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Columnista - 24 mayo, 2019

La apuesta por la protección social en el Plan Nacional de Desarrollo

En la Constitución de 1991 el concepto de solidaridad como deber humano permea el fundamento del Estado Social de Derecho y aborda los principios filosóficos y políticos del modelo de seguridad social. Sin embargo, tras 28 años de expedida, la realidad social en Colombia no solo es inequitativa sino que varios de sus complejos problemas […]

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En la Constitución de 1991 el concepto de solidaridad como deber humano permea el fundamento del Estado Social de Derecho y aborda los principios filosóficos y políticos del modelo de seguridad social. Sin embargo, tras 28 años de expedida, la realidad social en Colombia no solo es inequitativa sino que varios de sus complejos problemas se han agravado, y es obligación del Gobierno Nacional no solo encararlos con realismo sino posibilitar mecanismos para generar equidad. En los ámbitos de la seguridad social y pensional los desafíos son mayúsculos por cuanto hemos encontrado un país en el que cerca de la mitad de la población económicamente activa está excluida del sistema de protección. Por ello es que hoy queremos resaltar los avances que hemos logrado en lo que concierne en el ámbito laboral tras la aprobación del Plan Nacional de Desarrollo “Pacto por Colombia, pacto por la equidad”.

En primer término, logramos la aprobación del Piso de Protección Social, que es el conjunto de garantías en Seguridad Social para las personas sin capacidad de pago. Consiste en la afiliación a salud subsidiada, la vinculación a los Beneficios Económicos Periódicos (BEPS) y el derecho a un seguro inclusivo. La afiliciación es obligatoria en los casos de personas dependientes con relación contractual laboral o por prestación de servicios que trabajan tiempo parcial, y que por dicha dedicación reciben un ingreso menor al salario mínimo mensual. En este país el 44 % de los trabajadores ganan menos de un salario mínimo, es decir, casi la mitad de la población activa laboralmente está por fuera del sistema. Es a esta población vulnerable a la que debemos ponerle atención prioritaria. Con esta medida buscamos que el empleador le consigne a BEPS un 15 % del salario mensual del trabajador y el Gobierno, por su parte, le entrega un 20 % sobre lo ahorrado si a la edad de retiro la persona decide recibir su renta vitalicia a través de BEPS, con el fin de que logre una vejez más tranquila.

Para darle sustentabilidad a esta política, en el Plan de Desarrollo se viabilizó la promoción de los BEPS, para que los afiliados al Sistema Pensional que no alcanzan a recibir una pensión opten de manera voluntaria por vincularse a este programa, recibiendo un incentivo por parte del Gobierno Nacional del 20 % del ahorro para mejorar la mesada que recibirían, evitando que se lleven su dinero y lo gasten en un corto periodo, quedando desprotegidos durante la mayor parte de su vejez.
Las personas tendrán un plazo de 6 meses para decidir si prefieren la devolución de lo ahorrado sin subsidio.
Con estas medidas lograremos impactar a más de 9 millones de colombianos que actualmente carecen de protección social.

También logramos avances respecto de la promoción de generación de empleo para la población joven, dando posibilidades de vinculación laboral en entidades públicas.

Desafortunadamente, el desempleo juvenil en Colombia está entre el 17 y 18% y tiende a subir, razón por la que planteamos, y así quedó aprobado en el Plan Nacional de Desarrollo, que por lo menos el 10 % de los nuevos empleos en las plantas de personal de las entidades públicas estarán ocupados por jóvenes entre los 18 y 28 años que no requerirán experiencia profesional. Hay que garantizarles a los jóvenes que precisamente adquieran experticia laboral y corresponde al Estado dar ejemplo en la materia, y esperamos que el sector productivo de la economía lo siga.

