El inicio de lo que será la construcción de una vivienda multifamiliar en el cerro Cicolac genera polémica en redes sociales entre quienes se oponen a que se realice.
Toda una polémica ha generado el inicio de una construcción en el cerro Hurtado, más conocido como Cicolac, ahora DPA, cuya obra está detrás del colegio La Sagrada Familia, en el barrio Los Campanos.
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Los opositores a que se realice la obra, en este lugar considerado un ‘pulmón vegetal’ de la ciudad, refieren que de permitir una primera edificación poco a poco se irán realizando otras hasta acabar con este ecosistema de bosque seco tropical.
Se conoció que esta obra inició en diciembre de 2020, y sería una vivienda multifamiliar de dos pisos, cuyos propietarios son integrantes de una misma familia, quienes habrían contratado una firma de arquitectos para hacer los trabajos.
Para esto la Curaduría Urbana Nº 1 de Valledupar otorgó un documento de iniciación de trámite licencia urbanística bajo el radicado 20001-1-20-0506, con fecha del 25 de noviembre de 2020, sin embargo esto no autoriza el inicio de ejecución de obras, según se lee en el aviso colgado a las afueras de la obra, donde operarios con maquinarias están aplanando parte del terreno.
En la visita realizada por EL PILÓN, se evidenció que los trabajos estaban paralizados, este martes en horas de la mañana; al indagar los motivos se encontró que la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, asistió a una diligencia de inspección donde constató que se está realizando una adecuación del terreno y que cuentan con un trámite de licencia de construcción.
No obstante, la Oficina Jurídica inició una indagación preliminar para verificar si existe o no violación a la normativa ambiental.
También se estableció que los propietarios entregaron de manera inmediata una información requerida por Corpocesar.
De acuerdo con la Oficina de Planeación de Valledupar, este cerro es netamente privado. Había una parte que era del municipio, pero le hicieron una sustracción de acuerdo con la Ley Segunda de 1959, que establece las áreas de reservas forestales.
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“Si ellos están construyendo deben tener una licencia y los curadores para expedir una licencia de construcción deben solicitarle el uso del suelo permitido de acuerdo a lo que vayan a construir, si no están dentro de la Ley Segunda que es la reserva. En estos casos la administración municipal interviene si hay una infracción que sea en un bien público a través de la Secretaría de Gobierno, porque eso quedó para ser sancionado por el Código de Policía, todo lo que sea control urbano y espacio público”, explicó la jefe de la Oficina de Planeación municipal, Cecilia Castro.
Añadió que tanto ese cerro, como el de Santo Ecce Homo y toda la ribera del río Guatapurí son predios privados que podrían ser vendidos si así quisiera el propietario.
El ambientalista Luis Maestre explicó que este cerro es un bosque tropical seco urbano, donde predominan cactáceas, cañaguates, ceiba y majagua. También es hábitat de varias especies de reptiles y aves.
“Esto genera pérdida de biodiversidad por metro cuadrado, desplazamiento de especies, tala de árboles y pérdida de suelo, atentando contra el equilibrio de esta reserva ecológica de la ciudad que se encuentra en fase de recuperación. Hay que recordar que este cerro es un reducto de lo que fue el ecosistema originalmente; es un bosque urbano. La construcción de la carrera cuarta lo aisló y las demás carreteras alrededor también. Cuando esto sucede los bosques se desestabilizan y las funciones que cumplía en un conjunto le toca cumplirla en ese espacio que le quedó. Como ambientalista estoy en contra de horadar el cerro, prácticamente están mutilando e invadiendo la reserva ecológica, cambiando biodiversidad por concreto y afectando paisajísticamente el entorno”, recalcó Maestre.
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Cabe señalar que el Gobierno nacional a través del Consejo Nacional de Política Económica y Social aprobó la política nacional para el control de la deforestación y la gestión sostenible de los bosques, liderada por el Departamento Nacional de Planeación y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, que busca implementar estrategias transectoriales para controlar la deforestación y promover la gestión de los bosques, impulsando el uso sostenible del capital natural, la economía forestal y el desarrollo comunitario.
