Todos se están quejando del frío de Bogotá. Hace mucho las temperaturas no bajaban tanto. Sin embargo, alguien tiene calor, mucho calor. Se trata de Andrés Sotomayor, y hoy es su primer día de trabajo como director de fotografía en el set de grabación de Darío Gómez, la millonaria serie de Prime Video. Está de pie, con las manos sudadas, en medio de las cámaras, los gritos y el caos que son comunes en una producción de este tamaño. Mientras tanto, un grupo de personas están esperando que Andrés les diga qué hacer, pero él solo puede pensar en una cosa: “¿Cómo carajos me metí en este lío?”.
El lío comenzó en los 90, en el barrio Kennedy, de Valledupar, cuando uno de sus tíos apareció con una cámara de VHS. Ni siquiera dejaron que la tocara, pero por primera vez vio cómo una parte del mundo podía caber en una pantalla diminuta de 3 pulgadas. Pasó toda la tarde mirándola. ‘Era cómo un imán’, dijo Andrés, años después. El virus ya había entrado en el sistema.
La sorpresa de su papá fue grande cuando le dijo que quería estudiar Ingeniería, pero le pareció apenas normal cuando se arrepintió, porque él también había alimentado el virus, cuando se sentaban juntos a ver ‘La magia del cine’, en Discovery Channel: el set de ‘Los locos Addams’, el detrás de cámaras de ‘Volver al futuro’…
Director de fotografía, así se llamaba lo que siempre había querido ser, pero la carrera que estudió, Comunicación y Lenguajes Audiovisuales, resultó ser demasiado ‘antropológica’ para una persona que solo quería montarse una cámara al hombro y crear emociones a través de las imágenes. Así que el panorama no era el mejor. Pensó dedicarse a algo más, después de todo, una golondrina no hace verano, y en Valledupar, después de todo, no hay nadie a quien le interese hacer cine… ¿O sí? Poco a poco fue conociendo gente cómo él, ‘frikis’ obsesionados por las imágenes en movimiento, poco a poco llegaron los videoclips y los documentales, los cortometrajes y los largometrajes, las alegrías y las decepciones. Y casi una década después, un mensaje por WhatsApp: alguien en Bogotá quiere tu hoja de vida…
Así que aquí está Andrés, en su primer día de trabajo en una megaproducción, en el lugar donde siempre quiso estar, pero tiene miedo de no estar a la altura, de ser un fraude. Solo quedan cinco minutos. Todo su equipo lo mira esperando sus órdenes. Aún no sabe qué hacer, pero recuerda ‘La magia del cine’, el programa que veía junto a su papá cuando era niño… Y se da cuenta que está en medio de ese programa y él es el protagonista del capítulo de hoy. Sonríe. ¡Acción!
Unos meses después, mientras trabaja en el set de un nuevo proyecto para Netflix, Andrés recibe su primera nominación como mejor director de fotografía en los premios India Catalina. Nada mal para un muchacho vallenato que se enamoró de una cámara de VHS cuando aún era un niño.
Por: Juan José Castillejo.
