Entre el 8 de febrero de 2016 y el 13 de marzo de 2019, tuve la oportunidad de laborar en la Contraloría General de la República- CGR y durante dos años continuos la posibilidad de hacer seguimiento y conocer el trabajo de auditores, donde el control fiscal correspondió al recurso del Sistema General de Participaciones - SGP.
Entre el 8 de febrero de 2016 y el 13 de marzo de 2019, tuve la oportunidad de laborar en la Contraloría General de la República- CGR y durante dos años continuos la posibilidad de hacer seguimiento y conocer el trabajo de auditores, donde el control fiscal correspondió al recurso del Sistema General de Participaciones – SGP.
En la última semana de julio de este año se conoció que el daño patrimonial causado por las irregularidades evidenciadas en el “Cartel de la Hemofilia” en Bolívar se cuantificó en 26 mil 274 millones de pesos; y en la primera semana de julio, se cuantificó en 2 mil 723 millones de pesos las irregularidades por el “Cartel de las Enfermedades Mentales” en Sucre.
Cuando hablamos de irregularidades, no son simples anuncios, son fallos con responsabilidad fiscal emitidos en primera instancia donde se afectaron los recursos de salud provenientes del Sistema General de Participaciones.
¿Quién fue el genio? ¿Por qué casi siempre es la región Caribe la que pone los actos de corrupción? ¿Por qué el país no conocía que, con el SGP, se cometían semejantes atrocidades?
Más de uno de los implicados fue gobernador en Bolívar, Córdoba y Sucre; secretario de salud u operaron como Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud – IPS, ¡unos cerebros!; mientras el país pensaba en corrupción con recursos del Sistema General de Regalías, algunos se estaban robando el Sistema General de Participaciones. Verdaderos artistas.
La Contraloría en los últimos cuatro años le mostró al país, que los supervigilados recursos del SGP, a pesar de su destinación específica y del seguimiento que se hace por parte del gobierno nacional a cuentas maestras que los manejan, en muchos departamentos, se los robaron. Dolorosamente afloró la más baja condición humana de servidores públicos, responsables fiscales a título de dolo o de culpa grave, que con su conducta fueron determinantes frente al daño patrimonial causado al Estado.
¿Qué pasa en algunas de las secretarías de salud departamentales? ¿Quién les dio licencia para inventar verdaderas obras de teatro con los recursos del SGP, donde el protagonista es la corrupción?
Y es que fue con ocasión de la auditoría de la CGR a los Recursos del Régimen Subsidiado del SGP, que se debieron destinar a la Población Pobre No Asegurada– PPNA, que el país conoció las irregularidades relacionadas con la Hemofilia y las enfermedades mentales.
En Bolívar el órgano de control fiscal conoció los primeros casos de lo que se denomina el “Cartel de la Hemofilia”, que luego se encontró en versión perfeccionada en Córdoba.
Tratándose de Córdoba, en la actualidad la Contraloría adelanta 2 procesos de responsabilidad fiscal, uno por cuantía de $54.568.938.586 y otro con cuantía de $1.525.045.600, ambos por el denominado “Cartel de la Hemofilia”.
Que la Contraloría siga evidenciando el “robispicio” en el país con fallos con responsabilidad fiscal, que se sigan haciendo auditorías donde predomine la búsqueda de irregularidades cometidas con los recursos del SGP, donde se prioriza los recursos que van a la salud.
Por temperamento, suelo ser de poco adular a servidores o ex servidores públicos por hacer su trabajo, pero quiero destacar que en el país poco se pensaba en irregularidades cometidas con los recursos del SGP en el sector salud; el anterior Contralor General de la Republica, priorizó la vigilancia fiscal de estos recursos y encontró corrupción, encontró un verdadero “robispicio”; el actual Contralor General de la Republica, percibo que sigue priorizando estos recursos y con los fallos con responsabilidad fiscal, percibo que también está en la búsqueda de hallazgos fiscales provenientes de irregularidades que afectan los recursos del SGP del sector salud.
Qué asco que los recursos de la salud provenientes del Sistema General de Participaciones se convirtieran en un asunto de “carteles”. Qué asco, que quienes tuvieron la oportunidad de ser servidores públicos y manejar recursos de la salud del SGP, creyeran que burlarse de las enfermedades, era una genialidad.
