.765 estudiantes matriculados, población promedio de un municipio de sexta categoría del Cesar.
Pero la UPC maneja recursos mayores que esos pequeños municipios, por eso resulta atractivo para muchos sectores políticos, aseveró una de las fuentes consultadas por el diario EL PILÓN.
En la vigencia pasada la UPC percibió recursos por $88.513 millones. El doble que lo destinado desde el Sistema General de Participación, SGP, para Aguachica en el 2019, cinco veces más que Curumaní y hasta nueve veces más que lo destinado en el SGP para Tamalameque.
“Es que detrás de cualquier elección también está el fortín politiquero que regularmente le quieren asociar a la administración de lo público, independientemente de la institución. Entonces ven la rectoría de la UPC como una alcaldía donde hay recursos y burocracia que da poder para ayudar a los electores y financiadores”, complementó una fuente que solicitó no ser citada.
En la distribución de gastos, en la vigencia del 2018 fueron ejecutados $78.769 millones, según el informe de gestión presentado por el rector Enrique Meza Daza. El 90 % de ese presupuesto fue invertido en el funcionamiento administrativo. Esa fortaleza económica en lo administrativo es el que atrae fuerzas políticas en cada elección.
“Fue muy duro para la universidad salirse del dominio de la clase dominante del departamento, específicamente de los Gnecco. Cuando se ganó con Carlos Oñate la rectoría fue la universidad la que decidió darle una oportunidad a alguien sin vicios políticos, aunque eso repercute en su salida. Eso le pedimos al nuevo rector no prestar su poder como rector para servicio electoral ni político del departamento. Es uno de los temores que tenemos al ver la participación tan directa de partidos políticos en el proceso rectoral”, sostuvo un representante estudiantil.
En la UPC la mayoría de los candidatos se presentan con padrinos políticos y los candidatos lo reconocen.
“La Universidad Popular del Cesar históricamente ha tenido rectores que han sido apadrinados políticamente. Eso no hay que ocultarlo a nivel nacional o a nivel departamental, siempre ha sido así. Pero el hecho no es que no esté apadrinado políticamente, el hecho es que uno llegue a hacer bien las cosas, independientemente del padrino que tenga”, admitió a EL PILÓN en días pasados una candidata a la rectoría.
BUROCRACIA Y EXCELENCIA
El valor de la planta de personal de la UPC para el 2018 significó $12.523 millones. Son 557 empleos que genera el centro de educación solo en la parte administrativa de la universidad, sin contar, por ejemplo, los 145 contratos de prestación de servicios que se registraron el año pasado por $1.673 millones.
Entonces, el miedo de muchos estudiantes es que sea el interés burocrático el que determine la relación entre el rector y la clase política regional y local.
“Somos conscientes que los rectores deben tener una buena relación con la clase política de la región y del país, pero sí se le pide alejar la política de los procesos académicos. Hay que primar la acreditación, no la politiquería”, argumentó Harold Gonzáles, representante estudiantil de la UPC.
Pero hasta ahora la relación no le ha dejado muchas cosas positivas a la universidad pública. “Hay una posición fuerte de nuestra dirigencia que se manifiesta con lujos de detalles por la Universidad Nacional pero para la UPC no lo hacen. En este consejo presidencial que se hizo en Valledupar pidieron recursos solo para la Nacional. En contraposición, se acercan a la UPC en época electoral para recomendar personas en cierto puesto”, aseguró un empleado de la universidad que pidió reserva.
Según cercanos a la universidad, la UPC es la que pierde dentro de las peleas de los clanes políticos por la rectoría. “El que pierde buscará que el otro fracase sin importar el costo”, afirma.
PASARON TRES PROGRAMAS
En la UPC la única facultad acreditada es la Licenciatura en Matemáticas y Físicas. De los 21 programas de pregrado calificados en las pruebas saber pro, solo tres superaron el promedio nacional de 147 puntos. La Ingeniería Electrónica y la de Sistemas con 149 puntos y la Licenciatura en Matemática y Física con 148. El resto de pregrados se ubicaron debajo del promedio algunos con calificaciones de 131 y 129 puntos.
Ambas ingenierías están en proceso de acreditación. No obstante, otros programas sufren la sobrepoblación de estudiantes frente a la insuficiencia de instrumentos.
