Con espíritu artístico, mucho potencial, un futuro prometedor y ganas de ayudar a los más vulnerables, Jean Catalán Santiago se une a Trivia Sonrisa, un proyecto que busca mejorar las condiciones de vida de las personas en estado de calle.
Desde muy niño Catalán Santiago descubrió su vocación por el teatro, actuación, danza, entre otras expresiones culturales. Desde muy pequeño realizó cursos para aprender, fortalecer y demostrar las habilidades que con el tiempo se convertirían en su estilo de vida.
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“Desde muy pequeño me gustó el arte, pero mis padres eran muy escépticos; no me apoyaban, decían que ese medio estaba lleno de drogas y prostitución” expresó el joven de 29 años de edad, nativo de Valledupar.
“Mi mamá era muy sobreprotectora y yo era de los que se escapaba. Al ver ella que yo no iba a cambiar decidió apoyarme. Ahora si necesito viajar a otra ciudad para hacer un casting me da su bendición”, manifestó.
Llegada la pandemia por covid-19 detuvo sus habilidades artísticas y decidió aprovechar para pasar tiempo de calidad con su familia y terminar su tesis enfocada en un emprendimiento llamado Trivia Sonrisa, para graduarse como Comunicador Social de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia, UNAD. “Después de obtener mi título quiero salir a comerme el mundo y demostrar que en Valledupar hay talento”, dijo.
Hace año y medio inició un proyecto enfocado a labores sociales. Trivia Sonrisa es un emprendimiento que nació del colombo-venezolano Rafael Kohen, quien a pesar de ser de muy bajos recursos, con colaboraciones logra recaudar juguetes para alegrar a los niños del país vecino. Un amigo de Catalán le comentó sobre dicho acto y un año después él toma la decisión de comunicarse con Kohen para implementar el proyecto en Valledupar.
Alimentos, regalos, sonrisas, show artísticos y charlas son entregados por ellos a los habitantes en condiciones de vulnerabilidad. Catalán manifiesta que desea agregar un enfoque educativo al proyecto, ya que muchos infantes son víctimas de abuso sexual y otros factores que quizá los padres no saben, por lo que considera necesario hablar de educación sexual, psicología, entre otros aspectos para ayudar. Y sobre todo, enseñarlos a explotar su talento, ya que desarrollarlo desde la niñez es fundamental para crear grandes artistas.
La idea de Trivia Sonrisa es mejorar la calidad de vida de, en este momento, los migrantes venezolanos, ubicados en el barrio Bello Horizonte. Aunque han ayudado a personas en estado de calle situadas en la Terminal de Transportes y la avenida Simón Bolívar.
“Soy una persona muy apasionada cuando me gustan las cosas, no las hago porque me las imponen, por eso sigo mis impulsos y mis pasiones. Este proyecto me enseña que de verdad vale la pena seguir a pesar de tantos obstáculos”, recalcó Catalán.
Cuando inició la pandemia pensaron que este sería un obstáculo, pero sus ganas de ayudar han superado cualquier adversidad, por lo que entre todos ingeniaron medidas para evitar contagiarse del coronavirus. “Trivia ha sido una bola de nieve, ha crecido mucho, en un año y medio muchas personas de diferentes países se han sumado”, dijo.
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Con voz entrecortada, ojos llorosos y esperanza afirma que es un proyecto gratificante, pero a la vez frustrante no poder ayudar más, no tener más colaboradores y dinero para realizar estas actividades que van en pro a los más vulnerables. “Me gusta hacer trabajo social, me llena, me hace feliz; creo que ha sido lo mejor que me ha traído la UNAD y la vida. Con un grano de arena se puede ayudar a la sociedad”, expresó con voz nostálgica.
Este estudiante subrayó: “Yo me preocupaba por tantas bobadas como una vez que me atracaron y robaron el celular, por cualquier cosa y sentía impotencia, pero uno se pregunta: Y ese niño que no tiene nada que comer o dormir ¿cómo se debe sentir?”.
A los 13 años, su padre de crianza haciéndole un cambio de look, decidió inscribirlo en un concurso llamado ‘Modelo Stuco’ que había en el antiguo Vivero, donde iban a elegir la imagen de la colección y un staff de modelos para mostrar las prendas. “No gané, estaba bastante gordito, no tenía ni idea de modelar, pero quedé en el grupo del staff y ahí comencé. Me di cuenta que realmente me gustaba esto”, rememoró.
Este fue el inicio en su mundo artístico, dándose a conocer y aprendiendo cada día más. Tres años más tarde hizo un curso de modelaje profesional en la Academia Angel Models de Valledupar. Estando allí conoció a quién le daría la oportunidad de pertenecer al grupo de baile contemporáneo Rebelión, presentándose así en la inauguración del Festival de la Leyenda Vallenata, versión 2009.
En su afán de experimentar más ingresó a la Academia Milton Avendaño, donde conoció una fundación y descubrió otra de sus pasiones. Ayudaba a médicos voluntarios que iban a hospitales a distraer y alegrar niños con enfermedades terminales.
Luego conoció la Fundación Manotas Talento, donde tuvo la oportunidad de representar una obra teatral en contra del suicidio y junto a Jorge Lascarro realizó un cortometraje experimental llamado ‘La Guitarra Encantada’, para medir su capacidad de improvisación. En 2019 participó como extra en una serie de Netflix que se llama ‘La Reina de Indias y el Conquistador’.
Se describe como una persona alegre y un poco tímida, razón por la que decidió estudiar Comunicación Social, para poder disfrutar el amor que siente hacia los medios; es muy familiar, disfruta viajar, conocer y experimentar; además, le gusta entregar todo de sí. Respecto a sus talentos aseveró: “Siento que he perdido oportunidades, siento que me pude arriesgar más”.
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“Mi sueño más grande es ganarme la vida en lo que más amo, quiero trabajar en lo que me gusta y ser feliz. Me encantaría tener una fundación para ayudar a los niños porque más que el futuro, son el presente; me gusta trabajar con los adultos mayores, los jóvenes que tienen problemas de drogadicción y me encantan los animales, quiero ayudar a los de la calle”, concluyó.
Por: KETTY GUTIÉRREZ MAESTRE/EL PILÓN
Con espíritu artístico, mucho potencial, un futuro prometedor y ganas de ayudar a los más vulnerables, Jean Catalán Santiago se une a Trivia Sonrisa, un proyecto que busca mejorar las condiciones de vida de las personas en estado de calle.
Desde muy niño Catalán Santiago descubrió su vocación por el teatro, actuación, danza, entre otras expresiones culturales. Desde muy pequeño realizó cursos para aprender, fortalecer y demostrar las habilidades que con el tiempo se convertirían en su estilo de vida.
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“Desde muy pequeño me gustó el arte, pero mis padres eran muy escépticos; no me apoyaban, decían que ese medio estaba lleno de drogas y prostitución” expresó el joven de 29 años de edad, nativo de Valledupar.
“Mi mamá era muy sobreprotectora y yo era de los que se escapaba. Al ver ella que yo no iba a cambiar decidió apoyarme. Ahora si necesito viajar a otra ciudad para hacer un casting me da su bendición”, manifestó.
Llegada la pandemia por covid-19 detuvo sus habilidades artísticas y decidió aprovechar para pasar tiempo de calidad con su familia y terminar su tesis enfocada en un emprendimiento llamado Trivia Sonrisa, para graduarse como Comunicador Social de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia, UNAD. “Después de obtener mi título quiero salir a comerme el mundo y demostrar que en Valledupar hay talento”, dijo.
Hace año y medio inició un proyecto enfocado a labores sociales. Trivia Sonrisa es un emprendimiento que nació del colombo-venezolano Rafael Kohen, quien a pesar de ser de muy bajos recursos, con colaboraciones logra recaudar juguetes para alegrar a los niños del país vecino. Un amigo de Catalán le comentó sobre dicho acto y un año después él toma la decisión de comunicarse con Kohen para implementar el proyecto en Valledupar.