De esta manera, avanzamos en el propósito de mejorar los niveles de cobertura en seguridad y protección social, y de brindar oportunidades de realización laboral a nuestros jóvenes. Mediante la garantía de este tipo de derechos solidificaremos la cohesión social que debe sustentarse en una cultura de la solidaridad en la que se tenga en cuenta las necesidades de los otros.
@AliciaArango

Columnista
24 mayo, 2019

La apuesta por la protección social en el Plan Nacional de Desarrollo

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Alicia Arango

En la Constitución de 1991 el concepto de solidaridad como deber humano permea el fundamento del Estado Social de Derecho y aborda los principios filosóficos y políticos del modelo de seguridad social. Sin embargo, tras 28 años de expedida, la realidad social en Colombia no solo es inequitativa sino que varios de sus complejos problemas […]


En la Constitución de 1991 el concepto de solidaridad como deber humano permea el fundamento del Estado Social de Derecho y aborda los principios filosóficos y políticos del modelo de seguridad social. Sin embargo, tras 28 años de expedida, la realidad social en Colombia no solo es inequitativa sino que varios de sus complejos problemas se han agravado, y es obligación del Gobierno Nacional no solo encararlos con realismo sino posibilitar mecanismos para generar equidad. En los ámbitos de la seguridad social y pensional los desafíos son mayúsculos por cuanto hemos encontrado un país en el que cerca de la mitad de la población económicamente activa está excluida del sistema de protección. Por ello es que hoy queremos resaltar los avances que hemos logrado en lo que concierne en el ámbito laboral tras la aprobación del Plan Nacional de Desarrollo “Pacto por Colombia, pacto por la equidad”.

En primer término, logramos la aprobación del Piso de Protección Social, que es el conjunto de garantías en Seguridad Social para las personas sin capacidad de pago. Consiste en la afiliación a salud subsidiada, la vinculación a los Beneficios Económicos Periódicos (BEPS) y el derecho a un seguro inclusivo. La afiliciación es obligatoria en los casos de personas dependientes con relación contractual laboral o por prestación de servicios que trabajan tiempo parcial, y que por dicha dedicación reciben un ingreso menor al salario mínimo mensual. En este país el 44 % de los trabajadores ganan menos de un salario mínimo, es decir, casi la mitad de la población activa laboralmente está por fuera del sistema. Es a esta población vulnerable a la que debemos ponerle atención prioritaria. Con esta medida buscamos que el empleador le consigne a BEPS un 15 % del salario mensual del trabajador y el Gobierno, por su parte, le entrega un 20 % sobre lo ahorrado si a la edad de retiro la persona decide recibir su renta vitalicia a través de BEPS, con el fin de que logre una vejez más tranquila.

Para darle sustentabilidad a esta política, en el Plan de Desarrollo se viabilizó la promoción de los BEPS, para que los afiliados al Sistema Pensional que no alcanzan a recibir una pensión opten de manera voluntaria por vincularse a este programa, recibiendo un incentivo por parte del Gobierno Nacional del 20 % del ahorro para mejorar la mesada que recibirían, evitando que se lleven su dinero y lo gasten en un corto periodo, quedando desprotegidos durante la mayor parte de su vejez.
Las personas tendrán un plazo de 6 meses para decidir si prefieren la devolución de lo ahorrado sin subsidio.
Con estas medidas lograremos impactar a más de 9 millones de colombianos que actualmente carecen de protección social.

También logramos avances respecto de la promoción de generación de empleo para la población joven, dando posibilidades de vinculación laboral en entidades públicas.

Desafortunadamente, el desempleo juvenil en Colombia está entre el 17 y 18% y tiende a subir, razón por la que planteamos, y así quedó aprobado en el Plan Nacional de Desarrollo, que por lo menos el 10 % de los nuevos empleos en las plantas de personal de las entidades públicas estarán ocupados por jóvenes entre los 18 y 28 años que no requerirán experiencia profesional. Hay que garantizarles a los jóvenes que precisamente adquieran experticia laboral y corresponde al Estado dar ejemplo en la materia, y esperamos que el sector productivo de la economía lo siga.

De esta manera, avanzamos en el propósito de mejorar los niveles de cobertura en seguridad y protección social, y de brindar oportunidades de realización laboral a nuestros jóvenes. Mediante la garantía de este tipo de derechos solidificaremos la cohesión social que debe sustentarse en una cultura de la solidaridad en la que se tenga en cuenta las necesidades de los otros.
@AliciaArango