Tras la decisión de más de 100 familias del área rural del municipio de Pueblo Bello, sobre la recuperación por sus propios medios de predios que les fueron arrebatados en medio de la violencia, la Unidad de Restitución de Tierras, se pronunció.
La Asociación para el Renacer, Desarrollo y Bienestar de la Población Vulnerable de Colombia, Resurgir Colombia, luego de intentar ser escuchados por las entidades gubernamentales encargadas finalmente fueron atendidos para dar inicio al proceso de restitución de tierras.
Esta asociación fue fundada por familias campesinas y desplazadas quienes tras la época del conflicto armado tuvieron que salir del corregimiento de Minas de Iracal, en Pueblo Bello (Cesar), dejando sus tierras abandonadas.
La organización sin ánimo de lucro, conformada por 135 familias víctimas del conflicto, fueron desplazadas de forma masiva de sus tierras ubicadas en la zona rural del Cesar.
Estas personas habían realizado diferentes acciones para ser atendidos por la Unidad de Víctimas y la Agencia Nacional de Tierras, para que por medio de los procesos pertinentes pudieron recuperar lo que una vez les fue quitado, pero no había sido posible. Sin embargo, tras los avisos realizados mediante los medios de comunicación, la URT se puso en contacto con los líderes de la asociación para iniciar el proceso de declaración y gestiones adelantadas por la entidad, para ir dando forma a la posible devolución de predios a las familias desplazadas.
“Ya no vamos a seguir con el propósito que teníamos planeado, dado que recibimos una notificación de la Defensoría del Pueblo, URT y el personero de Pueblo Bello, quienes nos citaron a una reunión a los líderes que representamos la organización Resurgir Colombia, donde se acordaron unos compromisos y nosotros accedimos a ellos para regirnos a las autoridades, esperamos que el proceso que nos plantearon para aspirar a la recuperación de nuestras tierras se dé”, sostuvo Joaquín Bermúdez, representante legal de Resurgir Colombia.
“De 135 familias, 103 estábamos dispuestas a volver al corregimiento de Minas de Iracal, a reclamar lo que es nuestro, a rescatar nuestro pueblo, no importando quién o quiénes estuvieran ocupando nuestras tierras, pero hoy con esta respuesta de las entidades de querer comenzar procesos, es algo que nos mantiene con algo de esperanza en la misma para poder gestionar y avanzar hasta llegar a lo que queremos que es nuestras tierras”, afirmó Bermúdez.
Ente los acuerdos materializados en el encuentro entre entidades gubernamentales y el grupo de familias desplazadas se plantaron iniciar con la etapa de declaración de los hechos, de cómo fue el desplazamiento del lugar donde se encuentra el predio, ante la URT, para de esta manera generar un sistema con las personas víctimas y solicitantes. “Cuando ya se realice la primera etapa la Unidad de Restitución de Tierras (URT) se desplazarán hasta el lugar para corroborar nuestras declaraciones y seguir con el conducto establecido y que todo se dé de manera organizada”, indicó el representante legal de Resurgir Colombia.
Asimismo, mientras se cumple la totalidad de los declarantes y verificación de la URT a la zona rural que señalen las víctimas del desplazamiento, estos serán beneficiados con ayudas humanitarias y apoyos a las habilidades de emprendimientos que las más de 100 familias campesinas tengan como iniciativa, la cual podrán ser un medio de ingresos para el sustento de estos hogares.
POR YUSTIN VARELA
Tras la decisión de más de 100 familias del área rural del municipio de Pueblo Bello, sobre la recuperación por sus propios medios de predios que les fueron arrebatados en medio de la violencia, la Unidad de Restitución de Tierras, se pronunció.
La Asociación para el Renacer, Desarrollo y Bienestar de la Población Vulnerable de Colombia, Resurgir Colombia, luego de intentar ser escuchados por las entidades gubernamentales encargadas finalmente fueron atendidos para dar inicio al proceso de restitución de tierras.
Esta asociación fue fundada por familias campesinas y desplazadas quienes tras la época del conflicto armado tuvieron que salir del corregimiento de Minas de Iracal, en Pueblo Bello (Cesar), dejando sus tierras abandonadas.
La organización sin ánimo de lucro, conformada por 135 familias víctimas del conflicto, fueron desplazadas de forma masiva de sus tierras ubicadas en la zona rural del Cesar.
Estas personas habían realizado diferentes acciones para ser atendidos por la Unidad de Víctimas y la Agencia Nacional de Tierras, para que por medio de los procesos pertinentes pudieron recuperar lo que una vez les fue quitado, pero no había sido posible. Sin embargo, tras los avisos realizados mediante los medios de comunicación, la URT se puso en contacto con los líderes de la asociación para iniciar el proceso de declaración y gestiones adelantadas por la entidad, para ir dando forma a la posible devolución de predios a las familias desplazadas.
“Ya no vamos a seguir con el propósito que teníamos planeado, dado que recibimos una notificación de la Defensoría del Pueblo, URT y el personero de Pueblo Bello, quienes nos citaron a una reunión a los líderes que representamos la organización Resurgir Colombia, donde se acordaron unos compromisos y nosotros accedimos a ellos para regirnos a las autoridades, esperamos que el proceso que nos plantearon para aspirar a la recuperación de nuestras tierras se dé”, sostuvo Joaquín Bermúdez, representante legal de Resurgir Colombia.
“De 135 familias, 103 estábamos dispuestas a volver al corregimiento de Minas de Iracal, a reclamar lo que es nuestro, a rescatar nuestro pueblo, no importando quién o quiénes estuvieran ocupando nuestras tierras, pero hoy con esta respuesta de las entidades de querer comenzar procesos, es algo que nos mantiene con algo de esperanza en la misma para poder gestionar y avanzar hasta llegar a lo que queremos que es nuestras tierras”, afirmó Bermúdez.
Ente los acuerdos materializados en el encuentro entre entidades gubernamentales y el grupo de familias desplazadas se plantaron iniciar con la etapa de declaración de los hechos, de cómo fue el desplazamiento del lugar donde se encuentra el predio, ante la URT, para de esta manera generar un sistema con las personas víctimas y solicitantes. “Cuando ya se realice la primera etapa la Unidad de Restitución de Tierras (URT) se desplazarán hasta el lugar para corroborar nuestras declaraciones y seguir con el conducto establecido y que todo se dé de manera organizada”, indicó el representante legal de Resurgir Colombia.
Asimismo, mientras se cumple la totalidad de los declarantes y verificación de la URT a la zona rural que señalen las víctimas del desplazamiento, estos serán beneficiados con ayudas humanitarias y apoyos a las habilidades de emprendimientos que las más de 100 familias campesinas tengan como iniciativa, la cual podrán ser un medio de ingresos para el sustento de estos hogares.
POR YUSTIN VARELA