EDITORIAL

El legado de EL TIEMPO

Es un gran acontecimiento, por supuesto digno de celebrar y de hacerlo en grande, que un periódico cumpla 100 años. Hoy el periodismo colombiano está de fiesta: uno de los diarios decanos de la prensa en Colombia y América Latina cumple un siglo de circulación ininterrumpida, lo que se constituye en un referente para el […]

El legado  de EL TIEMPO

El legado de EL TIEMPO

Por:

@el_pilon

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Es un gran acontecimiento, por supuesto digno de celebrar y de hacerlo en grande, que un periódico cumpla 100 años. Hoy el periodismo colombiano está de fiesta: uno de los diarios decanos de la prensa en Colombia y América Latina cumple un siglo de circulación ininterrumpida, lo que se constituye en un referente para el periodismo nacional, como también para la democracia del país.
 Es grande y variado el legado del diario EL TIEMPO al periodismo nacional y continental, y a la historia del país. Por sus páginas han pasado un destacado grupo de los periodistas más importantes de la prensa, incluyendo a varios presidentes de la República, como Eduardo Santos, su segundo propietario, Alberto Lleras Camargo, Carlos Lleras Restrepo, Carlos Lemos Simonds, y el actual, Juan Manuel Santos Calderón, quien estaba señalado para ser director del mismo.  El anterior vicepresidente de la República, Francisco Santos Calderón, actual director de noticias de RCN radio, también se hizo periodista en el diario y llegó hasta ser Jefe de Redacción.
La historia de EL TIEMPO se confunde, para bien o para mal, con la historia del país, desde el corazón del establecimiento político económico y social de Colombia, centrado en Bogotá. 
  A pesar de haber nacido como un periódico de estirpe liberal, como la gran mayoría de la prensa en Colombia que nació afiliada a un partido político, EL TIEMPO hace muchísimos años superó esa condición para convertirse en una publicación moderna, pensada en los intereses de su heterogéneo grupo de lectores, la gran mayoría de ellos concentrados en Bogotá.
El periódico ha sido una institución, en el mejor sentido que los politólogos y economistas le dan al concepto. Durante muchos años fue sinónimo de un gran poder político, inclusive de quitar y poner ministros y hasta presidentes de la república.  Ha sido parte del establecimiento, sin lugar a dudas, pero también desde el establecimiento ha reclamado autonomía e independencia que ha podido lograr y preservar gracias a su buen manejo gerencial, a pesar de haber nacido como una mediana empresa de familia.
Ha sabido consolidar una independencia comercial, a pesar de muchas dificultades, que a su vez le ha permitido una forma particular de ser autónomos e independientes, a pesar de que en su seno se consolidaron dos de las figuras políticas más importantes de los últimos veinte años: Francisco Santos Calderón, vicepresidente del anterior gobierno, y el actual Presidente, Juan Manuel Santos Calderón.
  El periódico ha cumplido y con creces los postulados que la sociedad espera de un medio de comunicación: informar, formar y orientar a la opinión, educar y entretener, en el mejor sentido del término. Le ha contado, desde su perspectiva, la historia del día a día del último siglo. Pero, además, ha desarrollado una gran labor cultural, a través de empresas como el Círculo de Lectores, Intermedio Editores, el diario Portafolio, muchas revistas especializadas en distintos temas, el Canal de Televisión Citi TV, entre muchas otras.
  Sus directivas han propiciado, adicionalmente, la creación de facultades de Comunicación Social y Periodismo, la formación y actualización de periodistas, hasta la edición del ya clásico Manual de Periodismo de EL TIEMPO.
 Y a pesar de que durante muchas veces sus páginas de opinión, en particular las editoriales, han sido consideradas gobiernistas, en las mismas se ha dado muestras de un amplio pluralismo político, dándole oportunidad a líderes de la derecha, el centro y la izquierda del espectro político nacional.
En materia informativa EL TIEMPO fue pionero del periodismo investigativo en Colombia, de la mano de Daniel Samper Pizano y Alberto Donadío, entre muchos otros, y el periodismo interpretativo, de la mano de ese gran columnista y que también fue director del diario, Enrique Santos Calderón, con su famosa columna “contraescape”.  Adicionalmente, ha sido la casa de destacados columnistas y escritores como Enrique Santos Montejo, el inmortal Calibán, Germán Arciniegas, Lucas y Eduardo Caballero Calderón, Eduardo Carranza, entre muchos otros.
 Por todo lo anterior, y con un gran sentimiento de aprecio y admiración, hoy nos congratulamos con los cien años de EL TIEMPO. Y en nombre de los propietarios y la Junta Directiva de Comunicaciones Integrales S.A. que produce este diario, sus directivas, vendedores, periodistas, reporteros gráficos, colaboradores, y todos sus empleados, en general, felicitamos al gran diario capitalino que ha representado, sin lugar a dudas, un gran legado para el periodismo colombiano e hispanoamericano. Sinceras felicitaciones.

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