Cedo la autoría de esta nota a las jóvenes: Isabella Murgas Díaz, Shaileth Osorio Iguarán y Mariángel Pinto Muegues, quienes en una jornada académica en la asignatura ‘Lectura crítica y escritura’, que dicto en varios grupos de la Escuela Básica de Perfeccionamiento en la UPC, lograron el consenso de sus compañeros del grupo HM4 para acceder a la página de opinión de EL PILÓN y exponer este tema tan importante.
La educación emocional es un aspecto fundamental en el desarrollo de los niños. En este artículo exploraremos por qué esta educación es tan importante y crucial para el bienestar y el éxito futuro de los hijos.
La infancia es un período crítico en el desarrollo emocional de un niño. Durante estos años, los niños aprenden a reconocer y gestionar sus emociones, a desarrollar empatía hacia los demás y establecer relaciones saludables. Sin embargo, la educación emocional a menudo se descuida en favor de la educación académica.
La educación emocional es esencial porque ayuda a los niños a desarrollar habilidades importantes para la vida, como es: la autoconciencia, autorregulación y empatía. Estas habilidades les permiten manejar el estrés, resolver conflictos de manera efectiva y tomar decisiones informadas.
Además, la educación emocional puede tener un impacto positivo en la salud mental de los niños. Al enseñarles a reconocer y gestionar sus emociones de manera saludable, podemos reducir el riesgo de problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión.
La educación emocional es un aspecto fundamental en la infancia que no debe ser, por ningún motivo, descuidado. Al priorizar la educación emocional, se puede ayudar a los hijos a desarrollar habilidades importantes para la vida y alcanzar su máximo potencial.
Hay que resaltar la importancia de poner en práctica, desde la infancia, la educación emocional y la salud mental ya que ésta es de gran ayuda, cuando ya el niño pasa a otra etapa de su vida, para que así pueda afrontar cada uno de los obstáculos que se puedan presentar, aunque hoy en día muchas personas lleguen a pensar que no tienen importancia las enfermedades de salud mental, porque tienen una corta edad; realmente es todo lo contrario, se deben tener las alarmas prendidas, a cualquier indicio de cambio emocional en los niños.
La inconstante educación de la salud mental y emocional también se podrá ver reflejada en los adultos e incluso en la vejez, ya que si a estos no se les enseñó desde su niñez puede que lleguen a minimizar lo que sienten, en cambio, si este es impulsado, el adulto sabrá cómo manejar la situación de manera positiva y afectiva. En algunas ocasiones, se puede ver evidenciado que muchos adultos, por no saber cómo manejar esa sobrecarga de estrés o por minimizar sus emociones por su edad, pueden incluso pasar por depresiones inmanejables, se debe entender, sin embargo, y debemos tener en cuenta, que por ser adultos no son la excepción para pasar por esto.
Hay una invitación especial a que se trabaje en la educación mental y emocional de los niños, Colombia es un país de muchos fenómenos sociales que afectan de manera fuerte a la población infantil.
Gracias a Isabella, Shaileth y Mariángel por esta nota. Sólo Eso.
Por: Eduardo Santos Ortega Vergara.










