El superintendente Nacional de Salud, Fabio Aristizábal Ángel, explicó las medidas que se tomaron para salvar al “inviable financieramente” Rosario Pumarejo de López. Se evidenciaron fallas en infraestructura, dotación, medicamentos, insumos e historias clínicas. Fueron removidos el gerente y la actual junta directiva.
Este viernes 14 de enero, la Superintendencia Nacional de Salud sorprendió a todos los vallenatos con su visita a la ciudad, la cual tuvo como propósito dar a conocer que después de varias advertencias hechas a la administración del centro médico y a la Gobernación del Cesar, se intervendrá, inicialmente, por 1 año el Hospital Rosario Pumarejo de López, HRPL, institución que desde hace años ha estado sumida en una crisis administrativa y financiera que no cesa.
El superintendente, Fabio Aristizábal Ángel, señaló que la finalidad es recuperar los servicios de esta importante red pública del departamento, generar confianza en los trabajadores y comunidad, y además, anticipó que se adelantan investigaciones en contra de los responsables de esta crisis.
La acción de la SuperSalud contempló la posesión de la dirección del hospital y de la separación de la actual gerente, señalada por el funcionario como de “escasa gestión gerencial”, y de los miembros de la junta directiva del centro asistencial.
“Tenemos un país en el que hemos identificado más de 70 modalidades de malas prácticas y este hospital no es la excepción. Ya tenemos algunas investigaciones en contra de la gerente anterior. Para eso era que habíamos pedido facultades con la Ley 1949, para ir contra los responsables y no contra las entidades”, afirmó.
En materia administrativa esta intervención forzosa administrativa genera cambios drásticos, que van desde asignar un agente especial interventor para administrar el centro médico, hasta la suspensión de los procesos jurídicos en contra del hospital y realizar cualquier movimiento financiero.
¿POR QUÉ SE TOMÓ ESA DECISIÓN HASTA AHORA?
Desde hace varios meses, e incluso años, la comunidad y profesionales de la salud del centro médico pedían a ‘gritos’ la mediación en el hospital, toda vez que cada día aumentaba la crisis. Ante esto, el superintendente mencionó que realizó las advertencias pertinentes y al no ser acatadas correctamente, decidió intervenir.
“Accionamos hasta ahora aunque ya nosotros veníamos realizando advertencias. En 2019 y 2020 realizamos una auditoría y encontramos 94 hallazgos, se entregó un Plan de Mejoramiento y al año 2021 vimos que este plan solo mejoró un 15%, es decir, teníamos más de 72 hallazgos en donde están fallas en infraestructura, dotación, mantenimiento, medicamentos, insumos e historias clínicas, que repercuten negativamente en la prestación del servicio. En una reunión que tuvimos con el gobernador y los parlamentarios del Cesar, planteamos poner al hospital en Ley 550, pero infortunadamente también se frustró esa decisión y conversando con el presidente tomamos la decisión de intervenir al hospital para salvarlo”, dijo Aristizábal Ángel.
Informó que el hospital tiene pasivos cercanos a las $110.000 millones, según indicó, en junio del año pasado las pérdidas no superaban los $29.000 millones y en tan solo 6 meses lograron sobrepasar los $60.000 millones, es decir, en lugar de ir disminuyendo, fueron incrementando. “Tenemos una condición muy complicada porque en este hospital los egresos superan en un 300% los ingresos, el hospital hoy no tiene la capacidad de cumplir con sus obligaciones, ni con los profesionales ni con los proveedores, y eso es lo que venimos a arreglar”, precisó el superintendente.
Por su parte, Alexandro Mindiola, médico psiquiatra del Rosario Pumarejo, expresó a EL PILÓN que les adeudan más de $80 millones a cada uno de los especialistas de esta área, es decir, entre 15 y 18 meses. “Si es para recuperar la institucionalidad y pagar los salarios, me parece positiva esta intervención”, agregó.
¿QUIÉN SERÁ EL AGENTE ESPECIAL INTERVENTOR?
El superintendente contó que el agente especial interventor Duver Vargas Rojas es un economista y especialista en administración en salud, que ayudó a recuperar y sanear completamente el Hospital San Marco de Sucre y el Hospital departamental de Villavicencio, por lo que espera entregar buenos resultados en el Rosario Pumarejo. “Él tendrá 30 días para entregarnos un plan de acción que le permita recuperar al hospital, no solamente la contratación sino también la confianza de los trabajadores y la comunidad”.
¿Y EL PLAN DE REESTRUCTURACIÓN DE PASIVOS PLANTEADO…?
Finalmente, el representante de la SuperSalud reveló que el Plan de Reestructuración de Pasivos que presentaron las directivas del HRPL no cumplía con las metas ni con la viabilidad de mediano y corto plazo. “Me duele mucho que hospitales públicos e infraestructuras de este tamaño, que son necesarios para este país y para que no colapse la red privada, sigan cayendo en este deterioro por desgreños administrativos, por malas prácticas, pero especialmente, por malas administraciones”, sentenció Ariztizábal Ángel.
Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÓN
El superintendente Nacional de Salud, Fabio Aristizábal Ángel, explicó las medidas que se tomaron para salvar al “inviable financieramente” Rosario Pumarejo de López. Se evidenciaron fallas en infraestructura, dotación, medicamentos, insumos e historias clínicas. Fueron removidos el gerente y la actual junta directiva.
Este viernes 14 de enero, la Superintendencia Nacional de Salud sorprendió a todos los vallenatos con su visita a la ciudad, la cual tuvo como propósito dar a conocer que después de varias advertencias hechas a la administración del centro médico y a la Gobernación del Cesar, se intervendrá, inicialmente, por 1 año el Hospital Rosario Pumarejo de López, HRPL, institución que desde hace años ha estado sumida en una crisis administrativa y financiera que no cesa.
El superintendente, Fabio Aristizábal Ángel, señaló que la finalidad es recuperar los servicios de esta importante red pública del departamento, generar confianza en los trabajadores y comunidad, y además, anticipó que se adelantan investigaciones en contra de los responsables de esta crisis.
La acción de la SuperSalud contempló la posesión de la dirección del hospital y de la separación de la actual gerente, señalada por el funcionario como de “escasa gestión gerencial”, y de los miembros de la junta directiva del centro asistencial.
“Tenemos un país en el que hemos identificado más de 70 modalidades de malas prácticas y este hospital no es la excepción. Ya tenemos algunas investigaciones en contra de la gerente anterior. Para eso era que habíamos pedido facultades con la Ley 1949, para ir contra los responsables y no contra las entidades”, afirmó.
En materia administrativa esta intervención forzosa administrativa genera cambios drásticos, que van desde asignar un agente especial interventor para administrar el centro médico, hasta la suspensión de los procesos jurídicos en contra del hospital y realizar cualquier movimiento financiero.
¿POR QUÉ SE TOMÓ ESA DECISIÓN HASTA AHORA?
Desde hace varios meses, e incluso años, la comunidad y profesionales de la salud del centro médico pedían a ‘gritos’ la mediación en el hospital, toda vez que cada día aumentaba la crisis. Ante esto, el superintendente mencionó que realizó las advertencias pertinentes y al no ser acatadas correctamente, decidió intervenir.
“Accionamos hasta ahora aunque ya nosotros veníamos realizando advertencias. En 2019 y 2020 realizamos una auditoría y encontramos 94 hallazgos, se entregó un Plan de Mejoramiento y al año 2021 vimos que este plan solo mejoró un 15%, es decir, teníamos más de 72 hallazgos en donde están fallas en infraestructura, dotación, mantenimiento, medicamentos, insumos e historias clínicas, que repercuten negativamente en la prestación del servicio. En una reunión que tuvimos con el gobernador y los parlamentarios del Cesar, planteamos poner al hospital en Ley 550, pero infortunadamente también se frustró esa decisión y conversando con el presidente tomamos la decisión de intervenir al hospital para salvarlo”, dijo Aristizábal Ángel.
Informó que el hospital tiene pasivos cercanos a las $110.000 millones, según indicó, en junio del año pasado las pérdidas no superaban los $29.000 millones y en tan solo 6 meses lograron sobrepasar los $60.000 millones, es decir, en lugar de ir disminuyendo, fueron incrementando. “Tenemos una condición muy complicada porque en este hospital los egresos superan en un 300% los ingresos, el hospital hoy no tiene la capacidad de cumplir con sus obligaciones, ni con los profesionales ni con los proveedores, y eso es lo que venimos a arreglar”, precisó el superintendente.
Por su parte, Alexandro Mindiola, médico psiquiatra del Rosario Pumarejo, expresó a EL PILÓN que les adeudan más de $80 millones a cada uno de los especialistas de esta área, es decir, entre 15 y 18 meses. “Si es para recuperar la institucionalidad y pagar los salarios, me parece positiva esta intervención”, agregó.
¿QUIÉN SERÁ EL AGENTE ESPECIAL INTERVENTOR?
El superintendente contó que el agente especial interventor Duver Vargas Rojas es un economista y especialista en administración en salud, que ayudó a recuperar y sanear completamente el Hospital San Marco de Sucre y el Hospital departamental de Villavicencio, por lo que espera entregar buenos resultados en el Rosario Pumarejo. “Él tendrá 30 días para entregarnos un plan de acción que le permita recuperar al hospital, no solamente la contratación sino también la confianza de los trabajadores y la comunidad”.
¿Y EL PLAN DE REESTRUCTURACIÓN DE PASIVOS PLANTEADO…?
Finalmente, el representante de la SuperSalud reveló que el Plan de Reestructuración de Pasivos que presentaron las directivas del HRPL no cumplía con las metas ni con la viabilidad de mediano y corto plazo. “Me duele mucho que hospitales públicos e infraestructuras de este tamaño, que son necesarios para este país y para que no colapse la red privada, sigan cayendo en este deterioro por desgreños administrativos, por malas prácticas, pero especialmente, por malas administraciones”, sentenció Ariztizábal Ángel.
Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÓN