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Columnista - 11 mayo, 2023

La mariposa es bella y útil pese a su evolución traumática

En mi entrega pasada les decía que existen cambios traumáticos; p.ej., la dureza y calidad de los aceros se obtiene cuando al hierro se le hacen sucesivos y duros procesos de calor y frío en aceite.

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En mi entrega pasada les decía que existen cambios traumáticos; p.ej., la dureza y calidad de los aceros se obtiene cuando al hierro se le hacen sucesivos y duros procesos de calor y frío en aceite. Igual, la mariposa sufre una transformación traumática antes de alcanzar su utilidad y belleza. Pertenece a los holometábolos, orden de los lepidópteros, insectos que sufren una metamorfosis profunda y total que comienza con un embrión y termina en un bello y tierno adulto que parece caído del cielo; una de sus trágicas etapas es la oruga, un voraz y repugnante gusano que nadie imaginaría que en su etapa final sería un tierno benefactor de la naturaleza. Su silenciosa función polinizadora la convierte en símbolo de los ecosistemas que sin ella podrían desequilibrarse. Esta alegoría analógica nos recuerda los sistemas sociales algunas de cuyas etapas podrían ser dolorosas como ocurre en los movimientos de emancipación nacional por la libertad y la justicia. Estos momentos podrían compararse con una oruga, esa que muchos ven con miedo, pero que son indispensables para culminar ciertos procesos. Las reformas que plantea el gobierno del cambio y de la paz total son como orugas que llevan propuestas, principios e ideas que les permiten, después, convertirse en textos democráticos equivalentes a la mariposa adulta capaz de volar y polinizar las esperanzas de una Nación que no produce frutos. Por supuesto, una oruga no tiene buena presencia, sus numerosos tentáculos y raudos movimientos no generan confianza para quienes desconozcan la sociología de los cambios. La inercia social, como toda inercia es difícil de romper, así es en los procesos físicos de rodamiento, así es en la cotidianidad y mucho más en los ámbitos políticos, económicos y sociales. No es fácil aceptar propuestas que no apunten a lo habitual y convencional. Por eso el paquete de reformas provida y equidad social que ha presentado este gobierno ha tenido tantas críticas y distorsiones interpretativas pese a ser propuestas inaplazables y sencillas que han debido hacerse hace dos siglos; estamos en mora con el pueblo colombiano. Por vez primera lo intentó López Pumarejo hace 89 años con su revolución agraria, primera fase de cambio en cualquier país del mundo. Hacer esta propuesta, de estirpe liberal y en las narices de la hegemonía conservadora y clerical era bastante disruptiva, aún se sentía el feudalismo colonial y racista de los nuevos chapetones. 

Por eso, en la continuidad de su segundo mandato, hasta un sector de su partido se opuso a las novísimas tesis de López cuya práctica había observado en Europa y Asia. “El último samurai” de Japón ilustra esta situación.  López tuvo que abdicar del mandato que había ganado en las urnas. Gaitán trató de enmendar este desfase histórico, pero fue asesinado. Esta frustración le ha costado a la Nación millones de muertos y muchos años de retraso socioeconómico y político. Hoy vemos el mismo fenómeno, la historia se repite en espiral, esto lo vivimos con las propuestas de Petro; ahora son varios partidos los que representan la tradición dominante, los que quieren matar la oruga para que no surja una nueva mariposa que polinice la sociedad. Nuestra clase política, la que siempre ha usurpado el poder en nombre de una falsa democracia, se especializó en construir monstruos “sobre lo construido” para infundir temor, las reformas que propone un gobierno de izquierda las presentan como si fueran orugas; claro, le mienten a sociedad. Mark Twain dice que “es más fácil engañar a una persona que convencerla de que ha sido engañada”. Por eso, cada día, uno se tropieza con analfabetas funcionales que ignoran la criticidad de los procesos, a quienes han convencido de que Petro es una pavesa mientras que en todo el mundo lo ven como una estrella. El Plan de Desarrollo, plan de acción del gobierno, como todo proyecto de ley tuvo serias mutilaciones, algunas líneas rojas del gobierno fueron tocadas, pero para eso es el Congreso de la República donde no todas las curules representan a sus electores sino a sus financiadores; muchos piensan con los bolsillos.

Por Luis Napoleón de Armas P.

