El Instituto Departamental de Rehabilitación y Educación Especial del Cesar, Idreec, es una empresa social del Estado, por lo que debe ser autosostenible; sin embargo, la escasez de facturación, es decir, de venta de servicios, es quizás la génesis de la crisis financiera en la que se encuentran actualmente, en la que a cada empleado le adeudan 25 meses de salarios, además de primas y vacaciones.

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De acuerdo con una funcionaria ya pensionada, a quien le adeudan la liquidación de 25 años de labores, pero que prefirió no revelar su identidad, recordó que en la década de los 90 la facturación se realizaba a nombre de la Secretaría de Salud del Cesar, pero  poco se fue aminorando porque se fueron conformando las EPS. 

“El Idreec tenía una contratación, pero la Gobernación del Cesar a través de convenios interadministrativos asignaba recursos para programas de educación, población desplazada y vulnerables,  lo hacía para apoyar al Instituto porque la naturaleza del Idreec es que tiene que vender los servicios por ser una Empresa Social del Estado, al igual que el Rosario Pumarejo de López, con la diferencia que el hospital le deben mucho dinero y sí tiene a quien cobrar, pero el Idrecc no porque no tienen contratos.  Las EPS prefieren contratar con privados porque pueden ‘coger la tajada’, entonces prefieren los centros de rehabilitación privados al del Estado”, relató la pensionada.

Este instituto fue creado en 1970 por Leonor Baute Araújo y se llamaba Centro de Rehabilitación Infantil Leonor Baute de Araújo, luego Centro de Rehabilitación y Educación Especial del Cesar.  Ya no eran solamente niños, sino adultos también los pacientes que se atendían.

 El Idrecc inició con dos líneas de negocio: el área de habilitación creada en 1976, que es una escuela de educación especial para niños donde se habilitan para que sean independientes, se imparten actividades lúdicas y aprenden a desarrollar destrezas.   La segunda es el área de rehabilitación ambulatoria donde se realizan las terapias físicas.

“Esta es la mejor empresa de rehabilitación en el país y es única en su naturaleza. En el Huila hay una similar”, mencionó la exempleada.

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La presidenta del Sindicato de Trabajadores del Idreec, Mildreth Cuán, indicó que pese a todas las vicisitudes financieras y las limitaciones por la pandemia, actualmente se encuentran operativos desde diciembre de 2020 con un par de convenios que se han suscrito con el gobierno departamental, pero esto es insuficiente.

“Desde hace 10 años los salarios han estado muy caídos, es una empresa social del Estado que debe ser autosostenible, pero no ha logrado recuperarse.  En la actualidad tiene 33 trabajadores, muchos se han ido pensionado y no se ha realizado más contratación, la pandemia ha empeorado todo.  La parte patronal que la pagaba el Gobierno la dejó de hacer. El año pasado solo tuvimos dos convenios.  Este año no ha llegado mucho paciente porque muchos creen que no se está trabajando y sí lo estamos haciendo con todos los protocolos de bioseguridad; han venido pocos pacientes y se han atendido otros particulares y esperamos que este año mejoren las cosa”, destacó la líder.

Igualmente refirió que cada día el pasivo laboral va aumentando y que están a la espera de la aprobación de un plan de saneamiento fiscal y financiero para ver si se salva el instituto con recursos del Gobierno nacional, esto determinará si es viable o no.

NO HAY SOLUCIÓN A CORTO PLAZO

La jefe de facturación y líder de trabajadores, Luisa Morales, manifestó que no tienen una solución a corto plazo ya que el plan de saneamiento fiscal y financiero es a largo plazo.

“Los funcionarios seguimos padeciendo múltiples  necesidades y lamentablemente la solución no la tenemos”, mencionó.

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En relación a la contratación expresó: “Se abrieron los servicios nuevamente en el mes de diciembre porque desde el inicio de la pandemia no se prestaron los servicios, únicamente la atención de los convenios que teníamos con el ICBF y dos más con la Gobernación del Cesar, estos iban hasta el 31 de diciembre de 2020, pero los recursos todavía no han ingresado, esperamos que ingresen este mes; que tampoco son la gran solución para nosotros, si acaso darán para dos meses cuando mucho”.

También explicó que contratos con las EPS no se tienen a la fecha, solo Coosalud que es la única EPS que genera autorizaciones, pero muy escasas.

“Al 31 de diciembre la facturación fue nula, es preocupante la situación porque tenemos unos pasivos de $4.400 millones y una nómina mensual de $130 millones, producción no hay y no tenemos cómo afrontar esa situación.  Entonces le pedimos a la administración departamental que tome la decisión, el gobernador como presidente de la Junta Directiva que tenga la voluntad y que decida la situación de los empleados, nosotros trabajamos para mejorar nuestra calidad de vida no para desmejorar”, subrayó Luis Morales.

Añadió que al Idreec le hace falta una buena gerencia y recordó el periodo de José Galiano De La Rosa, entre el 2003 y 2005, cuando el instituto fue autosostenible.

“Vale la pena mencionarlo porque su capacidad administrativa y gerencial fue muy buena y sacó al instituto adelante cuando pensaron fusionarlo con el Hospital Rosario Pumarejo de López; él se opuso, dijo que  era viable y así fue. Tuvo presencia en 17 municipios del departamento del Cesar, donde se atendían toda la población de las cabeceras municipales, veredas y corregimientos.  Hizo presencia en todo el municipio de Valledupar, en tres subsedes en el CDV, la Liga contra la Tuberculosis y en el Centro Vida del barrio La Nevada. Se generaban las atenciones y lo pagaban las EPS.  Tuvo un convenio con el Rosario Pumarejo de López, donde las funcionarias atendían a los pacientes hospitalizados, más convenios con la Alcaldía de Valledupar con presencia en los corregimientos de Atánquez, La Mina, Valencia de Jesús y Mariangola. Fue muy buena esa época”, puntualizó Morales.

Enfatizó en la escasa venta de servicios y producción no generan ingresos para sostener todos los gastos.

“Yo creo que hay que buscar un acercamiento y mejorar el sistema de contratación y llegar a unos buenos acuerdos con contratos beneficiosos para nosotros como para el paciente. Buscar contratos con el régimen contributivo y subsidiado, así como convenios que se han hecho con los ente territoriales y hacer presencia en otros lados porque está claro que con la sola venta en Valledupar el Idrecc no sale adelante porque hay muchas organizaciones privadas para que las personas con discapacidad o algún tipo de deficiencias y limitaciones puedan acceder a estos servicios de forma oportuna y en excelentes condiciones”, destacó la funcionaria.

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SILENCIO DE GERENCIA DEL IDREEC Y SECRETARÍA DE SALUD

Esta casa editorial buscó conocer la reacción de la gerencia como también de la Secretaría de Salud del Cesar, pero no hubo respuesta.