Alimentos, regalos, sonrisas, show artísticos y charlas son entregados por ellos a los habitantes en condiciones de vulnerabilidad. Catalán manifiesta que desea agregar un enfoque educativo al proyecto, ya que muchos infantes son víctimas de abuso sexual y otros factores que quizá los padres no saben, por lo que considera necesario hablar de educación sexual, psicología, entre otros aspectos para ayudar. Y sobre todo, enseñarlos a explotar su talento, ya que desarrollarlo desde la niñez es fundamental para crear grandes artistas.
La idea de Trivia Sonrisa es mejorar la calidad de vida de, en este momento, los migrantes venezolanos, ubicados en el barrio Bello Horizonte. Aunque han ayudado a personas en estado de calle situadas en la Terminal de Transportes y la avenida Simón Bolívar.
“Soy una persona muy apasionada cuando me gustan las cosas, no las hago porque me las imponen, por eso sigo mis impulsos y mis pasiones. Este proyecto me enseña que de verdad vale la pena seguir a pesar de tantos obstáculos”, recalcó Catalán.
Cuando inició la pandemia pensaron que este sería un obstáculo, pero sus ganas de ayudar han superado cualquier adversidad, por lo que entre todos ingeniaron medidas para evitar contagiarse del coronavirus. “Trivia ha sido una bola de nieve, ha crecido mucho, en un año y medio muchas personas de diferentes países se han sumado”, dijo.
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Con voz entrecortada, ojos llorosos y esperanza afirma que es un proyecto gratificante, pero a la vez frustrante no poder ayudar más, no tener más colaboradores y dinero para realizar estas actividades que van en pro a los más vulnerables. “Me gusta hacer trabajo social, me llena, me hace feliz; creo que ha sido lo mejor que me ha traído la UNAD y la vida. Con un grano de arena se puede ayudar a la sociedad”, expresó con voz nostálgica.
Este estudiante subrayó: “Yo me preocupaba por tantas bobadas como una vez que me atracaron y robaron el celular, por cualquier cosa y sentía impotencia, pero uno se pregunta: Y ese niño que no tiene nada que comer o dormir ¿cómo se debe sentir?”.
A los 13 años, su padre de crianza haciéndole un cambio de look, decidió inscribirlo en un concurso llamado ‘Modelo Stuco’ que había en el antiguo Vivero, donde iban a elegir la imagen de la colección y un staff de modelos para mostrar las prendas. “No gané, estaba bastante gordito, no tenía ni idea de modelar, pero quedé en el grupo del staff y ahí comencé. Me di cuenta que realmente me gustaba esto”, rememoró.
Este fue el inicio en su mundo artístico, dándose a conocer y aprendiendo cada día más. Tres años más tarde hizo un curso de modelaje profesional en la Academia Angel Models de Valledupar. Estando allí conoció a quién le daría la oportunidad de pertenecer al grupo de baile contemporáneo Rebelión, presentándose así en la inauguración del Festival de la Leyenda Vallenata, versión 2009.
En su afán de experimentar más ingresó a la Academia Milton Avendaño, donde conoció una fundación y descubrió otra de sus pasiones. Ayudaba a médicos voluntarios que iban a hospitales a distraer y alegrar niños con enfermedades terminales.
Luego conoció la Fundación Manotas Talento, donde tuvo la oportunidad de representar una obra teatral en contra del suicidio y junto a Jorge Lascarro realizó un cortometraje experimental llamado ‘La Guitarra Encantada’, para medir su capacidad de improvisación. En 2019 participó como extra en una serie de Netflix que se llama ‘La Reina de Indias y el Conquistador’.
Se describe como una persona alegre y un poco tímida, razón por la que decidió estudiar Comunicación Social, para poder disfrutar el amor que siente hacia los medios; es muy familiar, disfruta viajar, conocer y experimentar; además, le gusta entregar todo de sí. Respecto a sus talentos aseveró: “Siento que he perdido oportunidades, siento que me pude arriesgar más”.
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“Mi sueño más grande es ganarme la vida en lo que más amo, quiero trabajar en lo que me gusta y ser feliz. Me encantaría tener una fundación para ayudar a los niños porque más que el futuro, son el presente; me gusta trabajar con los adultos mayores, los jóvenes que tienen problemas de drogadicción y me encantan los animales, quiero ayudar a los de la calle”, concluyó.
Por: KETTY GUTIÉRREZ MAESTRE/EL PILÓN