Columnista
11 mayo, 2023

La mariposa es bella y útil pese a su evolución traumática

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Napoleón de Armas P.

En mi entrega pasada les decía que existen cambios traumáticos; p.ej., la dureza y calidad de los aceros se obtiene cuando al hierro se le hacen sucesivos y duros procesos de calor y frío en aceite.


En mi entrega pasada les decía que existen cambios traumáticos; p.ej., la dureza y calidad de los aceros se obtiene cuando al hierro se le hacen sucesivos y duros procesos de calor y frío en aceite. Igual, la mariposa sufre una transformación traumática antes de alcanzar su utilidad y belleza. Pertenece a los holometábolos, orden de los lepidópteros, insectos que sufren una metamorfosis profunda y total que comienza con un embrión y termina en un bello y tierno adulto que parece caído del cielo; una de sus trágicas etapas es la oruga, un voraz y repugnante gusano que nadie imaginaría que en su etapa final sería un tierno benefactor de la naturaleza. Su silenciosa función polinizadora la convierte en símbolo de los ecosistemas que sin ella podrían desequilibrarse. Esta alegoría analógica nos recuerda los sistemas sociales algunas de cuyas etapas podrían ser dolorosas como ocurre en los movimientos de emancipación nacional por la libertad y la justicia. Estos momentos podrían compararse con una oruga, esa que muchos ven con miedo, pero que son indispensables para culminar ciertos procesos. Las reformas que plantea el gobierno del cambio y de la paz total son como orugas que llevan propuestas, principios e ideas que les permiten, después, convertirse en textos democráticos equivalentes a la mariposa adulta capaz de volar y polinizar las esperanzas de una Nación que no produce frutos. Por supuesto, una oruga no tiene buena presencia, sus numerosos tentáculos y raudos movimientos no generan confianza para quienes desconozcan la sociología de los cambios. La inercia social, como toda inercia es difícil de romper, así es en los procesos físicos de rodamiento, así es en la cotidianidad y mucho más en los ámbitos políticos, económicos y sociales. No es fácil aceptar propuestas que no apunten a lo habitual y convencional. Por eso el paquete de reformas provida y equidad social que ha presentado este gobierno ha tenido tantas críticas y distorsiones interpretativas pese a ser propuestas inaplazables y sencillas que han debido hacerse hace dos siglos; estamos en mora con el pueblo colombiano. Por vez primera lo intentó López Pumarejo hace 89 años con su revolución agraria, primera fase de cambio en cualquier país del mundo. Hacer esta propuesta, de estirpe liberal y en las narices de la hegemonía conservadora y clerical era bastante disruptiva, aún se sentía el feudalismo colonial y racista de los nuevos chapetones. 

Por eso, en la continuidad de su segundo mandato, hasta un sector de su partido se opuso a las novísimas tesis de López cuya práctica había observado en Europa y Asia. “El último samurai” de Japón ilustra esta situación.  López tuvo que abdicar del mandato que había ganado en las urnas. Gaitán trató de enmendar este desfase histórico, pero fue asesinado. Esta frustración le ha costado a la Nación millones de muertos y muchos años de retraso socioeconómico y político. Hoy vemos el mismo fenómeno, la historia se repite en espiral, esto lo vivimos con las propuestas de Petro; ahora son varios partidos los que representan la tradición dominante, los que quieren matar la oruga para que no surja una nueva mariposa que polinice la sociedad. Nuestra clase política, la que siempre ha usurpado el poder en nombre de una falsa democracia, se especializó en construir monstruos “sobre lo construido” para infundir temor, las reformas que propone un gobierno de izquierda las presentan como si fueran orugas; claro, le mienten a sociedad. Mark Twain dice que “es más fácil engañar a una persona que convencerla de que ha sido engañada”. Por eso, cada día, uno se tropieza con analfabetas funcionales que ignoran la criticidad de los procesos, a quienes han convencido de que Petro es una pavesa mientras que en todo el mundo lo ven como una estrella. El Plan de Desarrollo, plan de acción del gobierno, como todo proyecto de ley tuvo serias mutilaciones, algunas líneas rojas del gobierno fueron tocadas, pero para eso es el Congreso de la República donde no todas las curules representan a sus electores sino a sus financiadores; muchos piensan con los bolsillos.

Por Luis Napoleón de Armas P.