Cuentas claras y chocolate espeso y aquí van unas cuentas y una propuesta en línea con la de Fedegan, en particular con el concepto de núcleo, complementariedad y asociatividad. Comencemos por lo primero, las cuentas; y después, por lo segundo, el concepto de Ecoaldeas. El presupuesto de la @AgenciaTierras -ANT- nunca había sido tan alto; […]
Cuentas claras y chocolate espeso y aquí van unas cuentas y una propuesta en línea con la de Fedegan, en particular con el concepto de núcleo, complementariedad y asociatividad.
Comencemos por lo primero, las cuentas; y después, por lo segundo, el concepto de Ecoaldeas.
El presupuesto de la @AgenciaTierras -ANT- nunca había sido tan alto; para el 2023 está en el billón de pesos, pero para la compra de 3 millones de hectáreas que propone la reforma agraria de Petro, lo destinado para ello es una gota en un vaso de agua.
En el mejor de los casos, el año entrante, se adquirirán, no más de 41 mil hectáreas. Es decir, el 0,0136 de las 3 millones. Se necesitarían, entonces, 73 años para cumplir la meta. Explico:
La asignación presupuestal “Ordenamiento social y uso productivo del territorio rural” de la ANT quedó en $923 mil millones, pero ese monto no es solo para comprar tierras. De ahí se fondean otras tareas misionales de la ANT, por ejemplo: formalizar 7 millones de hectáreas según el Acuerdo de La Habana e impulsar los procesos agrarios de recuperación de baldíos, clarificación de la propiedad, deslinde y muchas otras cosas más.
En gracia de discusión digamos que, en el mejor de los casos, se destinen 500 mil millones para compra de tierras y sí la hectárea ganadera -no agrícola, esta es más costosa- se negocia a 12 millones, se comprarían -sin descontar gastos administrativos, operativos y transaccionales- 41 mil hectáreas cuando mucho. Es mejor impulsar otras formas más eficientes de acceso a la tierra: arrendamientos a cooperativas campesinas, usufructo, etc.
La ministra López dijo, y eso es un principio de realidad, que comprar 3 millones de hectáreas es una tarea incumplible en 4 años pero es que, además, es una solución simple a un problema complejo que aparte de no funcionar, es peligroso, por cuanto puede exacerbar el problema y desatar -por la falta de capacidad para darle respuesta- frustraciones, descreimiento y protestas sociales. A propósito, hay largas filas en oficinas territoriales de la ANT inscribiéndose para pedir tierras.
Además, todo no es plata. Es necesario cranear la ruta, las condiciones para la compra y una convocatoria pública para recibir postulaciones porque solo se han ofertado, lo dijo la ministra, una finca de “800 hectáreas y otra pequeña”. ¡Nada!
Ahora, la propuesta: Eco aldeas.
Eco aldeas parte de la noción de Bio región, tal y como decía Diego Botero cuando estructuramos la propuesta de campaña presidencial de Sergio Fajardo. Es un instrumento para construir una red de territorios; unos polos rururbanos, unos núcleos intercomunicadores entre la ciudad y el campo con grados de especialización y complementariedad y con varios elementos integradores: económico, social, productivo, cultural y ambiental.
Son ecoaldeas, no zonas de reserva campesinas, acompañadas del sector privado que necesitan competir en el mercado, con vocación agraria, rodeados de un territorio productivo. Son los núcleos de los que habla Fedegan.
Cuentas claras y chocolate espeso y aquí van unas cuentas y una propuesta en línea con la de Fedegan, en particular con el concepto de núcleo, complementariedad y asociatividad. Comencemos por lo primero, las cuentas; y después, por lo segundo, el concepto de Ecoaldeas. El presupuesto de la @AgenciaTierras -ANT- nunca había sido tan alto; […]
Cuentas claras y chocolate espeso y aquí van unas cuentas y una propuesta en línea con la de Fedegan, en particular con el concepto de núcleo, complementariedad y asociatividad.
Comencemos por lo primero, las cuentas; y después, por lo segundo, el concepto de Ecoaldeas.
El presupuesto de la @AgenciaTierras -ANT- nunca había sido tan alto; para el 2023 está en el billón de pesos, pero para la compra de 3 millones de hectáreas que propone la reforma agraria de Petro, lo destinado para ello es una gota en un vaso de agua.
En el mejor de los casos, el año entrante, se adquirirán, no más de 41 mil hectáreas. Es decir, el 0,0136 de las 3 millones. Se necesitarían, entonces, 73 años para cumplir la meta. Explico:
La asignación presupuestal “Ordenamiento social y uso productivo del territorio rural” de la ANT quedó en $923 mil millones, pero ese monto no es solo para comprar tierras. De ahí se fondean otras tareas misionales de la ANT, por ejemplo: formalizar 7 millones de hectáreas según el Acuerdo de La Habana e impulsar los procesos agrarios de recuperación de baldíos, clarificación de la propiedad, deslinde y muchas otras cosas más.
En gracia de discusión digamos que, en el mejor de los casos, se destinen 500 mil millones para compra de tierras y sí la hectárea ganadera -no agrícola, esta es más costosa- se negocia a 12 millones, se comprarían -sin descontar gastos administrativos, operativos y transaccionales- 41 mil hectáreas cuando mucho. Es mejor impulsar otras formas más eficientes de acceso a la tierra: arrendamientos a cooperativas campesinas, usufructo, etc.
La ministra López dijo, y eso es un principio de realidad, que comprar 3 millones de hectáreas es una tarea incumplible en 4 años pero es que, además, es una solución simple a un problema complejo que aparte de no funcionar, es peligroso, por cuanto puede exacerbar el problema y desatar -por la falta de capacidad para darle respuesta- frustraciones, descreimiento y protestas sociales. A propósito, hay largas filas en oficinas territoriales de la ANT inscribiéndose para pedir tierras.
Además, todo no es plata. Es necesario cranear la ruta, las condiciones para la compra y una convocatoria pública para recibir postulaciones porque solo se han ofertado, lo dijo la ministra, una finca de “800 hectáreas y otra pequeña”. ¡Nada!
Ahora, la propuesta: Eco aldeas.
Eco aldeas parte de la noción de Bio región, tal y como decía Diego Botero cuando estructuramos la propuesta de campaña presidencial de Sergio Fajardo. Es un instrumento para construir una red de territorios; unos polos rururbanos, unos núcleos intercomunicadores entre la ciudad y el campo con grados de especialización y complementariedad y con varios elementos integradores: económico, social, productivo, cultural y ambiental.
Son ecoaldeas, no zonas de reserva campesinas, acompañadas del sector privado que necesitan competir en el mercado, con vocación agraria, rodeados de un territorio productivo. Son los núcleos de los que habla Fedegan.