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Editorial - 20 julio, 2013

La deuda social de los medios con mujeres víctimas

Una gran enseñanza y una excelente reflexión dejó la periodista Jineth Bedoya, encargada de las investigaciones especiales del periódico capitalino El Tiempo, a sus colegas y directores de medios de Valledupar.

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Una gran enseñanza y una excelente reflexión dejó la periodista Jineth Bedoya, encargada de las investigaciones especiales del periódico capitalino El Tiempo, a sus colegas y directores de medios de Valledupar en su charla sobre la ‘Responsabilidad del periodismo en la información de la violencia contra las mujeres’.

Un tema sensible para este periodista que en el año 2000 fue secuestrada, goleado y abusada sexualmente por parte de sus captores, hecho que le hizo entender qué clase de periodismo hacía y cuál quería hacer en adelante.

Es esa experiencia la que compartió con los periodistas vallenatos, al hacerles un llamado a ‘ponerse en los zapatos’ de las mujeres y de las víctimas en general al momento de informar, pues considera que cuando un periodista se sienta a escribir la noticia no sabe si está revictimizando a la víctima, si está afectando a su familia o si está terminando de acabar con el trabajo que le hizo su víctima.

El llamado de esta experimentada periodista que tomó su experiencia para visibilizar por todo el mundo y Colombia su caso, que culminó en su Campaña ‘No es hora de callar’, es a que los medios de comunicación hagan un acto de contrición porque le hemos fallado a las mujeres colombianas, caribeñas y vallenatas.

Según su criterio “es hora de enderezar el camino para que la noticia cuando haya de por medio el homicidio de una mujer, no sea presentada como un crimen pasional”, pues con esa sola frase se justifica el hecho violento.

EL PILÓN hace eco a este llamado y pide excusas a las mujeres víctimas y familiares de las más de 50 mujeres que en los últimos tres años han sido asesinadas en diferentes circunstancias, si en el algún momento se sintieron agredidas u ofendidas por la información publicada, y asume a partir de este momento una mayor responsabilidad frente al tratamiento de los casos relacionados con las violencias contra las mujeres, así como de otros que tengan que ver con el dolor ajeno.

Igualmente, compartimos el criterio expuesto por Jineth Bedoya respecto a que los medios de comunicación no somos cajas de resonancia de nadie y por lo tanto no se debe hacer réplica exacta de la información que suministra la institucionalidad, los organismos de seguridad y de control.

Los medios de comunicación somos un vínculo informativo con la comunidad que por respeto, debe conocer la información de los hechos mostrada desde una perspectiva de periodismo y no de amarillismo, pues el periodismo no se puede apropiar de la verdad.

El compromiso de los medios de comunicación y su responsabilidad es solo uno de los componentes de un gran círculo, en el que además están involucradas las autoridades, la justicia y la salud, siendo esta última la más fracasada a la hora de tratar a las mujeres violentadas. Incluso los jueces y los funcionarios judiciales que reciben  las denuncias también desconocen la ley y por ende revictimizan a las mujeres.

La tarea apenas comienza, ya los medios estamos más conscientes del tema, ahora le corresponde a las autoridades, a la institucionalidad y a los hombres empoderarse del discurso.

Editorial
20 julio, 2013

La deuda social de los medios con mujeres víctimas

Una gran enseñanza y una excelente reflexión dejó la periodista Jineth Bedoya, encargada de las investigaciones especiales del periódico capitalino El Tiempo, a sus colegas y directores de medios de Valledupar.


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Una gran enseñanza y una excelente reflexión dejó la periodista Jineth Bedoya, encargada de las investigaciones especiales del periódico capitalino El Tiempo, a sus colegas y directores de medios de Valledupar en su charla sobre la ‘Responsabilidad del periodismo en la información de la violencia contra las mujeres’.

Un tema sensible para este periodista que en el año 2000 fue secuestrada, goleado y abusada sexualmente por parte de sus captores, hecho que le hizo entender qué clase de periodismo hacía y cuál quería hacer en adelante.

Es esa experiencia la que compartió con los periodistas vallenatos, al hacerles un llamado a ‘ponerse en los zapatos’ de las mujeres y de las víctimas en general al momento de informar, pues considera que cuando un periodista se sienta a escribir la noticia no sabe si está revictimizando a la víctima, si está afectando a su familia o si está terminando de acabar con el trabajo que le hizo su víctima.

El llamado de esta experimentada periodista que tomó su experiencia para visibilizar por todo el mundo y Colombia su caso, que culminó en su Campaña ‘No es hora de callar’, es a que los medios de comunicación hagan un acto de contrición porque le hemos fallado a las mujeres colombianas, caribeñas y vallenatas.

Según su criterio “es hora de enderezar el camino para que la noticia cuando haya de por medio el homicidio de una mujer, no sea presentada como un crimen pasional”, pues con esa sola frase se justifica el hecho violento.

EL PILÓN hace eco a este llamado y pide excusas a las mujeres víctimas y familiares de las más de 50 mujeres que en los últimos tres años han sido asesinadas en diferentes circunstancias, si en el algún momento se sintieron agredidas u ofendidas por la información publicada, y asume a partir de este momento una mayor responsabilidad frente al tratamiento de los casos relacionados con las violencias contra las mujeres, así como de otros que tengan que ver con el dolor ajeno.

Igualmente, compartimos el criterio expuesto por Jineth Bedoya respecto a que los medios de comunicación no somos cajas de resonancia de nadie y por lo tanto no se debe hacer réplica exacta de la información que suministra la institucionalidad, los organismos de seguridad y de control.

Los medios de comunicación somos un vínculo informativo con la comunidad que por respeto, debe conocer la información de los hechos mostrada desde una perspectiva de periodismo y no de amarillismo, pues el periodismo no se puede apropiar de la verdad.

El compromiso de los medios de comunicación y su responsabilidad es solo uno de los componentes de un gran círculo, en el que además están involucradas las autoridades, la justicia y la salud, siendo esta última la más fracasada a la hora de tratar a las mujeres violentadas. Incluso los jueces y los funcionarios judiciales que reciben  las denuncias también desconocen la ley y por ende revictimizan a las mujeres.

La tarea apenas comienza, ya los medios estamos más conscientes del tema, ahora le corresponde a las autoridades, a la institucionalidad y a los hombres empoderarse del discurso.