Hoy tenemos una nueva preocupación y es que los nacimientos bajan progresivamente en todo el planeta, lo que ya en países desarrollados era una realidad en la épocas prepandémicas.
Las temidas proyecciones que alarmaron al mundo a finales del siglo XX por una sobrepoblación mundial parecen tener al menos por ahora un factor en contra, en los últimos años y en especial con posterioridad a la pandemia del covid-19 se ha revelado una disminución en número de nacimientos a nivel mundial.
Existen países que concentran demasiadas personas conllevando a problemas enormes en materia de convivencia, servicios públicos, empleo, transporte, medioambientales, etc.; aunque los países que marcan niveles de nacimientos desbordados parecen ser los mismos desde hace un tiempo: Egipto, Etiopía, India, Filipinas, Nigeria, Pakistán, República Democrática del Congo y Tanzania. Hoy tenemos una nueva preocupación y es que los nacimientos bajan progresivamente en todo el planeta, lo que ya en países desarrollados era una realidad en la épocas prepandémicas.
Colombia no escapa a este fenómeno, menos el Cesar, aunque nunca este país ha liderado los niveles de nacimientos al mismo ritmo de países asiáticos o africanos y si aterrizamos en América tampoco a niveles de México, sí es inquietante que se registre una desaceleración en los números de niños que nacen anualmente en este país.
Según el DANE, en reporte publicado la semana anterior, el Cesar presenta una reducción en materia de nacimientos durante el 2023, es decir que en comparación con el 2022 en nuestro departamento están naciendo menos personas, esto debe ser un tema al que se le debe dar toda la atención posible, no es un asunto pequeño, lo expuesto por el DANE obliga a que los municipios en coordinación con el Departamento elaboren su propio estudio y detecte las zonas que menos nacimientos están reportando y en especial las causas.
Actualmente el Cesar es el cuarto departamento más pobre del país, los estudios del Centro de Estudios Socioeconómicos Regionales (CESORE) demuestran que en los últimos 10 años (2013-2023), el número de personas en situación de pobreza en el departamento aumentó de 506.000 a 709.000, esto es un crecimiento del 40 %, vale la pena decir que esto lo debemos al modelo de gobierno Luis Alberto Monsalvo, llevando a este departamento a niveles de pobreza devastadores.
Si le sumamos a esto la caída de nacimientos en un departamento aún joven, nos enfrentamos a un desafío de no contar con la población que asuma la fuerza laboral de este territorio; es decir, una población que envejece sin contar con la generación que la supla tendrá muchas dificultades para mover los distintos sectores productivos, esto se traduce en problemas para ocupar instituciones educativas, problemas para aportar a la economía, problemas para alimentar el Sistema General de Seguridad Social en especial las pensiones, tendremos más ancianos y menos pensionados por no contar con una fuerza laboral que aporte para financiar el sistema.
Otro gran problema es el abandono del campo, muchos elementos promueven el desplazamiento de la población rural a las zonas urbanas, el principal es el conflicto armado, esto deja un campo sin posibilidad de ser parte de la dinámica económica del departamento y un departamento que debe traer alimentos de otras partes no tendrá suerte distinta a consumir productos a precios muy altos y de allí la inflación que nos tiene en primeros lugares, en especial Valledupar; ahora, un campo en el Cesar sin campesinos y que los pocos existentes envejecen sin población que los sustituya impacta considerablemente en nuestra economía, por lo que necesariamente se debe atender esta situación que se convierte en una gran amenaza para todos.
Por Carlos Andrés Añez Maestre
Hoy tenemos una nueva preocupación y es que los nacimientos bajan progresivamente en todo el planeta, lo que ya en países desarrollados era una realidad en la épocas prepandémicas.
Las temidas proyecciones que alarmaron al mundo a finales del siglo XX por una sobrepoblación mundial parecen tener al menos por ahora un factor en contra, en los últimos años y en especial con posterioridad a la pandemia del covid-19 se ha revelado una disminución en número de nacimientos a nivel mundial.
Existen países que concentran demasiadas personas conllevando a problemas enormes en materia de convivencia, servicios públicos, empleo, transporte, medioambientales, etc.; aunque los países que marcan niveles de nacimientos desbordados parecen ser los mismos desde hace un tiempo: Egipto, Etiopía, India, Filipinas, Nigeria, Pakistán, República Democrática del Congo y Tanzania. Hoy tenemos una nueva preocupación y es que los nacimientos bajan progresivamente en todo el planeta, lo que ya en países desarrollados era una realidad en la épocas prepandémicas.
Colombia no escapa a este fenómeno, menos el Cesar, aunque nunca este país ha liderado los niveles de nacimientos al mismo ritmo de países asiáticos o africanos y si aterrizamos en América tampoco a niveles de México, sí es inquietante que se registre una desaceleración en los números de niños que nacen anualmente en este país.
Según el DANE, en reporte publicado la semana anterior, el Cesar presenta una reducción en materia de nacimientos durante el 2023, es decir que en comparación con el 2022 en nuestro departamento están naciendo menos personas, esto debe ser un tema al que se le debe dar toda la atención posible, no es un asunto pequeño, lo expuesto por el DANE obliga a que los municipios en coordinación con el Departamento elaboren su propio estudio y detecte las zonas que menos nacimientos están reportando y en especial las causas.
Actualmente el Cesar es el cuarto departamento más pobre del país, los estudios del Centro de Estudios Socioeconómicos Regionales (CESORE) demuestran que en los últimos 10 años (2013-2023), el número de personas en situación de pobreza en el departamento aumentó de 506.000 a 709.000, esto es un crecimiento del 40 %, vale la pena decir que esto lo debemos al modelo de gobierno Luis Alberto Monsalvo, llevando a este departamento a niveles de pobreza devastadores.
Si le sumamos a esto la caída de nacimientos en un departamento aún joven, nos enfrentamos a un desafío de no contar con la población que asuma la fuerza laboral de este territorio; es decir, una población que envejece sin contar con la generación que la supla tendrá muchas dificultades para mover los distintos sectores productivos, esto se traduce en problemas para ocupar instituciones educativas, problemas para aportar a la economía, problemas para alimentar el Sistema General de Seguridad Social en especial las pensiones, tendremos más ancianos y menos pensionados por no contar con una fuerza laboral que aporte para financiar el sistema.
Otro gran problema es el abandono del campo, muchos elementos promueven el desplazamiento de la población rural a las zonas urbanas, el principal es el conflicto armado, esto deja un campo sin posibilidad de ser parte de la dinámica económica del departamento y un departamento que debe traer alimentos de otras partes no tendrá suerte distinta a consumir productos a precios muy altos y de allí la inflación que nos tiene en primeros lugares, en especial Valledupar; ahora, un campo en el Cesar sin campesinos y que los pocos existentes envejecen sin población que los sustituya impacta considerablemente en nuestra economía, por lo que necesariamente se debe atender esta situación que se convierte en una gran amenaza para todos.
Por Carlos Andrés Añez Maestre