El inicio de lo que será la construcción de una vivienda multifamiliar en el cerro Cicolac genera polémica en redes sociales entre quienes se oponen a que se realice.
Toda una polémica ha generado el inicio de una construcción en el cerro Hurtado, más conocido como Cicolac, ahora DPA, cuya obra está detrás del colegio La Sagrada Familia, en el barrio Los Campanos.
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Los opositores a que se realice la obra, en este lugar considerado un ‘pulmón vegetal’ de la ciudad, refieren que de permitir una primera edificación poco a poco se irán realizando otras hasta acabar con este ecosistema de bosque seco tropical.
Se conoció que esta obra inició en diciembre de 2020, y sería una vivienda multifamiliar de dos pisos, cuyos propietarios son integrantes de una misma familia, quienes habrían contratado una firma de arquitectos para hacer los trabajos.
Para esto la Curaduría Urbana Nº 1 de Valledupar otorgó un documento de iniciación de trámite licencia urbanística bajo el radicado 20001-1-20-0506, con fecha del 25 de noviembre de 2020, sin embargo esto no autoriza el inicio de ejecución de obras, según se lee en el aviso colgado a las afueras de la obra, donde operarios con maquinarias están aplanando parte del terreno.
En la visita realizada por EL PILÓN, se evidenció que los trabajos estaban paralizados, este martes en horas de la mañana; al indagar los motivos se encontró que la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, asistió a una diligencia de inspección donde constató que se está realizando una adecuación del terreno y que cuentan con un trámite de licencia de construcción.
No obstante, la Oficina Jurídica inició una indagación preliminar para verificar si existe o no violación a la normativa ambiental.
También se estableció que los propietarios entregaron de manera inmediata una información requerida por Corpocesar.
De acuerdo con la Oficina de Planeación de Valledupar, este cerro es netamente privado. Había una parte que era del municipio, pero le hicieron una sustracción de acuerdo con la Ley Segunda de 1959, que establece las áreas de reservas forestales.
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“Si ellos están construyendo deben tener una licencia y los curadores para expedir una licencia de construcción deben solicitarle el uso del suelo permitido de acuerdo a lo que vayan a construir, si no están dentro de la Ley Segunda que es la reserva. En estos casos la administración municipal interviene si hay una infracción que sea en un bien público a través de la Secretaría de Gobierno, porque eso quedó para ser sancionado por el Código de Policía, todo lo que sea control urbano y espacio público”, explicó la jefe de la Oficina de Planeación municipal, Cecilia Castro.
Añadió que tanto ese cerro, como el de Santo Ecce Homo y toda la ribera del río Guatapurí son predios privados que podrían ser vendidos si así quisiera el propietario.
El ambientalista Luis Maestre explicó que este cerro es un bosque tropical seco urbano, donde predominan cactáceas, cañaguates, ceiba y majagua. También es hábitat de varias especies de reptiles y aves.
“Esto genera pérdida de biodiversidad por metro cuadrado, desplazamiento de especies, tala de árboles y pérdida de suelo, atentando contra el equilibrio de esta reserva ecológica de la ciudad que se encuentra en fase de recuperación. Hay que recordar que este cerro es un reducto de lo que fue el ecosistema originalmente; es un bosque urbano. La construcción de la carrera cuarta lo aisló y las demás carreteras alrededor también. Cuando esto sucede los bosques se desestabilizan y las funciones que cumplía en un conjunto le toca cumplirla en ese espacio que le quedó. Como ambientalista estoy en contra de horadar el cerro, prácticamente están mutilando e invadiendo la reserva ecológica, cambiando biodiversidad por concreto y afectando paisajísticamente el entorno”, recalcó Maestre.
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Cabe señalar que el Gobierno nacional a través del Consejo Nacional de Política Económica y Social aprobó la política nacional para el control de la deforestación y la gestión sostenible de los bosques, liderada por el Departamento Nacional de Planeación y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, que busca implementar estrategias transectoriales para controlar la deforestación y promover la gestión de los bosques, impulsando el uso sostenible del capital natural, la economía forestal y el desarrollo comunitario.