A través de la etiqueta #DuqueRespeteALosCaimanes los usuarios escribieron trinos pidiendo al ministerio más explicaciones sobre el tema. Algunos aseguraron que los pobladores que antes se encargaban de cazar al caimán ahora eran los que velaban por su cuidado.
Luego de que el Gobierno anunciara el levantamiento parcial a la prohibición de la comercialización de la piel y los huevos del caimán aguja en los manglares de la bahía de Cispatá, Tinajones, La Balsa y sectores al departamento de Córdoba, muchos usuarios en Twitter han expresado desaprobación e inconformismo por la decisión tomada del Ministerio del Medio Ambiente, alegando que es un irrespeto contra los animales.
A través de la etiqueta #DuqueRespeteALosCaimanes los usuarios escribieron trinos pidiendo al ministerio más explicaciones sobre el tema. Algunos aseguraron que los pobladores que antes se encargaban de cazar al caimán ahora eran los que velaban por su cuidado.
Uno de los primeros en criticar la medida fue el periodista Daniel Samper, quien a través de su cuenta en Twitter expresó: “El verdadero patrimonio de Colombia es su riqueza ambiental. Lamentable este retroceso: #DuqueRespeteALosCaimanes”.
Además, pidió a sus seguidores que lo ayudaran a ‘viralizar’ la etiqueta, desencadenando una serie de mensajes de políticos, músicos y ciudadanos que no dudaron en replicar su Tweet, como fue el caso de la cantante cordobesa Adriana Lucía: “En Córdoba, gracias a un trabajo pedagógico y de mucho esfuerzo y paciencia, los cazadores de los caimanes pasaron a ser los cuidadores. ¡Cómo se puede retroceder de esta manera! Somos COLOMBIA, en donde todo tiene un fondo social, cultural. ¿Cómo creen que terminará esto?”, publicó la artista.
Por su parte, el Instituto Humboldt mediante un comunicado de prensa explicó que el levantamiento parcial no es un retroceso, sino que por el contrario “es un caso de éxito en donde comunidades, autoridades ambientales e institutos de investigación se articulan de manera más efectiva para la recuperación de una especie y su uso sostenible”.
En algunas partes del mundo como en Estado Unidos, la carne del caimán es utilizada para hacer hamburguesas y su piel para fabricar maletas, muebles, bolsos, zapatos, carteras y cinturones con un alto valor en el mercado reportando millonarias ganancias en el Estado de la Florida, en donde los precios de los artículos oscilan entre 36 mil y 50 mil dólares. Por su parte, el animal es vendido en 600 mil dólares. Según la Comisión de Pesca y Conservación de Vida Silvestre de la Florida, en ese estado hay 68 criaderos de caimanes, pero solo 10 de ellos venden la piel o carne del reptil.
Igualmente, en Latinoamérica, en países como Argentina, los empresarios pagan a las comunidades por la recolección de los huevos, lo que los obliga a ser muy cuidadosos con la cantidad. En Brasil, las comunidades también crían especies de caimán yacaré para satisfacer la demanda nacional de pieles. Asimismo, Venezuela, Australia, Bolivia, África y Australia, también comercializan al reptil. En México, un kilo de carne de cocodrilos puede costar hasta 37 dólares.
En Colombia, según dice el comunicado, las personas que hacen parte de las comunidades que cuidan a los caimanes tienen derecho al aprovechamiento de las pieles y su posterior comercialización internacional.
A través de la etiqueta #DuqueRespeteALosCaimanes los usuarios escribieron trinos pidiendo al ministerio más explicaciones sobre el tema. Algunos aseguraron que los pobladores que antes se encargaban de cazar al caimán ahora eran los que velaban por su cuidado.
Luego de que el Gobierno anunciara el levantamiento parcial a la prohibición de la comercialización de la piel y los huevos del caimán aguja en los manglares de la bahía de Cispatá, Tinajones, La Balsa y sectores al departamento de Córdoba, muchos usuarios en Twitter han expresado desaprobación e inconformismo por la decisión tomada del Ministerio del Medio Ambiente, alegando que es un irrespeto contra los animales.
A través de la etiqueta #DuqueRespeteALosCaimanes los usuarios escribieron trinos pidiendo al ministerio más explicaciones sobre el tema. Algunos aseguraron que los pobladores que antes se encargaban de cazar al caimán ahora eran los que velaban por su cuidado.
Uno de los primeros en criticar la medida fue el periodista Daniel Samper, quien a través de su cuenta en Twitter expresó: “El verdadero patrimonio de Colombia es su riqueza ambiental. Lamentable este retroceso: #DuqueRespeteALosCaimanes”.
Además, pidió a sus seguidores que lo ayudaran a ‘viralizar’ la etiqueta, desencadenando una serie de mensajes de políticos, músicos y ciudadanos que no dudaron en replicar su Tweet, como fue el caso de la cantante cordobesa Adriana Lucía: “En Córdoba, gracias a un trabajo pedagógico y de mucho esfuerzo y paciencia, los cazadores de los caimanes pasaron a ser los cuidadores. ¡Cómo se puede retroceder de esta manera! Somos COLOMBIA, en donde todo tiene un fondo social, cultural. ¿Cómo creen que terminará esto?”, publicó la artista.
Por su parte, el Instituto Humboldt mediante un comunicado de prensa explicó que el levantamiento parcial no es un retroceso, sino que por el contrario “es un caso de éxito en donde comunidades, autoridades ambientales e institutos de investigación se articulan de manera más efectiva para la recuperación de una especie y su uso sostenible”.
En algunas partes del mundo como en Estado Unidos, la carne del caimán es utilizada para hacer hamburguesas y su piel para fabricar maletas, muebles, bolsos, zapatos, carteras y cinturones con un alto valor en el mercado reportando millonarias ganancias en el Estado de la Florida, en donde los precios de los artículos oscilan entre 36 mil y 50 mil dólares. Por su parte, el animal es vendido en 600 mil dólares. Según la Comisión de Pesca y Conservación de Vida Silvestre de la Florida, en ese estado hay 68 criaderos de caimanes, pero solo 10 de ellos venden la piel o carne del reptil.
Igualmente, en Latinoamérica, en países como Argentina, los empresarios pagan a las comunidades por la recolección de los huevos, lo que los obliga a ser muy cuidadosos con la cantidad. En Brasil, las comunidades también crían especies de caimán yacaré para satisfacer la demanda nacional de pieles. Asimismo, Venezuela, Australia, Bolivia, África y Australia, también comercializan al reptil. En México, un kilo de carne de cocodrilos puede costar hasta 37 dólares.
En Colombia, según dice el comunicado, las personas que hacen parte de las comunidades que cuidan a los caimanes tienen derecho al aprovechamiento de las pieles y su posterior comercialización internacional.