El caos vehicular de la Avenida Simón Bolívar (carrera 19) sigue siendo tema de conversación en la sociedad vallenata, que lejos de ver soluciones solo puede observar cómo los problemas se trasladan a otros puntos de la ciudad, como los tramos y vías cercanas al Parque de La Vida.
El hecho de ser la principal arteria vial de Valledupar siempre supuso congestión, principalmente en las ‘horas pico’; sin embargo, las obras que se han desarrollado a lo largo de la Simón Bolívar han desencadenado directamente una crisis de movilidad.
Anteriormente, y durante las primeras etapas de las obras en la Simón Bolívar, ya se habían reportado fuertes congestiones vehiculares en torno a la glorieta de La María Mulata, que encontraron alivio gracias a la habilitación de las vías aledañas a la antigua glorieta de Los Gallos.
Sin embargo, hoy son las calles 11 y 12 las que piden auxilio, ya que además de los ya conocidos cierres del tramo de la carrera 19 que conduce hacia el norte de la ciudad, se ha sumado el nulo funcionamiento de cinco semáforos de la zona, propiciando el caos diario en el sector.
Los semáforos han quedado convertidos en simples adornos, y los conductores que buscan pasar de la calle 11 (entre la Olímpica de Los Cortijos y el Parque de La Vida) hacia la calle 12 o viceversa diariamente enfrentan una odisea.
Ante la falta de funcionamiento de los semáforos, cientos de conductores se adelantan más de lo debido, pisando la cebra que se encuentra a los pies del semáforo y ‘haciendo la escuadra’ en la mitad de la avenida, lo que termina por formar inmensas filas que van desde el semáforo —también apagado— que regula el paso de la carrera 19 a la calle 12.
La única “solución” para la problemática ha sido la implementación de ‘paleteros’, que periódicamente cortan y habilitan el paso de los vehículos, especialmente en las ‘horas pico’. Sin embargo, muchos conductores y vecinos de la zona siguen considerando la solución insuficiente.
“Esto aquí en las ‘horas pico’, es un caos… Están los semáforos apagados, la vía la están construyendo, deberían poner a más personas encargadas para que el tráfico se mueva mejor”, argumentó un motociclista preocupado por el caos vial que se ha vuelto pan de cada día.
Los factores anteriormente mencionados han convertido al sector en escenario de batallas diarias, en las que muchos conductores, en búsqueda de llegar a sus destinos, optan por cometer imprudencias al volante y tratar de sacar ventaja de la falta de orden, poniendo en riesgo su seguridad y la de los demás.
La ciudadanía espera que los semáforos sean activados lo más pronto posible, para así encontrar alivio en sus rutinas diarias, que irremediablemente los llevan a una Avenida Simón Bolívar que sigue dando dolores de cabeza.










