Por: Basilio Padilla

Tuvimos la oportunidad de presenciar a los candidatos presidenciales y sus opiniones sobre la Región Caribe. Quedo claro el hecho de que existe un mandato popular con la obtención de dos millones y medio de personas que votaron por esta propuesta. Lo que no queda claro y hay que manejar con mucha cautela es la forma que se le daría a este proyecto, que sin duda alguna es importante para la Región.
Aunque muchas formas de autonomía regional, son de gran beneficio, existen muchos elementos de origen cultural que debemos discutir. A pesar del gran esfuerzo por descentralizar el gobierno, es claro que las decisiones más importantes, la dirección y la obtención de algunos recursos, se hace en nuestra capital. Esto es cierto en lo que se refiere prácticamente a todos los aspectos de nuestra vida regional. Son muy pocos los individuos de la región que son escogidos para posiciones importantes en el gobierno y mucho menos como candidatos a la presidencia. Es tanto así que el candidato Vargas Lleras siempre alude al hecho que de el ha sido el único que ha escogido para su formula presidencial a una mujer de la costa.
También es cierto que las gentes del interior se distinguen por tener una mejor disciplina de trabajo y son menos parranderos y desordenados que nosotros los costeños. Prueba de esto es que los negocios más prósperos de nuestra región son casi todos dirigidos por ellos. No lo digo como critica, sino que nosotros en la Región también tenemos rasgos culturales que debemos cambiar en favor de elementos que produzcan muchos más.
Es mas cuando muchos de los personajes del interior vienen al Cesar, la idea general es como de diversión y parranda. Tengamos en cuenta también que la Región Caribe ha sido azotada seriamente con todos los problemas de parapolítica y corrupción.
En nuestro departamento del Cesar, la mayoría de los alcaldes terminan en las cárceles y los de aquellos municipios que reciben mucho dinero de regalías cometen actos que son difíciles de creer.
Por estas razones la autonomía que debemos buscar es una que nos garantice las oportunidades, mas no darle más libertad a nuestros administradores para que incurran en mayores actos de corrupción.

Estas oportunidades deben llegarles a la ciudadanía en forma de  capacitación, trabajo y mayor exposición a los recursos que existen a nivel nacional e internacional. Es decir, que las propuestas se deben estudiar y analizar antes de ponerlas en efecto. Aludiendo a todo esto, algunos de los candidatos fueron más sinceros que otros expresando lo que realmente se debe hacer y otros trataron de cautivar a la audiencia diciendo que presentarían la ley al siguiente día de instalarse como presidente. Una cosa es buscar votos y la otra ser sincero con la región y sus gentes.
Hubo un candidato que se refirió muchas veces al sistema federal de los Estados Unidos donde cada uno de los estados, son pequeñas regiones autónomas. Cada una de ellas elige sus propios senadores que no son circunscripciones nacionales y sus gobernadores actúan como presidentes de sus entidades y atraen así el comercio y la industria de otros países ofreciéndoles incentivos de bajos impuestos y servicios públicos más económicos.
En el Cesar nosotros nos podríamos beneficiar con el concepto de zonas libres por nuestra proximidad a Venezuela. Debemos madurar la idea que en contexto nacional todos debemos ser iguales y las preferencias a ciertas regiones no deben existir, con las únicas excepciones de las iniciativas individuales que cada región desarrolle para promover la industria y el comercio, elementos esenciales en la generación de empleo para nuestros ciudadanos.
Otro de los candidatos expresó la idea que una vez constituida la  entidad regional autónoma del Caribe, el nombraría a alguien como un vocero encargado de liderar estos propósitos. Esta idea tampoco seria buena, porque se prestaría al nombramiento político y burocrático de personas que dieron apoyo político y que en la mayoría de los casos no es la persona mejor calificada. Estas ideas se deben manejar con consenso publico, administraciones en el poder y representaciones que incluyan distintos niveles de nuestra población.