En el sector de la margen derecha del río Guatapurí los problemas parecen no tener fin. Además de la constante inseguridad que se vive en ese sector de la capital del Cesar, ahora los habitantes enfrentan una difícil situación a raíz del desempleo.

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Dalida Vásquez es una ama de casa que todos los días debe pensar en cómo podrá alimentar a sus dos niños, mientras que su esposo trae el alimento a la hora dependiendo de lo que se pueda ganar como ayudante en un vehículo de tracción animal.

“Por el momento nos sostenemos con lo que gana mi esposo que se dedica a trabajar ‘botando escombros’, pero el día en que no consigue nada tenemos que acostarnos sin comer. La situación se ha vuelto tan caótica que  en ocasiones  dependemos de la caridad, lo que nos pueda regalar la gente y en algunos casos los vecinos”, dijo Vásquez.

En Valledupar, según el Dane, el 30,5 % de las familias no cuenta con un empleo. Por su parte, la familia de Dalida Vásquez pide que  “por lo menos les vengan a ayudar con la alimentación”, teniendo en cuenta que, según habitantes del Nueve de Marzo, desde que en abril recibieron un mercado por parte de la Iglesia Pastoral no han vuelto a tener ayudas.

Y es que la margen derecha del río Guatapurí se ha convertido en un sitio donde el “olvido de los gobiernos se hace visible”.

Gabriel García, habitante del barrio Pescaito, también reclama la igualdad para todos, tal y como lo decían algunos políticos que visitaban esta zona en época de campaña.

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“No ha sido posible que el Gobierno nacional nos extienda una mano amiga, en mi caso yo soy desplazado y desde que llegué aquí han sido pocas las veces en las que aparecen los políticos, y cuando lo hacen es solo para prometer, más nada. En esta situación generada por la pandemia covid-19, le pedimos al gobierno municipal y departamental que se den cuenta de quienes habitamos la margen derecha del río Guatapurí”, manifestó Gabriel García, habitante del barrio Pescaito.

Por: Robert Cadavid / EL PILÓN