Entre el 8 de febrero de 2016 y el 13 de marzo de 2019, tuve la oportunidad de laborar en la Contraloría General de la República- CGR y durante dos años continuos la posibilidad de hacer seguimiento y conocer el trabajo de auditores, donde el control fiscal correspondió al recurso del Sistema General de Participaciones - SGP.
Entre el 8 de febrero de 2016 y el 13 de marzo de 2019, tuve la oportunidad de laborar en la Contraloría General de la República- CGR y durante dos años continuos la posibilidad de hacer seguimiento y conocer el trabajo de auditores, donde el control fiscal correspondió al recurso del Sistema General de Participaciones – SGP.
En la última semana de julio de este año se conoció que el daño patrimonial causado por las irregularidades evidenciadas en el “Cartel de la Hemofilia” en Bolívar se cuantificó en 26 mil 274 millones de pesos; y en la primera semana de julio, se cuantificó en 2 mil 723 millones de pesos las irregularidades por el “Cartel de las Enfermedades Mentales” en Sucre.
Cuando hablamos de irregularidades, no son simples anuncios, son fallos con responsabilidad fiscal emitidos en primera instancia donde se afectaron los recursos de salud provenientes del Sistema General de Participaciones.
¿Quién fue el genio? ¿Por qué casi siempre es la región Caribe la que pone los actos de corrupción? ¿Por qué el país no conocía que, con el SGP, se cometían semejantes atrocidades?
Más de uno de los implicados fue gobernador en Bolívar, Córdoba y Sucre; secretario de salud u operaron como Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud – IPS, ¡unos cerebros!; mientras el país pensaba en corrupción con recursos del Sistema General de Regalías, algunos se estaban robando el Sistema General de Participaciones. Verdaderos artistas.
La Contraloría en los últimos cuatro años le mostró al país, que los supervigilados recursos del SGP, a pesar de su destinación específica y del seguimiento que se hace por parte del gobierno nacional a cuentas maestras que los manejan, en muchos departamentos, se los robaron. Dolorosamente afloró la más baja condición humana de servidores públicos, responsables fiscales a título de dolo o de culpa grave, que con su conducta fueron determinantes frente al daño patrimonial causado al Estado.
¿Qué pasa en algunas de las secretarías de salud departamentales? ¿Quién les dio licencia para inventar verdaderas obras de teatro con los recursos del SGP, donde el protagonista es la corrupción?
Y es que fue con ocasión de la auditoría de la CGR a los Recursos del Régimen Subsidiado del SGP, que se debieron destinar a la Población Pobre No Asegurada– PPNA, que el país conoció las irregularidades relacionadas con la Hemofilia y las enfermedades mentales.
En Bolívar el órgano de control fiscal conoció los primeros casos de lo que se denomina el “Cartel de la Hemofilia”, que luego se encontró en versión perfeccionada en Córdoba.
Tratándose de Córdoba, en la actualidad la Contraloría adelanta 2 procesos de responsabilidad fiscal, uno por cuantía de $54.568.938.586 y otro con cuantía de $1.525.045.600, ambos por el denominado “Cartel de la Hemofilia”.
Que la Contraloría siga evidenciando el “robispicio” en el país con fallos con responsabilidad fiscal, que se sigan haciendo auditorías donde predomine la búsqueda de irregularidades cometidas con los recursos del SGP, donde se prioriza los recursos que van a la salud.
Por temperamento, suelo ser de poco adular a servidores o ex servidores públicos por hacer su trabajo, pero quiero destacar que en el país poco se pensaba en irregularidades cometidas con los recursos del SGP en el sector salud; el anterior Contralor General de la Republica, priorizó la vigilancia fiscal de estos recursos y encontró corrupción, encontró un verdadero “robispicio”; el actual Contralor General de la Republica, percibo que sigue priorizando estos recursos y con los fallos con responsabilidad fiscal, percibo que también está en la búsqueda de hallazgos fiscales provenientes de irregularidades que afectan los recursos del SGP del sector salud.
Qué asco que los recursos de la salud provenientes del Sistema General de Participaciones se convirtieran en un asunto de “carteles”. Qué asco, que quienes tuvieron la oportunidad de ser servidores públicos y manejar recursos de la salud del SGP, creyeran que burlarse de las enfermedades, era una genialidad.