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Columnista - 27 octubre, 2022

Estaciones de policía convertidas en centros de reclusión

Si el hacinamiento en las cárceles en la actualidad es demasiado, que decir de las estaciones de policía en el país, las cuales se han convertido en “cárceles permanentes”, cuando están determinadas para detenciones temporales por cometer contravenciones no por delitos.  Enorme contradicción encontramos aquí. Lo que sucede en Colombia es que no existen suficientes […]

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Si el hacinamiento en las cárceles en la actualidad es demasiado, que decir de las estaciones de policía en el país, las cuales se han convertido en “cárceles permanentes”, cuando están determinadas para detenciones temporales por cometer contravenciones no por delitos.  Enorme contradicción encontramos aquí.

Lo que sucede en Colombia es que no existen suficientes y adecuadas cárceles para albergar a tantos sindicados y condenados. En sí, vemos centros de reclusión que fueron construidos hace más de cincuenta o más años a los cuales les realizan pequeñas ampliaciones, continuando con cifras preocupantes de hacinamiento.

Algunos juristas opinan que en Colombia se ejerce un sistema judicial que solo criminaliza y para todo delito  que se cometa debe ir a la cárcel; otros creen que se debe dar otra oportunidad a ése individuo, pero no, aun así no se presenta un cambio resocializador. Aquí, los jueces de la República optan  por una libertad restrictiva, domiciliaria, que no se respeta, pareciera que fuera más calle por cárcel. El individuo sigue delinquiendo;  nada ni nadie los persuade, cuando la Ley es muy clara que cuando sucede esta situación, debe ser revocada la medida y enviado a un centro de reclusión; el caso es que cuando se le va a capturar no se encuentra en la residencia donde debería permanecer,  oportunidad no aprovechada.

Lo anterior nos permite opinar que estas personas al margen de la ley continúan en ese iter criminis, se han acostumbrado a delinquir. Consideramos que la justicia colombiana no sabe qué hacer con tanto criminal reincidente de delitos, algunos los consideran delitos menores o inofensivos.  ¿Qué tal?

Desde las estaciones de policía los apoderados judiciales pretenden un juicio pronto para su defendido, pero no se sabe que es más favorable si la estación de policía o la cárcel; sería como salir de guatemala y entrar a guatepeor. Lo peor es que en estos momentos existen condenados en las estaciones de policía, aunque ustedes no lo crean.  No debe ser así.

Mientras tanto, los miembros de la policía se desgastan en este tipo de custodia, cuando esta función le corresponde al Inpec.  Preguntamos: Ante tanta inseguridad que se presenta en el país, este personal policivo, debería estar patrullando las calles protegiendo a los ciudadanos de bien.  ¿Qué opinan?

Las protestas tanto en las cárceles controladas por el Inpec, como estas “cárceles”  vigiladas por la Policía Nacional, se observan con frecuencia por el hacinamiento que desencadenan en violencia y muchos problemas más y que la verdad toca decirla el Estado no se compromete a solucionar. El hacinamiento en las dos cárceles es indigno, inhumano.

A muchos miembros de la policía, les he oído decir: “De qué nos sirve desgastarnos en días de investigación, si capturamos  a esos delincuentes y a los pocos días los volvemos a ver en las calles que patrullamos, incluso chiflándonos, burlándose de nosotros, diciéndonos que no les podemos tocar ni una uña, menos capturar, ni siquiera mirar, pues dicen que les estamos violando sus derechos”

El Estado colombiano debe poner los puntos sobre las íes en este álgido problema. No se da la resocialización en las cárceles; por el contrario, el delincuente sale de estas más fortalecido a seguir delinquiendo. [email protected]

Columnista
27 octubre, 2022

Estaciones de policía convertidas en centros de reclusión

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jairo Franco Salas

Si el hacinamiento en las cárceles en la actualidad es demasiado, que decir de las estaciones de policía en el país, las cuales se han convertido en “cárceles permanentes”, cuando están determinadas para detenciones temporales por cometer contravenciones no por delitos.  Enorme contradicción encontramos aquí. Lo que sucede en Colombia es que no existen suficientes […]


Si el hacinamiento en las cárceles en la actualidad es demasiado, que decir de las estaciones de policía en el país, las cuales se han convertido en “cárceles permanentes”, cuando están determinadas para detenciones temporales por cometer contravenciones no por delitos.  Enorme contradicción encontramos aquí.

Lo que sucede en Colombia es que no existen suficientes y adecuadas cárceles para albergar a tantos sindicados y condenados. En sí, vemos centros de reclusión que fueron construidos hace más de cincuenta o más años a los cuales les realizan pequeñas ampliaciones, continuando con cifras preocupantes de hacinamiento.

Algunos juristas opinan que en Colombia se ejerce un sistema judicial que solo criminaliza y para todo delito  que se cometa debe ir a la cárcel; otros creen que se debe dar otra oportunidad a ése individuo, pero no, aun así no se presenta un cambio resocializador. Aquí, los jueces de la República optan  por una libertad restrictiva, domiciliaria, que no se respeta, pareciera que fuera más calle por cárcel. El individuo sigue delinquiendo;  nada ni nadie los persuade, cuando la Ley es muy clara que cuando sucede esta situación, debe ser revocada la medida y enviado a un centro de reclusión; el caso es que cuando se le va a capturar no se encuentra en la residencia donde debería permanecer,  oportunidad no aprovechada.

Lo anterior nos permite opinar que estas personas al margen de la ley continúan en ese iter criminis, se han acostumbrado a delinquir. Consideramos que la justicia colombiana no sabe qué hacer con tanto criminal reincidente de delitos, algunos los consideran delitos menores o inofensivos.  ¿Qué tal?

Desde las estaciones de policía los apoderados judiciales pretenden un juicio pronto para su defendido, pero no se sabe que es más favorable si la estación de policía o la cárcel; sería como salir de guatemala y entrar a guatepeor. Lo peor es que en estos momentos existen condenados en las estaciones de policía, aunque ustedes no lo crean.  No debe ser así.

Mientras tanto, los miembros de la policía se desgastan en este tipo de custodia, cuando esta función le corresponde al Inpec.  Preguntamos: Ante tanta inseguridad que se presenta en el país, este personal policivo, debería estar patrullando las calles protegiendo a los ciudadanos de bien.  ¿Qué opinan?

Las protestas tanto en las cárceles controladas por el Inpec, como estas “cárceles”  vigiladas por la Policía Nacional, se observan con frecuencia por el hacinamiento que desencadenan en violencia y muchos problemas más y que la verdad toca decirla el Estado no se compromete a solucionar. El hacinamiento en las dos cárceles es indigno, inhumano.

A muchos miembros de la policía, les he oído decir: “De qué nos sirve desgastarnos en días de investigación, si capturamos  a esos delincuentes y a los pocos días los volvemos a ver en las calles que patrullamos, incluso chiflándonos, burlándose de nosotros, diciéndonos que no les podemos tocar ni una uña, menos capturar, ni siquiera mirar, pues dicen que les estamos violando sus derechos”

El Estado colombiano debe poner los puntos sobre las íes en este álgido problema. No se da la resocialización en las cárceles; por el contrario, el delincuente sale de estas más fortalecido a seguir delinquiendo. [email protected]