A raíz de la problemática representada por el comportamiento leonino de Electricaribe, es menester iniciar un proceso de reconversión que permita el aprovechamiento de las Fuentes No convencionales de Energía, (FNCE) existentes en la Región Caribe, en aras de limitar el monopolio en la prestación del servicio de energía patentado por Electricaribe. Las energías no […]
A raíz de la problemática representada por el comportamiento leonino de Electricaribe, es menester iniciar un proceso de reconversión que permita el aprovechamiento de las Fuentes No convencionales de Energía, (FNCE) existentes en la Región Caribe, en aras de limitar el monopolio en la prestación del servicio de energía patentado por Electricaribe.
Las energías no convencionales, también denominadas energías alternativas, son llamadas de esta manera porque van orientadas a plantearse como una opción alternativa a las energías convencionales o tradicionales. Entre las FNCE tenemos (Solar, Eólica, Biomasa, Geotérmica y Mareomotriz).
Nuestro país tiene gran disponibilidad de fuentes de energía, tanto renovable como no renovable. En energía convencional el marco legal es robusto e incluye aspectos institucionales, regulatorios, ambientales y tributarios. Nuestra posición geográfica es generosa por la presencia abundante de cuencas hídricas, porque crea facilidades para la generación de energía con base en el agua, es pertinente advertir que en términos financieros es mucho más económica que la energía generada a partir de Fuentes No Convencionales.
La confiabilidad de las fuentes de electricidad en Colombia se apoya en gran medida en la generación hidroeléctrica, que representa el 63,7% de la capacidad instalada, y se incrementa a 68% si se suman las pequeñas microcentrales. La segunda fuente de generación es la termoelectricidad, que también tiene un peso importante en la canasta total, con un 31% –a gas (18,64%), a carbón (7,41%) y a combustibles líquidos (5,31%). El resto de la composición nacional del mercado se apoya en otras fuentes como la cogeneración, con una participación de 0,46%; y la eólica, que apenas suma 0,14%.
Pese a que Colombia está calificado como un país verde no presenta avances significativos en cuanto a la generación de energía no convencional, sin embargo, en el protocolo de Kioto, Colombia reafirmó el principio de responsabilidad común pactada entre los países desarrollados y países en desarrollo de reducir emisiones de gases de efecto invernadero.
De acuerdo con el Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas Para Zonas No Interconectadas, IPSE, la capacidad instalada en el país en Energía No Convencional equivale al 1%, estos proyectos implementados en las ZNI son generalmente soluciones individuales.
En mayo del año pasado fue sancionada La Ley 1715, la cual regula la integración de las energías renovables no convencionales al sistema energético nacional. Con esta ley el país continúa dando pasos importantes en procura de un sistema energético más limpio. La Ley establece también el marco legal y los instrumentos necesarios para la promoción y aprovechamiento de las fuentes no convencionales de energía, así como para el fomento de la inversión, el espíritu de esta norma favorece con incentivos y exenciones tributarias la implementación de soluciones individuales para los usuarios en la Región Caribe y del país en general. El sueño de tener generación de energía no convencional con rangos similares o superiores a la hidráulica es una quimera, requiere de un profundo análisis financiero inherente al costo y beneficio con relación a la hidroeléctrica, no obstante, las soluciones individuales constituyen una oportunidad que podría favorecer a los usuarios angustiados por el mal servicio que presta la leonina Electricaribe.
@LuchoDiaz12
A raíz de la problemática representada por el comportamiento leonino de Electricaribe, es menester iniciar un proceso de reconversión que permita el aprovechamiento de las Fuentes No convencionales de Energía, (FNCE) existentes en la Región Caribe, en aras de limitar el monopolio en la prestación del servicio de energía patentado por Electricaribe. Las energías no […]
A raíz de la problemática representada por el comportamiento leonino de Electricaribe, es menester iniciar un proceso de reconversión que permita el aprovechamiento de las Fuentes No convencionales de Energía, (FNCE) existentes en la Región Caribe, en aras de limitar el monopolio en la prestación del servicio de energía patentado por Electricaribe.
Las energías no convencionales, también denominadas energías alternativas, son llamadas de esta manera porque van orientadas a plantearse como una opción alternativa a las energías convencionales o tradicionales. Entre las FNCE tenemos (Solar, Eólica, Biomasa, Geotérmica y Mareomotriz).
Nuestro país tiene gran disponibilidad de fuentes de energía, tanto renovable como no renovable. En energía convencional el marco legal es robusto e incluye aspectos institucionales, regulatorios, ambientales y tributarios. Nuestra posición geográfica es generosa por la presencia abundante de cuencas hídricas, porque crea facilidades para la generación de energía con base en el agua, es pertinente advertir que en términos financieros es mucho más económica que la energía generada a partir de Fuentes No Convencionales.
La confiabilidad de las fuentes de electricidad en Colombia se apoya en gran medida en la generación hidroeléctrica, que representa el 63,7% de la capacidad instalada, y se incrementa a 68% si se suman las pequeñas microcentrales. La segunda fuente de generación es la termoelectricidad, que también tiene un peso importante en la canasta total, con un 31% –a gas (18,64%), a carbón (7,41%) y a combustibles líquidos (5,31%). El resto de la composición nacional del mercado se apoya en otras fuentes como la cogeneración, con una participación de 0,46%; y la eólica, que apenas suma 0,14%.
Pese a que Colombia está calificado como un país verde no presenta avances significativos en cuanto a la generación de energía no convencional, sin embargo, en el protocolo de Kioto, Colombia reafirmó el principio de responsabilidad común pactada entre los países desarrollados y países en desarrollo de reducir emisiones de gases de efecto invernadero.
De acuerdo con el Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas Para Zonas No Interconectadas, IPSE, la capacidad instalada en el país en Energía No Convencional equivale al 1%, estos proyectos implementados en las ZNI son generalmente soluciones individuales.
En mayo del año pasado fue sancionada La Ley 1715, la cual regula la integración de las energías renovables no convencionales al sistema energético nacional. Con esta ley el país continúa dando pasos importantes en procura de un sistema energético más limpio. La Ley establece también el marco legal y los instrumentos necesarios para la promoción y aprovechamiento de las fuentes no convencionales de energía, así como para el fomento de la inversión, el espíritu de esta norma favorece con incentivos y exenciones tributarias la implementación de soluciones individuales para los usuarios en la Región Caribe y del país en general. El sueño de tener generación de energía no convencional con rangos similares o superiores a la hidráulica es una quimera, requiere de un profundo análisis financiero inherente al costo y beneficio con relación a la hidroeléctrica, no obstante, las soluciones individuales constituyen una oportunidad que podría favorecer a los usuarios angustiados por el mal servicio que presta la leonina Electricaribe.
@LuchoDiaz12