“Hay profesores que no tienen maestrías y especializaciones. Uno va hacer una práctica en un laboratorio y a veces no están los instrumentos que necesitamos. Cuando son los trabajos para requerir materiales de la universidad toca solicitar con anticipación con una carta. En el curso de topografía solo hay un teodolito y cinco estaciones para casi 300 personas”, aseguró uno de los estudiantes de la universidad.
Son los estudiantes el centro en época electoral, sin embargo, en algunos hay apatía, pero no se han librado de los vicios políticos de las elecciones. “Hay un profesor que me dio clase y él nos preguntaba cuál era el candidato. Varios ofrecen ayudas de notas por el voto o favorecimiento en las cosas de los almuerzos”, agregó un universitario bajo la obligación de reserva.
Con la fecha inicial suspendida provisionalmente por una tutela hasta nueva notificación, en el nuevo rector de la UPC está la decisión de la relación la política regional y local: la universidad como centro burocrático o como voz autorizada para tomar decisiones desde la academia. Decisión que también determinarán los resultados en calidad educativa.
Por: DEIVIS CARO DAZA / EL PILÓN
[email protected]
Con las elecciones para nuevo rector, en la universidad ha renacido el tema de la relación con los políticos locales y regionales. Algunos estudiantes demandan una relación academia- toma de decisiones y no ver el claustro de educación superior como un fortín burocrático.
La Universidad Popular del Cesar, UPC, es el principal claustro académico del departamento. Sin embargo, logra su mayor eco en épocas electorales, sobre todo a la hora de elegir nuevo rector. Desde febrero, la elección suspendida por una tutela se ha ganado decenas de titulares por las opiniones, acusaciones y movimientos de los protagonistas.
Entre en el fragor de la política apareció por tercer año consecutivo el ranking de la revista Dinero que califica las mejores universidades del país basados en los resultados de las pruebas Saber Pro. Nuevamente la UPC fue noticia por los grises resultados.
El ranking se divide en facultades. En el puesto 26, Enfermería es la mejor posicionada de la universidad, que en promedio general ocupó el puesto 32. En cambio, se raja Derecho en el puesto 39 de 120 facultades en el país; Economía en el 36 y las Ciencias naturales y exactas en el puesto 32.
Por el lado electoral, para la elección a rector que estaba programada para el 14 de junio se presentaron 17 candidatos inicialmente, siete de ellos fueron inadmitidos, cifra altísima comparada con otros centros educativos donde el promedio no supera cinco aspirantes.
¿Por qué es tan deseada la rectoría de la Universidad Popular del Cesar? Las opiniones son variadas. Según el profesor Felix Movilla, profesor de la UPC, la debilidad en algunos requisitos permite tantos aspirantes, pero “más que ser un problema tener tantos candidatos, es una oportunidad para la comunidad upecista para tener más alternativas”.
También hay opiniones críticas. Para algunos candidatos el principal motivo es el fortín político de la UPC, señalan conocedores.
MÁS QUE UN MUNICIPIO
Para el 2018, en la UPC hubo registro de 19.765 estudiantes matriculados, población promedio de un municipio de sexta categoría del Cesar.
Pero la UPC maneja recursos mayores que esos pequeños municipios, por eso resulta atractivo para muchos sectores políticos, aseveró una de las fuentes consultadas por el diario EL PILÓN.
En la vigencia pasada la UPC percibió recursos por $88.513 millones. El doble que lo destinado desde el Sistema General de Participación, SGP, para Aguachica en el 2019, cinco veces más que Curumaní y hasta nueve veces más que lo destinado en el SGP para Tamalameque.
“Es que detrás de cualquier elección también está el fortín politiquero que regularmente le quieren asociar a la administración de lo público, independientemente de la institución. Entonces ven la rectoría de la UPC como una alcaldía donde hay recursos y burocracia que da poder para ayudar a los electores y financiadores”, complementó una fuente que solicitó no ser citada.
En la distribución de gastos, en la vigencia del 2018 fueron ejecutados $78.769 millones, según el informe de gestión presentado por el rector Enrique Meza Daza. El 90 % de ese presupuesto fue invertido en el funcionamiento administrativo. Esa fortaleza económica en lo administrativo es el que atrae fuerzas políticas en cada elección.
