Por: Gonzalo Arzuza Esta semana, se conoció casi en su totalidad el equipo de trabajo que conformará el nuevo gabinete ministerial del presidente Juan Manuel Santos, que en su totalidad ha sido de buen recibo ante la opinión pública y en los círculos políticos. Salvo la desafortunada intervención del vicepresidente Francisco Santos, los nombramientos son […]
Por: Gonzalo Arzuza
Esta semana, se conoció casi en su totalidad el equipo de trabajo que conformará el nuevo gabinete ministerial del presidente Juan Manuel Santos, que en su totalidad ha sido de buen recibo ante la opinión pública y en los círculos políticos. Salvo la desafortunada intervención del vicepresidente Francisco Santos, los nombramientos son vistos con muy buenos ojos por el país en general.
Al Presidente electo no le queda de otra, sobretodo cuando el saliente gobierno del presidente Álvaro Uribe, deja un manto de duda sobre la capacidad de su equipo de trabajo, que permaneció casi inamovible durante sus ocho largos años de gobierno, donde los ministerios, conocidos como el eje central del gobierno, quedaron en cabeza de los mismos que los ocuparon desde el comienzo del gobierno en el año 2002. Así pudimos ver cómo las carteras de Obras Públicas y Protección Social, unos mega ministerios, en cabeza de Andrés Uriel Gallego y Diego Palacios, se sostuvieron en su silla contra viento y marea con la anuencia del Presidente Uribe, que en este caso antepuso su interés personal en mantenerlos sobre el general, que se quejaba por su muy cuestionada gestión al frente de esas carteras.
El Presidente Uribe mostró un estilo de gobierno basado en el control absoluto de todo el aparato del Estado, lo que ubicaba como marionetas a sus ministros, que de paso sea dicho, Uribe empezó sin equipo de Gobierno, (y así estuvo durante los ocho años, en los cuales no hubo más de tres que se destacaron por su eficiencia, contando al actual presidente electo) destacándose sólo, y en los Consejos Comunales, regañándolos cual papá regaña a sus retoños por portarse mal.
Cosa distinta muestra el Presidente electo Juan Manuel Santos al conformar un equipo de trabajo y Gobierno capacitado, demostrando que la Unidad Nacional si es posible, y designando como ministros a sendos profesionales, con cortes de estadistas algunos, los mejores en su ramo, para llevar los destinos del país durante su mandato. Esto muestra la capacidad gerencial de Santos, que en todos los ministerios en los que estuvo lo hizo con lujo de detalles, y el último, el de Defensa, lo catapultó hasta la Presidencia que hoy ostenta y lo cual nos llena de positivismo sobre su gobierno, como lo demuestra la última encuesta.
El mensaje que manda el Presidente electo es muy claro: se aparta de la sombra de Uribe al nombrar a contradictores de su gobierno o amigos de sus contradictores, escoge un gabinete técnico-político deslindándose de compromisos o componendas burocráticas y platea un gobierno de reconciliación y unidad nacional.
Santos marca su estilo de gobierno. Que se desarrolle a plenitud para el bien del país depende de sus capacidades para dirigir a ese equipo, excelente por demás, pero que deberá sortear decisiones tan importantes como el manejo las relaciones internacionales, que fueron la piedra en el zapato del presidente saliente, la reforma a la Justicia, la reforma Laboral, el desarrollo del Campo, pero su reto más importante será el de poner fin al conflicto armado interno, que en su agenda ocupará un lugar de gran importancia.
Por último, los gobernantes locales deberían seguir el ejemplo del Presidente Santos y conformar buenos gabinetes con excelentes profesionales, y no pensar sólo en las componendas políticas de siempre, que no dan posibilidad de tener secretarios idóneos; recuerden que dependiendo de sus equipos de trabajo, será evaluada su gestión.
Por: Gonzalo Arzuza Esta semana, se conoció casi en su totalidad el equipo de trabajo que conformará el nuevo gabinete ministerial del presidente Juan Manuel Santos, que en su totalidad ha sido de buen recibo ante la opinión pública y en los círculos políticos. Salvo la desafortunada intervención del vicepresidente Francisco Santos, los nombramientos son […]
Por: Gonzalo Arzuza
Esta semana, se conoció casi en su totalidad el equipo de trabajo que conformará el nuevo gabinete ministerial del presidente Juan Manuel Santos, que en su totalidad ha sido de buen recibo ante la opinión pública y en los círculos políticos. Salvo la desafortunada intervención del vicepresidente Francisco Santos, los nombramientos son vistos con muy buenos ojos por el país en general.
Al Presidente electo no le queda de otra, sobretodo cuando el saliente gobierno del presidente Álvaro Uribe, deja un manto de duda sobre la capacidad de su equipo de trabajo, que permaneció casi inamovible durante sus ocho largos años de gobierno, donde los ministerios, conocidos como el eje central del gobierno, quedaron en cabeza de los mismos que los ocuparon desde el comienzo del gobierno en el año 2002. Así pudimos ver cómo las carteras de Obras Públicas y Protección Social, unos mega ministerios, en cabeza de Andrés Uriel Gallego y Diego Palacios, se sostuvieron en su silla contra viento y marea con la anuencia del Presidente Uribe, que en este caso antepuso su interés personal en mantenerlos sobre el general, que se quejaba por su muy cuestionada gestión al frente de esas carteras.
El Presidente Uribe mostró un estilo de gobierno basado en el control absoluto de todo el aparato del Estado, lo que ubicaba como marionetas a sus ministros, que de paso sea dicho, Uribe empezó sin equipo de Gobierno, (y así estuvo durante los ocho años, en los cuales no hubo más de tres que se destacaron por su eficiencia, contando al actual presidente electo) destacándose sólo, y en los Consejos Comunales, regañándolos cual papá regaña a sus retoños por portarse mal.
Cosa distinta muestra el Presidente electo Juan Manuel Santos al conformar un equipo de trabajo y Gobierno capacitado, demostrando que la Unidad Nacional si es posible, y designando como ministros a sendos profesionales, con cortes de estadistas algunos, los mejores en su ramo, para llevar los destinos del país durante su mandato. Esto muestra la capacidad gerencial de Santos, que en todos los ministerios en los que estuvo lo hizo con lujo de detalles, y el último, el de Defensa, lo catapultó hasta la Presidencia que hoy ostenta y lo cual nos llena de positivismo sobre su gobierno, como lo demuestra la última encuesta.
El mensaje que manda el Presidente electo es muy claro: se aparta de la sombra de Uribe al nombrar a contradictores de su gobierno o amigos de sus contradictores, escoge un gabinete técnico-político deslindándose de compromisos o componendas burocráticas y platea un gobierno de reconciliación y unidad nacional.
Santos marca su estilo de gobierno. Que se desarrolle a plenitud para el bien del país depende de sus capacidades para dirigir a ese equipo, excelente por demás, pero que deberá sortear decisiones tan importantes como el manejo las relaciones internacionales, que fueron la piedra en el zapato del presidente saliente, la reforma a la Justicia, la reforma Laboral, el desarrollo del Campo, pero su reto más importante será el de poner fin al conflicto armado interno, que en su agenda ocupará un lugar de gran importancia.
Por último, los gobernantes locales deberían seguir el ejemplo del Presidente Santos y conformar buenos gabinetes con excelentes profesionales, y no pensar sólo en las componendas políticas de siempre, que no dan posibilidad de tener secretarios idóneos; recuerden que dependiendo de sus equipos de trabajo, será evaluada su gestión.