“Fue muy duro para la universidad salirse del dominio de la clase dominante del departamento, específicamente de los Gnecco. Cuando se ganó con Carlos Oñate la rectoría fue la universidad la que decidió darle una oportunidad a alguien sin vicios políticos, aunque eso repercute en su salida. Eso le pedimos al nuevo rector no prestar su poder como rector para servicio electoral ni político del departamento. Es uno de los temores que tenemos al ver la participación tan directa de partidos políticos en el proceso rectoral”, sostuvo un representante estudiantil.
En la UPC la mayoría de los candidatos se presentan con padrinos políticos y los candidatos lo reconocen.
“La Universidad Popular del Cesar históricamente ha tenido rectores que han sido apadrinados políticamente. Eso no hay que ocultarlo a nivel nacional o a nivel departamental, siempre ha sido así. Pero el hecho no es que no esté apadrinado políticamente, el hecho es que uno llegue a hacer bien las cosas, independientemente del padrino que tenga”, admitió a EL PILÓN en días pasados una candidata a la rectoría.
BUROCRACIA Y EXCELENCIA
El valor de la planta de personal de la UPC para el 2018 significó $12.523 millones. Son 557 empleos que genera el centro de educación solo en la parte administrativa de la universidad, sin contar, por ejemplo, los 145 contratos de prestación de servicios que se registraron el año pasado por $1.673 millones.
Entonces, el miedo de muchos estudiantes es que sea el interés burocrático el que determine la relación entre el rector y la clase política regional y local.
“Somos conscientes que los rectores deben tener una buena relación con la clase política de la región y del país, pero sí se le pide alejar la política de los procesos académicos. Hay que primar la acreditación, no la politiquería”, argumentó Harold Gonzáles, representante estudiantil de la UPC.
Pero hasta ahora la relación no le ha dejado muchas cosas positivas a la universidad pública. “Hay una posición fuerte de nuestra dirigencia que se manifiesta con lujos de detalles por la Universidad Nacional pero para la UPC no lo hacen. En este consejo presidencial que se hizo en Valledupar pidieron recursos solo para la Nacional. En contraposición, se acercan a la UPC en época electoral para recomendar personas en cierto puesto”, aseguró un empleado de la universidad que pidió reserva.
Según cercanos a la universidad, la UPC es la que pierde dentro de las peleas de los clanes políticos por la rectoría. “El que pierde buscará que el otro fracase sin importar el costo”, afirma.
PASARON TRES PROGRAMAS
En la UPC la única facultad acreditada es la Licenciatura en Matemáticas y Físicas. De los 21 programas de pregrado calificados en las pruebas saber pro, solo tres superaron el promedio nacional de 147 puntos. La Ingeniería Electrónica y la de Sistemas con 149 puntos y la Licenciatura en Matemática y Física con 148. El resto de pregrados se ubicaron debajo del promedio algunos con calificaciones de 131 y 129 puntos.
Ambas ingenierías están en proceso de acreditación. No obstante, otros programas sufren la sobrepoblación de estudiantes frente a la insuficiencia de instrumentos.
“Hay profesores que no tienen maestrías y especializaciones. Uno va hacer una práctica en un laboratorio y a veces no están los instrumentos que necesitamos. Cuando son los trabajos para requerir materiales de la universidad toca solicitar con anticipación con una carta. En el curso de topografía solo hay un teodolito y cinco estaciones para casi 300 personas”, aseguró uno de los estudiantes de la universidad.
Son los estudiantes el centro en época electoral, sin embargo, en algunos hay apatía, pero no se han librado de los vicios políticos de las elecciones. “Hay un profesor que me dio clase y él nos preguntaba cuál era el candidato. Varios ofrecen ayudas de notas por el voto o favorecimiento en las cosas de los almuerzos”, agregó un universitario bajo la obligación de reserva.
Con la fecha inicial suspendida provisionalmente por una tutela hasta nueva notificación, en el nuevo rector de la UPC está la decisión de la relación la política regional y local: la universidad como centro burocrático o como voz autorizada para tomar decisiones desde la academia. Decisión que también determinarán los resultados en calidad educativa.
Por: DEIVIS CARO DAZA / EL PILÓN
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